domingo, 29 de diciembre de 2013

Ante la llegada del Nuevo Año 2014

I.- EL NUEVO AÑO Y LO QUE RECIBIMOS.

1.- El calendario gregoriano, al llegar el mes de diciembre avisa a las dominicanas y a los dominicanos, la fiesta de la navidad; la conclusión del año que transcurre, que se avecina uno nuevo que es esperado, por muchos, con optimismo; y con la esperanza de que será mejor que el que quedó atrás; el pasado sólo ha de servir como referencia.

2.- Aunque todavía desconocido, el nuevo año debemos esperarlo como al principiante que viene cargado de confianza y muchas cosas venturosas.

3.- A la espera del nuevo año no debemos hacer cálculos de pesares, pesimismo y lamentos, ni reeditar penurias y catástrofes; tenemos que pensar en forma positiva, aislando todo lo dañino que pueda contaminar lo bonito que han de venir los próximos doce meses.

4.- Debemos hacer un ejercicio mental minucioso de lo que, hasta ahora, hemos hecho o dejado de hacer para disfrutar, material y espiritualmente, de un mejor país; de una convivencia llevadera, sin agravios, ultrajes y vejaciones de todo tipo.

5.- Al recibir el nuevo año tenemos que hacer un alto en el camino, y razonar en el sentido de que no hemos cumplido con el rol de hombres y mujeres de bien para la comunidad; pero en lo adelante reflexionaremos positivamente, contribuyendo con nuestras actuaciones para dar ejemplo de que hemos cambiado, de ser personas que tratamos a los demás con acritud y acerbidad, y en el nuevo año seremos diferentes, porque nuestro comportamiento va a ser de dulzura y amabilidad.

6.- El nuevo año que se aproxima debe servirnos de motivación para reflexionar en el sentido de que no podemos comportarnos como testigos indiferentes ante hechos aberrantes que ponen en entredicho a la especie humana, y su deseo de vivir en un ambiente propio de seres humanos civilizados.

7.- Lamentablemente, el nuevo año lo vamos a recibir con un ambiente convulsionado por guerras regionales; con almacenes de ojivas nucleares; amenaza permanente del terrorismo; notoria presencia del narcotráfico y su secuela de criminalidad; incidencia de prejuicios por cuestiones de raza, color, ideología y preferencia sexual; millones de seres humanos con hambre y analfabetos; el fenómeno de la corrupción desnaturalizando el accionar político decente y democrático; un centro de torturas dirigido por el país más poderoso del mundo actual, en fin, el estatuto colonial de Puerto Rico, que son hechos que deben repugnar y preocupar a todos los hombres y mujeres sensibles.

II.- EN EL NUEVO AÑO DEBEMOS DE SER MEJORES ANTE NUESTROS SEMEJANTES

8.- En un mundo cada día más dominado por pequeñeces que afectan al ser humano, se debe sentir bien aquel que dispensa un trato agradable a los demás. Resulta afortunado quien recibe expresiones oportunas que motivan felicidad, cuando otros son víctimas de gestos desagradables.

9.- La naturaleza sensitiva de las personas contribuye a que el trato bondadoso sea recibido con alegría; mientras que, por el contrario, produce disgusto, enfado, el ultraje; sentirse ofendido hace al ser humano infeliz, y lo lleva a reaccionar mal.

10.- Al oído de los seres humanos llegan bien las palabras delicadas, dirigidas con dulzura, y más en los momentos difíciles.

11.- Escuchar expresiones de aliento y dulces, hacen desaparecer cualquier signo de pesar que pueda afligir o mortificar. Una persona lastimada requiere escuchar bellas expresiones para elevar su estado de ánimo y cualquier desazón.

12.- Debemos mandar a los demás señales de aliento cargadas de exhortación al regocijo; hacer divertida el alma de quien precisa llenar el espíritu de lo bonito, que sólo puede aportar quien tiene sensibilidad, y se preocupa por la felicidad de otro.

13.- Una frase fea lleva a quien se le dirige a cambiar su estado de alegría a tristeza; de ahí que el lenguaje debe ser utilizado con suma prudencia para no estropear los sentimientos de quien sólo merece gestos exquisitos transmitidos con dulzura.
14.- No sólo físicamente se agrede a otro; una actitud de indiferencia, de desprecio, entraña una lesión; un desaire pesa en la conciencia de un hombre o mujer digna; el menosprecio es inaceptable para una persona de vergüenza.

15.- Demuestra indolencia aquel que en forma consciente trata con desdén a sus relacionados, amistades y amigos; un desaire hacia una persona sana y de buen proceder, es un golpe en su corazón.

16.- Una desatención, una dejadez ante el requerimiento de una amiga o amigo, es una señal de falta de distinción que daña la relación entre personas que, se supone, se tienen afecto y respeto mutuo, porque en lo adelante los vínculos afectivos ya no serán los mismos.

17.- El trato tosco hacia una persona acreedora de respeto por su comportamiento de bien, constituye una ofensa, un oprobio que sólo es dirigido por quien busca reducir a los demás por medio del ultraje.

