Por: Ramón Antonio
Veras.
I.- Querer a la
ciudad de Santiago de los Caballeros
1.- Ningún ser humano
escoge el lugar de su nacimiento. Escapa a la voluntad de la criatura
seleccionar en el globo terráqueo dónde va a llegar al mundo de los vivos. Lo
que si puede hacer una persona es dentro de su patria preferir tal o cual
territorio para residir en forma permanente o transitoria.
2.- Particularmente
yo, resolví vivir en la República Dominicana, específicamente en la ciudad de
Santiago de los Caballeros, y para tomar esta determinación no lo pensé dos
veces; la ejecuté sin titubear, duda alguna o vacilación. Mi voluntad de hacer
mi vida en el terreno cuna de mi nacimiento fue libérrima, sin caer en balanceo
de ninguna clase.
3.- Todo lo de
Santiago me gusta; me cautivan sus gentes por su trato llano, afable y directo;
me fascina su clima y admiro la laboriosidad de sus habitantes. Me mantengo
seducido por lo que es el espacio físico donde mi madre me parió. Mi Santiago
querido forma parte de mi existencia; estoy capturado por ese pedazo de tierra
que llevo prendido en mi corazón.
4.- Por la
importancia que tiene para mí la ciudad de Santiago de los Caballeros, me
motiva a permanecer atento a todo lo que ocurre en su seno. Me he formado la
idea de que mi Santiago debe ser el lugar donde su población lleve una vida
acogedora dentro de sus posibilidades.
5.- Tenerle cariño a
Santiago es llevarlo pegado del alma para que sea un lugar en el cual cada
quien se interese para que sea hospitalario; un sitio donde el visitante se dé
cuenta de que ha llegado a una comunidad de mujeres y hombres con sentido de
solidaridad, cordialidad y sociabilidad.
6.- El Santiago de
los Caballeros que merecemos y aspiramos tener,
debe ser viable, sin dificultad para vivir material y espiritualmente;
un ambiente donde la posibilidad de permanecer sea hacedora, realizable, y no
un sitio de padecimiento prolongado, un calvario para estar siempre en
dificultad.
7.- La postura con
relación a la ciudad donde muchos habitamos, no debe depender de la persona que
esté al frente de la alcaldía. La actitud de los que queremos a Santiago viable
es la de estar siempre con la atención puesta en lo que conviene o no a la
comunidad; vigilantes a los fines de que nuestra villa sea la que aspiramos y
necesitamos.
8.- La forma de
comportarnos con respecto al Santiago de los Caballeros que deseamos disfrutar,
es la que nos va a calificar como santiagueras y santiagueros que queremos a
nuestra ciudad, sin importar la persona que la administra en un momento
determinado. Por lo que a mi atañe, puedo decir que lo que le conviene a
Santiago de los Caballeros está por encima de pequeñeces y sectarismo;
caprichos, resabios y diferencias personales; apetencias grupales y todas
aquellas debilidades que solamente sirven para dividir a los seres humanos por
asuntos intrascendentes.
9.- La ciudad de
Santiago de los Caballeros, en los últimos años, desde el punto de vista de la
administración municipal se ha movido entre más o menos buena, aceptable y
pésima, La actual, partiendo de lo desastrosa que fue la anterior, se puede
decir que se ha mantenido buena en lo que se refiere al ornato, limpieza y ha dado pasos positivos en procura de
organizar el desorden en el tránsito urbano de vehículos.
10.- Es posible que
si el alcalde de Santiago mantuviera relaciones armoniosas con sectores de la
comunidad que están en disposición de aportar sin procurar beneficios
personales ni para hacer politiquería, habría hecho hasta la fecha una mejor
gestión. Si es cierto que el administrador del cabildo tiene adversarios
políticos que se interesan por llevarlo al fracaso en su gestión, no es menos
cierto que hay munícipes en disposición de colaborar por el bien de Santiago y
nada más.
II.- Dificultades en
Santiago que deben preocuparnos a todas y a todos. Soluciones posibles
11.- Porque soy un
hombre libre por entero y no procuro quitarle espacio político a nadie, me
siento plenamente abierto; sin restricción para expresar mi sentir; decir lo
que es mi parecer para que se solucionen algunos problemas que afectan a todas
y a todos los que vivimos en Santiago, entre los que se destacan:
a.-) El desorden en
el tránsito de vehículos. En un pasado reciente
se unificaron el desarrollo del maquinismo vehicular y el fenómeno de la
corrupción, lo que ha traído como consecuencia que nuestro querido Santiago se
ha convertido en algo luciferino; en un medio en el cual vivir constituye un
castigo permanente, moverse por cualquier lugar es un enredo que mortifica
porque el caos predomina.
b.-) Los negocios
efectuados por la alcaldía anterior con las franjas que autorizan a los carros
del transporte público a transitar por determinadas calles, y la
comercialización con el cambio y extensión de rutas para favorecer empresas
expendedoras de alimentos, trajo consigo el trastorno de lo que era el
movimiento normal de vehículos de concho. La mercancía dinero se impuso sobre
la tranquilidad espiritual y la seguridad personal de los habitantes de la
ciudad de Santiago de los Caballeros. Procede que las nuevas autoridades
municipales dejen sin efecto los cambios de rutas que se llevaron a cabo
mediante negocios que han lesionado vivamente a nuestra comunidad.
