Por:
Ramón Antonio Veras.
1.- Me siento vivamente emocionado cuantas veces
los jóvenes se me acercan a formularme
preguntas sobre cualquier inquietud que les pase por su cabeza. Tengo la
creencia de que el ser humano no se desvela así por así; algo debe impulsarlo a sentirse atribulado, y cuando decide saber
lo que le motiva tribulación es porque necesita conocer cuál es la razón que le
lleva a estar intranquilo.
2.-
Hace unos días, en horas de la tarde, al
momento de salir de mi oficina de abogados, se me acercaron jóvenes estudiantes
y me preguntaron que en vista de que
muchos partidos y dirigentes políticos están hablando de cambio, cuál era mi
opinión al respecto. Le respondí que en un plazo de dos días, en horas laborables, me visitaran en el
bufete que por escrito les daría el criterio que tengo con relación a los
cambios en la política.
3.-
En política, como en cualquier actividad
humana, cambiar es convertir la realidad vigente por otra diferente; es
invertir el orden establecido por uno que no sea el afianzamiento del actual.
Al cambiar el presente sistema se produce una renovación reemplazando las actuales
estructuras; en la medida que se modifica la base económica sobre la que
se sustenta el andamiaje, se alcanza una evolución para salir adelante y
alcanzar el desarrollo.
4.- Los cambios, las transformaciones en la organización
económica e instituciones del país
solamente las pueden ejecutar fuerzas motrices no comprometidas con el
statu quo. Romper las caducas estructuras ha de ser la obra de partidos,
mujeres y hombres identificados con los cambios sociales y políticos
verdaderos.
5.-
En políticos y partidos del sistema la
palabra cambio es utilizada como consigna para encantar a grupos humanos
descontentos con la situación actual. Cuantas veces los políticos y
organizaciones tradiciones procuran administrar el presupuesto nacional, hacen
uso del concepto cambio. Los politiqueros de negocio le tienen un miedo al
cambio cierto como el diablo a la cruz.
6.-
No hay duda de que los que negocian con la política están conscientes de la
necesidad que tiene nuestro país de cambios reales para acabar con las
irritantes desiguales, la degradación ética, moral e institucional. Por tal
razón hablan de cambios, pero es para con el presupuesto hacer lo mismo que han
hecho todos los gobiernos que hemos padecido.
7.-
Es justo, legítimo, grato y sumamente beneficioso para las grandes mayorías
nacionales, luchar para que cambie la situación actual para así comenzar a
construir el país que queremos y merecemos, que necesariamente debe ser
diferente al que, en nombre del cambio, históricamente nos han impuesto para
beneficio de una minoría insaciable, hipócrita, engañosa y desalmada.
8.-
Resulta muy importante para la juventud dominicana que cuando se le acerque un político hablándole de cambio, le
cuestione con relación en qué cambio fundamenta su programa de gobierno, y sí
busca cambiar la forma de apropiación de los recursos del Estado, o emprender,
atacar los males sociales que mantienen a nuestro pueblo indignado por el
desastre espiritual y material expresado en lo moral, ético e institucional
Santiago
de los Caballeros,
8 de
noviembre de 2019.