18.- Todo aquel que se respeta, y no acepta ofensas gratuitas, debe proceder en todo momento con mucho tacto para no permitir una agresión por muy leve que sea; una torpeza, una inobservancia, puede llevar a un abusador a reincidir en sus ofensivas actuaciones. No se puede caer en debilidad ante el bellaco y rudo

III.- UN TRATO AGRADABLE HACIA LOS DEMÀS DEBE SER UN SIGNO DE QUE EN NUESTRA CONCIENCIA TAMBIEN HA LLEGADO UN NUEVO AÑO

19.- Tiene mucha significación en una persona el trato que le dispensa a otra con motivo de una relación cualquiera; la forma de comportarse ante los demás puede servir para definir a un ser humano. Es de inteligentes entender la forma como deben mantenerse las relaciones sin lesionar; ahí reside la capacidad para entender lo que puede hacer sentir bien o mal a otro.

20.- Aquel que tiene fino trato hacia los amigos, conocidos y amistades, conservará relaciones armoniosas en todo momento, y difícilmente se encontrará en conflictos por malos gestos y actos hacia los demás.
21.- Cada persona ha de tener en su cabeza una especie de código del trato para aplicarlo tomando en consideración a cada ente social; porque en el seno de la sociedad los miembros que las integran tienen diferentes criterios de lo que es moral o inmoral, y lo que acepta como normal o inhabitual.

22.- A aquel que proviene de un hogar en el cual se formó en la decencia, honradez y decoro, en el curso de su vida le será imposible aceptar proposiciones indecentes, deshonestas e indecorosas; como tampoco tolerará las posiciones caprichosas de quienes no valoran sus virtudes. Es indigno quien permite desconsideración a su persona sin importar de quien proviene.

23.- Se reduce como persona quien se comporta tranquilamente ante el maltrato que se le da, disminuyendo así su reputación o la estimación de que goza en el medio social donde habita. Aceptar el descrédito con sumisión es propio de mequetrefes.

24.- Es sinónimo de poca cosa como persona aquel que, en nombre de obtener algún beneficio para sí o los suyos, acepta ofensas, llegando con su actitud a la humillación; en lo adelante va a ser visto como un réptil, arrastrándose ante quien le hiere para degradarlo.

25.-  No hay razón valedera para no actuar inmediatamente se advierta un gesto o actitud que entrañe desconsideración hacia su persona y honra; abstenerse de darle una respuesta merecida al ofensor es inhibirse ante los insultos; es intolerancia el agravio que evidencia irrespeto con males morales o insinuaciones hirientes.

26.- Aquel que bien te conoce y te ofende, merece de tu parte una respuesta digna, para que no le quede la menor duda de la indignación que ha motivado su gesto o actuación; se le responde al abusador sin pérdida de tiempo y en el mismo escenario donde ha pretendido herir.

27.- Por lo general, se cree muy listo aquel que trata por igual a todos a quienes ofende con su forma grosera de proceder; de tanto lesionar a los demás, el que no tiene sentido de actuar con sensatez, ni distingue a las personas por lo que valen, cree que los inteligentes y los bobos son iguales.

28.- Se comporta en forma correcta en el trato con una persona aquella que la valora por las mutuas relaciones, y bajo ninguna circunstancia la hiere con acciones u omisiones.
29.- Si mimamos a un ser humano cualquiera, lo tratamos con respeto, cariño y condescendencia. La consideración y el irrespeto han de estar separados, para reservar la distinción especial para quien merece un trato fino, con esmero.

30.- Así como todos los seres humanos no tenemos idéntico carácter, tampoco merecemos igual trato; la personalidad de cada quien ha de guiarnos a un comportamiento acorde con la estatura moral, de ética y dignidad; no todos aquellos a quienes tratamos nos han de merecer la misma entrega; saber tratar a otro es conocerlo y distinguirlo como merece.

31.-El proceder y carácter de una persona define su forma de ser, lo hace diferente de los demás; saber de su temperamento, permite no caer frente a ella en errores que pueden contribuir a desavenencias que terminan en situaciones insalvables.

32.- Aquel que da demostración de desprecio hacia otro, tratándolo como un anodino e insignificante cualquiera, le ve como un ser humano insustancial.

33.- Prepararnos para hacer sentir bien a las personas que forman parte de nuestra vida, es hacernos felices a nosotros mismos; incomodar a otros no tiene nada de agradable; es algo propio de quienes no tienen sensibilidad, y procuran con gestos o palabras que sus semejantes se sientan fastidiados.

34.- No debe escapar a nuestro conocimiento que el orden social bajo el cual vivimos en la actualidad, genera comportamientos que predominan en personas sin conciencia del bien y del mal;  o sea, tienen actitudes que sólo merecen la recriminación de lo mejor de la sociedad, porque no ajustan sus actos al proceder de la mayoría de sus semejantes.

35.- No podemos actuar pensando sólo en nosotros mismos, sino también en los demás; comportarnos en forma individualista es renegar del sentido de la solidaridad que debe primar sobre todas las individualidades; es correcta una actitud de comprensión e identificación con todos aquellos que accionan en procura del bien.