c.-) El servicio de
taxis. La labor de los taxistas en la ciudad de Santiago, en sentido general,
es buena, y el material humano ejecuta su trabajo con honradez y eficiencia. El
problema de la operación de los taxis es que tiene prácticamente ocupado todo
el espacio público en los lugares donde se aglomeran muchas personas, sin
importar que sea clínica, supermercado o restaurant.
d.-) Tomando en consideración lo necesario que es
el servicio de taxi, lo que procede es que la Alcaldía del Ayuntamiento de
Santiago, acuerde con los dueños de los vehículos para que tengan una base, o
un centro donde se mantengan estacionados a la espera de ser requeridos para
realizar su trabajo. La realidad es que los carros de taxis no deben continuar
convertidos en los amos de los espacios públicos. Una solución convenida se
impone por el bien de los habitantes de Santiago de los Caballeros, de los
taxistas y de los dueños de los vehículos.
e.-) Los negocios y
el estacionamiento de vehículos. En varias urbanizaciones de Santiago, la
instalación de un colegio o el funcionamiento de un restaurant, es un
pandemónium, porque la intranquilidad existente termina de inmediato. Algunos
de los que abren al público una actividad comercial creen que la vía pública es
de su propiedad y una prolongación del espacio donde realizan sus actividades
comerciales.
f.-) Se impone que el
departamento que en la Alcaldía del Ayuntamiento de Santiago, tiene competencia para autorizar la construcción
de una edificación para negocios, exija que en los planos se especifique el
área destinada para el estacionamiento de los vehículos de sus futuros
clientes. Las calles y avenidas son de uso público y no para que los dueños de
negocios las utilicen como parqueo de sus parroquianos. De igual manera, el
organismo público con atribuciones para autorizar el funcionamiento de un
negocio de cualquier naturaleza, debe solicitar indicar en los planos los
lugares donde estacionaran sus vehículos los clientes.
g.-) Estacionamiento
sobre las calzadas. Los desaprensivos que se han dispuesto convertir a la
ciudad de Santiago de los Caballeros, en un lugar imposible de vivir en paz,
ahora están haciendo uso de las calzadas para estacionar sus vehículos,
situación que obliga al transeúnte a caminar por el centro de las calles,
exponiéndose a ser atropellado por el proceder temerario de un conductor
cualquiera. Procede que las autoridades ejerzan sus funciones ante aquellos que
anarquizan el ambiente con sus actuaciones abusivas.
h.-) La instalación
de negocios en las aceras. Además de constituir una acción abusiva e
irresponsable, el funcionamiento en las aceras de negocios basados en la venta
de frutas a las personas que conducen u ocupan vehículos, representa un
trastorno en el tránsito por calles y avenidas en la ciudad de Santiago de los
Caballeros, porque una vez el conductor se detiene se forma una
obstrucción que trae como consecuencia
un desorden en el movimiento vehicular. Hay que tomar medidas a los fines de
impedir la colocación de mesetas en las aceras para el expendio de frutas y
otros alimentos.
III.- Explorar
soluciones
12.- Resulta atinado
examinar todo aquello que venga en provecho de resolver o atenuar los
inconvenientes que existen en nuestra ciudad por el aumento desordenado de las
rutas, los carros y guaguas del
transporte público. Es necesario que el asunto del tránsito de vehículos en
Santiago se le busque una solución, lo que iría en favor de todas y todos los
que habitamos y queremos una ciudad acogedora, agradable.
13.- Conviene
ponderar nuevamente el desempeño de los parquímetros en el centro histórico de
la ciudad de Santiago de los Caballeros. Es posible que un nuevo acuerdo entre
la Alcaldía del Ayuntamiento de Santiago y la compañía dueña de los
parquímetros, haga posible paliar los inconvenientes presentes por el tránsito
anárquico de vehículos, principalmente en el centro de la ciudad. En lugar de
agravar la dificultad actual, los parquímetros pueden representar un amortiguamiento.
14.- Las santiagueras
y los santiagueros que en verdad quieren a su ciudad y desean vivir en un
ambiente de tranquilidad espiritual, están en el deber de armarse de sensatez;
poner a funcionar el sentido común y el buen uso de la razón para hacer caso
omiso a los que no hacen ni dejan hacer, y siempre apuestan al fracaso; están
preparados para el descalabro, pero nunca piensan en los aciertos, en tener
éxitos, alcanzar los objetivos perseguidos.
15.- Las dificultades
que afectan a la ciudad de Santiago de los Caballeros, lesionan a todas y a
todos los que en ella habitamos, y deben ser enfrentadas por los munícipes que
aspiramos a disfrutar de un ambiente sano y libre de complicaciones generadas
por aquellos que no se adaptan a la vida civilizada.
16.-El interés por
tener un Santiago limpio y organizado no debe ser un empeño exclusivo de la
alcaldía. El deseo de la colectividad santiaguera por una ciudad acogedora ha
de estar más allá de las autoridades municipales. Es signo de ser un buen
ciudadano y munícipe querer a su país y a la ciudad donde habitamos para que las instituciones
funcionen con el concurso de las autoridades locales, y las mujeres y los
hombres que se interesan por una ciudad digna de ser habilitada por ser bonita.
Santiago de los
Caballeros,
26 de febrero de
2018.