Por:
Ramón Antonio Veras.
1.-
A los hombres y a las mujeres de convicciones democráticas les repugna la
intervención extranjera en los asuntos internos de las naciones libres y
soberanas, porque cada pueblo tiene derecho a darse el régimen político y
económico que más le convenga, sin otras limitaciones que aquellas que resulten
de sus decisiones institucionales.
2.-
Desde que en Venezuela el comandante Hugo Chávez Frías, dio inicio a un proceso
social y político distinto al modelo que allí había predominado controlado por
la minoría nacional y los intereses monopolistas extranjeros, especialmente
norteamericanos, los grupos afectados por el nuevo movimiento social han
utilizado todos los medios para volver a controlar el poder del Estado, el cual
perdieron mediante procesos electorales que para distintas instancias ya suman
veinticinco.
3.-
Golpe de Estado, acciones terroristas, bloqueo económico y otras operaciones
desestabilizadoras han sido ejecutadas contra la Revolución Bolivariana. En
busca de la inestabilidad, los adversarios del proceso iniciado por Chávez, no
han escatimado métodos de lucha política abierta y encubierta; legal e ilegal;
limpia y sucia; diplomática y brusca; nacional e internacional, en sí, los que
se oponen al gobierno legítimo de Venezuela, ahora presidido por Nicolás
Maduro, no han tenido limites en sus maquinaciones.
4.-
En los últimos meses, luego de Nicolás Maduro resultar electo para un nuevo
período, los operativos contra el proceso venezolano se han agudizado,
dirigidos por la administración norteamericana y todos los organismos y gobiernos
sumisos a los dictados de Washington.
5.-
Al pueblo dominicano que en tres ocasiones ha sido víctima de intervenciones
norteamericanas, no le cuadra hacerle el juego a la política intervencionista,
como tampoco puede aceptar el ridículo papel de la Organización de Estados
Americanos (OEA), organismo que legalizó y santificó la agresión a nuestro país
y la creación del Gobierno de Reconstrucción en el año 1965.
6.-
La situación de crisis que existe en Venezuela corresponde a los venezolanos
dilucidarla, sin que ningún gobierno extranjero participe. La solución debe ser
obra del pueblo sin intromisión alguna, aun reconociendo que las dificultades
presentes en la patria de Simón Bolívar han sido creadas e impulsadas por las
mismas fuerzas políticas que quieren impedir el desarrollo de los cambios económicos,
políticos y sociales que inició Hugo Chávez, y Nicolás Maduro está tratando de
continuar en los marcos de la Constitución y las leyes.
7.-
No corresponde a ningún gobierno determinar la naturaleza legítima de otro;
razonar en sentido contrario no es más que intromisión, es decir, entrometerse;
meterse en interioridades de un Estado soberano, y algo así es lo que están
haciendo contra el régimen presidido por Nicolás Maduro, el cual es fruto de la
decisión de los venezolanos que lo prefirieron a él, y no a sus contrincantes
en las elecciones del 20 de mayo de 2018.
8.-
Tal vez esté equivocado, pero creo que no es más que una ridiculez, una
mamarrachada, aceptar como Presidente de Venezuela a alguien que se proclama
como tal y dice que va a despachar desde el local de la embajada norteamericana
en Caracas, porque es interino, de transición y encargado.
9.-
Ser demócrata sincero, y no falso, reservado ni sinuoso, es expresar su sentir
en cada coyuntura sin importar las circunstancias. Trato de ser espontáneo al
decir que es mi creencia que lo que ocurre en Venezuela es de la competencia
exclusiva de los venezolanos, y que la crisis existente no ha sido creada por
el proceso que inició Chávez y ha continuado Maduro, sino por los intereses
nacionales minoritarios y los monopolios extranjeros, particularmente los
norteamericanos y sus aliados.
Santiago
de los Caballeros,
25
de enero de 2019.