CONCLUSIONES

a-) Al desarrollar las reflexiones que contiene este escrito no procuro convertirme en orientador cívico, sino que las ideas que expongo sirvan para que quienes tienen la posibilidad de leerlo conozcan mi percepción con relación a lo que creo podemos afianzar, modificar, o de cualquier forma transformar nuestro comportamiento, a los fines de hacer aportes significativos a la lucha social y política del país, así como mejorar o superar las relaciones con nuestros familiares, amigos, amigas, conocidos y amistades.

b.-) El año nuevo, como todo lo fresco, novedoso y tierno, debemos recibirlo con original sentido de la vida en comunidad; poniendo por delante lo agradable que hay en cada una de las dominicanas y los dominicanos cuando ponen su gracia en procura de la felicidad de sus semejantes.

c.-) La llegada del nuevo año ha de ser acogida por los hombres y mujeres de bien del país, con los parabienes que deben llegar, enhorabuena, para la felicidad de lo que en verdad se llama pueblo dominicano.

d.-) Porque no creo en la deshumanizada tesis de que “entre peor mejor”, siempre he confiado y actuado con el convencimiento de que nuestro pueblo, más temprano que tarde, se liberará de las cadenas de la opresión.

e.-) Porque los procesos sociales no están enmarcados dentro de fechas o períodos, y las masas populares tienen la potencialidad de condensar veinte años en un día ; por tanto, quién sabe los grandes logros políticos y sociales que el pueblo dominicano puede alcanzar en el año venidero.

f.-) Porque he vivido armado de optimismo, siempre espero lo bueno, lo fructífero; el aliento del triunfo lo he tenido presente hasta en las coyunturas más difíciles de mi vida; el pesimismo nunca vencerá mi deseo de ver a mi pueblo con el control del poder del Estado. La ilusión y la alegría fortalecen mi espíritu.

g.-) No son conceptos abstractos, sino realidades, las narraciones que hago desde el punto número 8 hasta el 35; de ellas, unas las he vivido directamente, y otras las he sentido al ser ejercidas o recibidas por otras personas.

h.-) Finalmente, aquellos que en nuestro país maltratan a los demás con actitudes, gestos, palabras o acciones, la llegada del nuevo año  les debe servir para que comiencen a distinguir  y a valorar al ser humano como tal, y a los que merecen respeto por su comportamiento en el medio social.

Santiago de los Caballeros,
29 de diciembre de 2013. 

viernes, 20 de diciembre de 2013

El 25, mis 75 años de edad

I.- Introducción


1.- El hecho de vivir en sociedad entraña  para el ser humano estar sometido  a una especie de control en todo lo que tiene que ver con su accionar, sin importar que se refiera a lo privado o público, laboral o familiar; y  sin distinguir que sea algo de trascendencia, relevancia, o simple banalidad.

2.- En un ordenamiento social atrasado como el nuestro, hasta bajar o subir de peso es tomado en consideración por aquellos que, haciendo el papel de fisonomistas profesionales, se interesan por saber la razón por la cual determinada persona, en un momento dado, ha cambiado sus rasgos, se ha transformado en su fisonomía.

3.- Por ejemplo, en nuestro medio, algunos tienen como motivaciones de su vida darles seguimiento a si fulano de tal ha perdido peso corporal porque está enfermo, se sometió a un régimen  alimenticio especial por  prescripción médica; o si sutano ha cambiado de rostro porque, con el transcurso de los años, al entrar en edad avanzada, su estado físico se ha transformado, o fue que se le practicó una intervención quirúrgica por placer estético.

4.-  La realidad es que la vida del ser humano es la suma de detalles, particularidades que, en su conjunto, constituyen lo típico, lo peculiar de cada quien.

II.-  Mis 75 años de edad


5.- He hecho la introducción anterior para explicar algo que por lo menos para mi tiene mucha significación, porque se relaciona con la vida mía,   mi existencia; los años que tengo desde el momento que mi madre me trajo al mundo el día 25 de diciembre de 1938.

6.- Tomando en consideración el país donde nací, me he formado y desarrollado; su estructura y base económica; la región del mundo donde está ubicado geográficamente; el papel que desempeña en la estrategia geopolítica de los Estados Unidos de Norteamérica; mi origen social, incidencia en la vida política y social pública nacional e internacional, y el hecho de haber llegado con vida a los setenta y cinco años de edad, me sirven de motivación para hacer algunas reflexiones.

III.- La salud


7.- Al llegar a tres cuartas partes de siglo de existencia, mi salud  es, en sentido general, buena; padezco de algunas afecciones agresivas las cuales sé me acompañarán para el resto de mi vida, pero las tengo bajo control y vigilancia médica; padezco otras menos ofensivas, pero no dejan de ser menos molestosas. Así, por ejemplo, la artritis psoriásica, aunque me produce dolores sumamente agudos, me molesta menos que los sistemáticos calambres, que en los últimos tiempos se han convertido, para mi, en una pesadilla.

8.- Ya con 75 años de edad encima he comprendido que mi organismo no va en ascenso, sino en declive; que,  por tal razón,  debo hacer un esfuerzo por cambiar algunos hábitos de mi vida, incluyendo alimenticios, y hasta en mi forma de asimilar hechos que anímicamente me afectan.

9.- He considerado como un logro  haberme decidido, en provecho de mi salud, integrarme a un gimnasio  con el objetivo de cambiar mi situación sedentaria, por la de ejercicios diarios diversos.

