Por: Ramón Antonio Veras.
1.- El irrespetuoso
está presente en todas partes y demuestra su insolencia sin tomar en cuenta que lesiona los derechos
de aquellos ante quienes accionan
demostrando así un comportamiento desvergonzado.
2.- Pero cuando el atrevido está al servicio de una
persona física o moral, por la actitud
del grosero responde su patrono o empleador que tolera actos toscos al
descomedido.
3.- He dicho
todo lo anterior porque el día martes,
diez (10) de enero en curso, 2017, al momento de abordar el avión de JetBlue, que me trasladaría desde
Newark a
Santiago, en el vuelo 893, un
empleado de la línea aérea, en forma
iracunda me ordenó entregarle mi pequeña maleta de mano para colocarla en el
lugar del avión donde va el equipaje de bodega.
4.- Le expliqué
al exasperado empleado de JetBlue, que la maleta de mano con que viajaba contenía objetos que podían
romperse o maltratarse a no ser que
los llevara en mi compartimiento dentro del avión.
5.-
El descomedido servidor de
JetBlue, a la explicación que le di, me
respondió como todo un fresco,
conminándome a que entregara la maletita de mano, o tendría que viajar en otro vuelo. Ante semejante
disyuntiva, le entregué mi maletita al
arrogante trabajador de JetBlue.
6.- Una vez penetré al avión y procedí abrir el compartimiento que me correspondía conforme el número de mi
asiento, observé que el mismo estaba ocupado por maletas de mano de
pasajeros que habían abordado antes que
yo, y se encontraban sentados en sus respectivos puestos.
7.- Al llegar a Santiago y abrir mi maleta de mano,
todos los objetos que venían dentro de
la misma estaban unos destruidos y otros mallugados, tal como lo había previsto.
8.- Lo que me ocurrió a mi le ha sucedido a otros
pasajeros, que también han sido objeto de los mismos tratos ignominiosos por
personal de JetBlue.
9.- El engreimiento de muchos de los servidores de
JetBlue, llega al colmo, de no entregar
en el curso del vuelo los formularios de inmigración y aduanas, y si los mismos son requeridos por los pasajeros,
estos reciben respuestas ofensivas, como ocurrió en el vuelo 893, de JetBlue, ya indicado.
10.- En los
vuelos de JetBlue, corresponde
a sus auxiliares, tener la dirección y control
de la colocación del equipaje por
cada pasajero en una parte del compartimiento ubicado encima de la cabeza donde
está sentado.
11.- Algunos empleados engreídos, y con la tolerancia de JetBlue, llegan a creerse estar
por encima de los derechos, el respeto y la consideración que merecen los pasajeros, los cuales no
tienen que pagar las negativas
consecuencias de la falta de controles.
En el interior del avión a cada
ocupante de un asiento le corresponde
una parte del compartimiento.
12.- La dignidad, la honra y consideración de una persona no puede
estar a merced del capricho de
ningún extralimitado ejecutor de
tropelías. Por tanto, todo pasajero que sea víctima de una actitud desaprensiva de un
empleado de JetBlue, o de
cualquier línea aérea, debe hacerlo del conocimiento público para que las prácticas odiosas desaparezcan y no se conviertan en acciones
toleradas que desdicen mucho de lo que es una comunidad humana, como lo es la
dominicana, que respeta y se hace
respetar.
Santiago de los Caballeros,
13 de enero
de 2017.