IV.- Mi Ocupación en otras actividades. Ejercicio profesional como abogado.


10.-  El oficio de abogado, el cual he ejercido en forma ininterrumpida durante cuarenta y seis (46)  años, en razón de que ya he perdido toda motivación para llevarlo a la práctica, lo he reducido de cero (0) a uno (1);  y aunque en esa misma proporción se han limitado mis ingresos económicos, no me lamento, por el contrario, me siento espiritualmente mejor, más libre,  más tranquilo y con absoluta paz.

11.- La de abogado,  profesión que con tanto entusiasmo decidí estudiar  al momento de matricularme en la universidad, y que con intenso calor ejercí en los distintos tribunales del país, ya hoy para mi no tiene sentido; no por la profesión de abogado en sí, sino por el medio en que se ejerce  y el comportamiento de los colegas.  Ahora selecciono los expedientes que he de trabajar tomando en consideración el caso, la persona que requiere mis servicios profesionales, y hasta el abogado contra el cual he de litigar, o pueda llegar a ser mi adversario en estrados.

30.-  En los últimos años he ocupado mi tiempo, fundamentalmente, leyendo y escribiendo; participando en charlas, conferencias y seminarios abordando diferentes temas; viajando al extranjero; excepcionalmente  he ejercido  la profesión; no práctico ningún tipo de deporte; me divierto compartiendo con mi familia,  amigos y amigas. Espero tener la oportunidad de continuar publicando algunos de mis obras inéditas,  y otras que pueda elaborar en el curso de los días o años que me restan por  vivir. Disfruto ampliamente  departiendo con los míos, platicando sobre la política nacional e internacional, literatura e historia nacional, béisbol,  y  tomándome  una copa de un excelente vino.

V.- Relación familiar


12.- En el orden familiar,  con respecto a  mis descendientes, hijos, nietas y nietos, ahora, al llegar  a los 75 años de edad, he advertido que los hubiera disfrutado más si no fuera por mi actitud de pretender que ellos sean como es mi deseo, y no con la libertad a que tienen derecho, y que yo aplaudo y apoyo. Pura y simplemente, en lo adelante debo de hacer un esfuerzo para adaptarme a las circunstancias que me impone la condición de padre y abuelo.

13.- Haber vivido durante 75 años, me ha permitido conocer, más o menos bien, a mis cinco (5) hijos; de cada uno de ellos tengo un criterio distinto en lo que se refiere a su forma de ser, y valoración hacia mi.

14- De mis nietas y nietos puedo decir que, desde su nacimiento hasta ahora, he tratado de que sean más comunicativos conmigo, algo que no he logrado, posiblemente por mi temperamento, el cual sé no agrada a muchas de las niñas y los niños de hoy, tomando en consideración que la educación que reciben en la casa no es la misma que si partiera de mi;  como es natural, sus padres y madres tienen una forma diferente de ver el mundo y los fenómenos sociales, a como yo los visualizo.

15.- Quiero morir antes que cualquiera de mis hijos, nietas y nietos;  no estoy preparado, ni resistiría, el fallecimiento de uno de mis descendientes; he vivido 75 años, mientras que ellos apenas comienzan a vivir.


VI.- Con mis amigas y amigos


16.- En las relaciones con mis amigas y amigos, en el curso de mis setenta y cinco años, la generalidad de ellos me han hecho sentir el hombre más feliz de la tierra, pero algunas y algunos  con actos de traición han lesionado mi corazón en lo más profundo.

17.- Aunque he vivido durante 75 años, la falsía sé que seguirá llegándome  por obra de alguien a quien tengo como amiga o amigo; porque la conducta que genera el ordenamiento social vigente, y los vicios sociales que lo acompañan, ejercen influencia negativa en la actitud de muchas personas en nuestro país, inclinadas a hacer pasar momentos amargos con su deslealtad a personas  de noble sentimientos.

18.- A los fines de recibir las menos decepciones por la felonía de falsos amigos y amigas, ahora, a mis 75 años voy a pesarlos  por su valor específico cualitativo, no desde el punto de vista cuantitativo. Procuraré tener una amiga o amigo fiel, y no mil farsantes.

19.- Habiendo llegado a la edad de 75 años, y en honor a mi rechazo total a la mentira, tengo la idea fija de que aquella o aquel que ha dicho ser mi amiga o amigo, y ha pretendido presentarme como mentiroso, poniendo en entredicho, duda o sospecha algo  que  he dicho o escrito, dado por mi como verdadero, en lo adelante quiero no me dirija la palabra;  pura y simplemente, que nos ignoremos mutuamente.

20.- En los últimos años he establecido relaciones de amistad con algunas personas; mi deseo es que podamos sostener lazos sinceros y de comprensión, para así tener  la posibilidad de llegar a ser amigos.

VII.- La política durante mi existencia


21.- La política  ha sido y seguirá  formando  parte de mi existencia; no tiene sentido mi vida al margen del accionar político y social. A mis setenta y cinco años sigo abrazándola con más fe y calor.

22.- Mi deseo es que, por lo menos, una parte de mi pensamiento político se materialice antes de desaparecer del mundo de los vivos. Para alcanzar objetivos positivos para mi país, estoy dispuesto a poner por esa causa mis limitadas energías y tiempo.

23.- Luego de mi militancia partidaria hasta 1967, no he formado parte de ninguna organización política, lo que no quiere decir, en modo alguno, que rechace la militancia partidaria, pero la forma de hacer politiquería ahora en mi país, no cuadra con mi formación ideológica.

VIII.-  Cosas fijas en mi conciencia


24.- En mis setenta y cinco  (75) años, he sido testigo de dos hechos que se han quedado fijos en mi conciencia, uno agradable, y otro desagradable: a)el agradable, cuando en el año 1980, un niño angoleño, en Sofía, capital de Bulgaria, depositó en mis manos un clavel rojo, al momento que cantaba en coro  con otros niños del mundo, el himno de la paz mundial; y, b) el desagradable, cuando una tarde del mes de septiembre de 1965, en la calle Padre Billini, en la ciudad capital, presencié a un agente de la Policía Nacional, convertido en una pira porque  su cuerpo, luego de ser rociado con gasolina, un grupo de manifestantes le prendió fuego con un fósforo.

25- Al cumplir mis 75 años de edad, destaco como hechos significativos a nivel mundial, a) en lo científico y tecnológico:  la conquista del espacio sideral con la llegada del ser humano a la luna; b) en la política mundial liberadora:  el desmoronamiento del sistema colonial con el logro de la independencia de muchos países; c) en América Latina y el Caribe: el triunfo de la Revolución Cubana, que, con sus aciertos y desaciertos, ha servido para el despertar de las masas populares latinoamericanos y caribeñas.

26.- Me han marcado la vida  con pesar, en el curso de mis 75 años, la muerte de mi madre,  la de Carmen, y la de mi padre espiritual, Manuel. Estos tres seres humanos ejercieron mucha influencia en mi forma de proceder.

27.- El hecho que más me ha impactado en mi vida ha sido la tentativa de asesinato  contra mi hijo Jordi, ejecutada por un equipo de sicarios, el día 2 de junio de 2010; nunca pensé que  uno cualquiera de mis hijos llegaría a ser víctima de una acción   criminal, de ahí la conmoción  que recibí una vez tuve la noticia de ese hecho contra Jordi.

28.-  El estado de soledad en que he  vivido en los últimos años  en mi hogar, me ha impuesto ciertos cambios en mi vida cotidiana. No me había pasado por la mente estar sometido a un ritmo irregular en  mi habitad, contrario a lo que había sido lo habitual durante toda mi vida de estar compartiendo diariamente con Carmen y nuestros hijos.

29.- En lo que se refiere a mi ciudad natal, me he sentido bien por haber vivido durante toda mi vida en Santiago; lamento que, en los últimos años, mi querida ciudad se haya convertido en un medio insoportable, dominado por la sucieza, los ruidos, la contaminación, la agresión visual y, lo peor, la indiferencia cívica de amplios sectores de la comunidad para hacer cambiar el rumbo de desastre que llevan a cabo los que están al frente de la Alcaldía Municipal. 

IX.-  Algunas cosas que no me gustan


Con el transcurso de los años, al ser humano le acompañan toda una serie de particularidades, las cuales descubre  con el tiempo que les son habituales.
En el hipotético caso  de que el día de mi cumpleaños, uno o una cualquiera de mis nietas o nietos,   me preguntara ¿papapa,  hoy, al cumplir 75 años de edad, que te has dado cuenta que no te gusta, o te hace sentir mal.
Mi respuesta sería, pues, puedo decirte que, entre otras cosas, sentirme vigilado; que quien habla conmigo cambie su tono de voz; que me reprochen cosas ya pasadas; además, no me gusta visitar bancos comerciales, cementerios ni barberías; que mis invitados lleguen fuera de la hora convenida; que me hablen con voz autoritaria; ver a alguien discriminado,  y que se ponga en duda mi verdad.

X.-  Deseos en mis 75 años


Anido en mi cerebro ideas que quiero se materialicen en los días o años que me quedan de vida: a) aspiro a seguir cumpliendo muchos años de vida con algo de salud, como persona útil a la especie humana; b) que mis acciones resulten provechosas para contribuir positivamente a que en mi país, lo que en verdad se llama pueblo, se libere de las cadenas de la opresión, y alcance la emancipación total y definitiva. Solamente así me voy a sentir bien  en los momentos finales de mi existencia.

Santiago de los Caballeros,
19  de diciembre de 2013.

miércoles, 18 de diciembre de 2013

Las “víctimas” del Código Procesal Penal


Los delincuentes han descubierto que el Código Procesal Penal tiene muchos “bajaderos” que les permiten eludir la expiación de sus culpas.

Y esta penosa realidad la está sufriendo hoy una familia honorable que ha sido víctima de las maquinaciones legales que se motorizan al amparo de ese código, para dilatar la impartición de justicia en un caso criminal.
Nos referimos al caso del joven abogado Jordi Veras, hijo del prestante jurista de Santiago, doctor Ramón Antonio (Negro) Veras, que salió vivo de un atentado en su contra perpetrado por sicarios en el 2010 y ésta es la hora en que ni siquiera se ha iniciado el juicio de fondo contra los imputados.

El doctor Negro Veras, un reconocido defensor de los derechos humanos y sobre todo de mucha gente que ha sido acusada y sentada en el banquillo de los tribunales de la República, padece ahora en carne propia las inconsecuencias e incongruencias de un código que permite a los delincuentes retrasar los juicios con el sólo hecho de no presentar abogados defensores a las audiencias previas.

De ese truquito se han valido muchos criminales de tomo y lomo para burlarse de la justicia y de la sociedad, dejando a los jueces y al ministerio público desarmados e impedidos de actuar a contracorriente de estas “indulgencias legales” inexplicables.

El código da demasiadas garantías a los criminales, mas no a las víctimas de sus desmanes, y la mejor prueba es la experiencia que está pasando la familia del joven Jordi Veras, quien perdió un ojo y sufrió heridas en otras partes del cuerpo durante el atentado, y todavía la justicia no ha podido entrar a juicio de fondo y culminar dictando las debidas sentencias.

No sólo los Veras han sentido en carne propia esta vergonzosa flaqueza de nuestro código, sino centenares de familias dominicanas que han visto, decepcionadas, cómo los grandes sicarios, criminales, violadores o atracadores andan campantes por las calles dominicanas, pavoneándose de su “intocabilidad” y --lo peor-- reincidiendo en sus fechorías.

Caso Yordi lleva 42 meses sin justicia



SU PADRE, EL JURISTA RAMÓN -NEGRO- VERAS, ATRIBUYE EL RETRASO AL EXCESO DE GARANTÍAS QUE OFRECE A LOS DELINCUENTES EL NUEVO CÓDIGO PROCESAL PENAL
  • Entrevista. El jurista Ramón -Negro- Veras participó como invitado en el Desayuno de Listín Diario, donde fue entrevistado por el director del periódico, Miguel Franjul; el coordinador del encuentro Fernando Quiroz y la periodista Wanda Méndez.
Santo Domingo
El caso del atentado contra el comunicador y abogado Jordi Veras lleva 42 meses en la justicia y todavía no ha habido una condena contra los acusados del hecho que casi provoca la muerte al hijo del reconocido jurista santiaguero, Ramón -Negro- Veras. 
La fase de juicio de fondo  empezó en enero pasado y aunque han sido fijadas varias audiencias, ninguna ha podido celebrarse. Negro Veras precisó que las audiencias han sido aplazadas, debido a la estrategia empleada por los acusados,  que cambian constantemente de abogado para retrasar el proceso, que no puede ventilarse si el imputado carece de defensa legal. 
El jurista Negro Veras habló sobre el proceso seguido contra los acusados de atentar contra la vida de su hijo en el Desayuno de Listín Diario, en el que participaron su director Miguel Franjul y el coordinador Fernando Quiroz.
Precisó que en la fase de instrucción el proceso duró 30 meses, siendo iniciada  la etapa de juicio de fondo desde hace 12.  
Este retraso que afecta el caso es atribuido por Veras a las garantías que brinda el Código Procesal Penal a los delincuentes, en perjuicio de las víctimas, por lo cual demanda una modificación de esa norma.  
Considera que se debe legislar para establecer un mecanismo que impida que los imputados abusen del Código Procesal Penal. 
“El Código Procesal Penal no puede seguir como hasta ahora, se deben respetar los derechos de los imputados, darles garantías, pero los delincuentes no pueden tomar esa garantía como un bajadero”, consideró. 
Precisó que la audiencia del lunes pasado fue reenviada porque uno de los acusados cambió su abogado privado por un defensor público. “En cada audiencia los imputados se presentan con el cambio de abogados, están jugando con eso”, manifestó. 
Veras no tiene quejas sobre el sistema judicial, jueces, fiscales ni los policías que dirigieron la investigación.  
Su crítica es contra el mecanismo que contempla el Código Procesal Penal, que dice permite que los delincuentes se burlen  del sistema judicial. Tampoco cuestiona que los imputados utilicen los medios legales que les permite el Código, pero censura que abusen de ellos. Sostuvo que ese Código resulta infuncional para un país subdesarrollado y con instituciones débiles como la República Dominicana. Pese a todos los tropiezos, Negro Veras se mantiene firme. “No voy a escatimar esfuerzos hasta tanto se dicte una sentencia condenatoria”, advierte. 
Cree que la sociedad debe estar atenta a ese proceso, porque no puede seguir a merced de la delincuencia, pues entiende podría resultar lesionada si no se hace justicia. 
Percibe que los imputados temen a las pruebas presentadas, pues está convencido de que con el expediente que se ha preparado se producirá una condena ejemplarizadora. 

UN CASO QUE IMPACTÓ A LA FAMILIA VERAS

Con casi 75 años, Negro Veras confiesa que ningún hecho le había impactado tanto en su vida como el intento de asesinato de su hijo, el 2 de junio de 2010, que le provocó la pérdida de un ojo.
Por el papel activo que ha desempeñado durante toda su vida en contra de los abusos y violaciones a los derechos humanos, Negro Veras dice que siempre esperó un atentado en contra de él, pero no en contra de alguno de sus progenitores, para lo cual dijo no está preparado.
“El atentado contra mi hijo ha sido el mayor impacto en mi vida, yo preferiría morir antes que uno de mis hijos o mis nietos”, contó.
Aunque el atentado no ha impedido que Jordi continúe su ejercicio jurídico, ha variado su rutina de vida, y al menos lo ha sacado de los medios de comunicación, pues ha dejado de participar en el programa televisivo, al cual se dirigía cuando recibió los dos impactos de bala.
Y es que toda la familia Veras ha cambiado totalmente su ritmo de vida después de ese hecho. Agradece la solidaridad brindada por distintos sectores de la vida nacional.
Considera que el peso del atentado no ha sido más pesado por el calor humano y la solidaridad que ha recibido, el cual valora. Indicó que para cualquier joven o padre de familia el atentado a su hijo debe ser su caso.

sábado, 30 de noviembre de 2013

A los 42 meses de la tentativa de asesinato contra mi hijo Jordi

1.- Por formación familiar, profesional e ideológica, creo en la justicia para dirimir conflictos; la venganza no forma parte de mi comportamiento; por tal razón he esperado que el sistema judicial tome su imperio e imponga las sanciones que, conforme a nuestra Constitución y las leyes vigentes, los tribunales ordinarios del país han de aplicar a los que se asociaron para asesinar a mi hijo Jordi, el día 2 de junio de 2010, de cuya acción se cumplen ahora 42 meses.

2.- Sancionar al que pagó y organizó,  así como a los que ejecutaron la tentativa de asesinato contra mi hijo,  es un compromiso que mi familia y la sociedad dominicana ha puesto a cargo de los que administran  justicia. Una sociedad civilizada es merecedora de un servicio judicial serio, responsable, confiable, laborioso y rodeado de honestidad a toda prueba.   

3.- El expediente del Caso Jordi, debe convertirse en el punto de partida para que el crimen organizado sepa que en nuestro país no tiene garantía de impunidad para materializar sus acciones de matar por paga. La modalidad del sicariato sólo hace acto de presencia y se desarrolla, allí donde los encargados de aplicar las leyes se comportan tímidos, indiferentes y con signos de cobardía.

4.- No escapa al conocimiento de Jordi y toda la familia, que los imputados en el caso han procurado por todos los medios de desnaturalizar, contaminar y eternizar el proceso, con la finalidad de, entre otras cosas, sembrar el desconcierto y la desconfianza de la sociedad en los magistrados que conocen del asunto. 

5.- Los 42 meses transcurridos desde que se materializó la tentativa de asesinato contra mi hijo Jordi, en lugar de llevarme a la desesperación, han fijado en mí la convicción de que, más temprano que tarde, se ha de imponer la justicia. En esa misma línea de esperanza y confianza están los sentimientos de los padres y las madres del país que han visto en el caso Jordi, la tragedia que puede llegar a cualquier hogar dominicano.  

6.- Las maquinaciones que han hecho los imputados a los fines de que cada audiencia sea pospuesta, han servido para que lo mejor de la sociedad dominicana se de cuenta que ellos temen a que los magistrados tengan la posibilidad de examinar las piezas y escuchar los testimonios que han de servir de fundamentos para ser condenados por la acción criminal contra Jordi. 

7.- El expediente que constituye el conjunto de pruebas   contra todos y cada uno de los responsables del concierto y ejecución criminal para matar a Jordi, está debidamente fundamentado lo que hace posible que se dicte una sentencia acorde con la ley y el derecho.

8.- No importa el transcurrir de los meses ni las perversidades de los imputados; la desesperación ni el pesimismo se van apoderar de mi; soy un ser humano de convicciones formadas en el accionar de la vida; al lado de Jordi y su familia está la parte sana, limpia y solidaria del pueblo dominicano.

2 de diciembre de 2013.

jueves, 28 de noviembre de 2013

Ramón Antonio -Negro- Veras: un resiliente con carácter revolucionario

Por: Licenciado Santiago Rodríguez Tejada.

Entendemos como rasgos fundamentales del carácter del Doctor Negro Veras, el tener un espíritu crítico y libertad e independencia en el obrar. Por Santiago Rodríguez Tejada.

El pasado día 11 de noviembre asistimos, conjuntamente con mi esposa, a la puesta en circulación en Santo Domingo del libro: "Parte de mi vida: para mis hijos nietas y nietos", de la autoría del Doctor Ramón Antonio -Negro- Veras. Al Doctor Negro Veras, me une primero un sentimiento de profunda admiración, que data de aquellos años en los que él asumió con pasión y responsabilidad la defensa a ultranza de las libertades públicas para ese entonces totalmente conculcadas; y, segundo, una gran amistad forjada en mis diez años de ejercicio profesional en Santiago en la Oficina del licenciado Federico C. Álvarez, en donde el Doctor Veras en varias ocasiones fue mi contraparte.

Al leer "Parte de mi vida: para mis hijos nietas y nietos", y comprobar las circunstancias adversas y los graves contratiempos que, desde su niñez, tuvo que superar el Dr. Veras; así como su activa y arriesgada participación en las grandes jornadas de lucha por el respeto de la libertad y la dignidad de nuestro pueblo, tenemos que concluir que nos encontramos ante dos conductas tipificadas, una en el campo de la psicología como resiliencia, y otra, en de la ciencia política como carácter revolucionario.

Tal y como señalan Rosette Poletti y Barbara Dobbs en su libro titulado: "La Resiliencia.- El arte de resurgir a la vida", el término resiliencia se conoce desde hace mucho tiempo en el ámbito de la psicología. Stefan Vanistendael la define en los términos siguientes: "La resiliencia es la capacidad de una persona o grupo de superar grandes dificultades y crecer a través o en presencia de ellas de manera positiva". Para este autor, la resiliencia comprende dos dimensiones, a saber: 1) La resistencia a la destrucción, la capacidad de proteger la propia integridad ante fuertes presiones; y, 2) La capacidad de construir, de crear una vida digna de ser vivida, a pesar de las circunstancias adversas.

Según el Dr. Veras afirma en su libro, su madre jugó un papel estelar en su formación, sobre todo en la etapa de su niñez, lo cual es vital en el proceso de la resiliencia, pues tal y como advierte Michel Delage: "Según la teoría del apego, la necesidad de protección es una necesidad fundamental (…) La protección indispensable es la que nos calma, ese abrazo de la persona que más nos importa, que nos consuela y nos reconforta" ("La resiliencia familiar", p. 41)

Igualmente, cuando leemos "Parte de mi vida: para mis hijos nietas y nietos", no nos queda ninguna duda sobre el carácter revolucionario del Dr. Negro Veras; ahora bien, cuando hablamos de este carácter no estamos planteando que el mismo se forjara en su participación en un proceso de esta naturaleza, sino que entendemos como rasgos fundamentales de este carácter el tener un espíritu crítico y libertad e independencia en el obrar, virtudes muy propias de la personalidad del Dr. Veras.

Presumimos la existencia de este carácter en toda persona, que como sostiene el Profesor de la vieja Escuela de Francfort, Erich Fromm, en su obra "La condición humana": "que mantiene una relación particular con la fuerza, con el poder. No es un soñador que ignore que el poder nos puede matar, obligar, y hasta pervertirnos. Pero tiene una relación particular con el poder en otro sentido. Para él, el poder nunca llega a ser santificado, nunca asume el papel de la verdad, o de la moral y el bien. Este es, probablemente, uno de los problemas más agudos de la actualidad, tal vez el más importante: me refiero a la relación entre personas y poder." (pág. 82)

Otra de las características consideradas por el profesor Erich Fromm como propias del carácter revolucionario, y que ha observado el Dr. Veras en su conducta pública, es la identificación del sujeto con la humanidad, es decir, que trasciende los estrechos límites de su propia sociedad, por lo que es capaz de criticar tanto su sociedad como cualquier otra desde el punto de vista de la razón y la humanidad. Este carácter no se halla aprisionado en la adoración parroquial de aquella cultura a la que pertenece por nacimiento, que sólo es un accidente de tiempo y geografía. Este es un elemento a destacar en el caso del Doctor Negro Veras, porque aunque profesa su gran amor por su querido Santiago, lo hace con un profundo espíritu crítico. Además, el que leyó la breve hoja de vida aparecida en la solapa de la obra, pudo comprobar que éste fue Presidente del Comité Dominicano de Solidaridad con Haití, Vicepresidente del Comité Dominicano de la Paz y Presidente en Santiago del Comité Amigos de Cuba.

El Dr. Veras no es, como plantea Fromm, un simple rebelde o persona que esta hondamente resentida con la autoridad por no ser apreciada o aceptada, sino que su conducta, parafraseando al gran pensador alemán del siglo pasado, Walter Benjamin, en un comentario que hace de un pequeño fragmento de la obra Hamlet, de Shakespeare, se puede resumir de la siguiente forma: "Al Dr. Veras el mundo le asquea, pero no se aparta de él a la manera de un misántropo, sino que tiene un sentimiento de misión: Negro Veras siente y ha actuado como el que ha venido al mundo para ponerlo en orden, es decir como dice el protagonista de Hamlet: "El mundo está fuera de quicio… Suerte maldita! Que haya tenido que nacer yo para enderezarlo."

Cuando se lee el libro, no queda ninguna duda sobre el carácter revolucionario del Dr. Negro Veras.

sábado, 23 de noviembre de 2013

Ética y Compromiso Social de los Profesionales en la Construcción de la Ciudadanía

INTRODUCCIÓN


1.- El Director del Departamento de Humanidades de la Pontificia Universidad Católica Madre y Maestra, P. Diego López Luján, me solicitó participar, en el curso de la mañana de hoy, en este panel con el tema Ética y Compromiso Social de los Profesionales en la Construcción de la Ciudadanía.

2.- Hablar de la ética entraña referirse a la formación de un ente social, y para mencionar a ese ser humano debemos tomar en consideración: a) la sociedad donde se formó; b) el círculo familiar de donde proviene; c) la incidencia de sus padres en la formación de su carácter y, d) su comportamiento en la sociedad en la cual acciona. 

3.- Los dominicanos y dominicanas de hoy no nos hemos levantado en el espacio sideral, sino aquí, en nuestro medio; con altas y bajas, con atrasos y avances zigzagueantes 

I.- NUESTRA SOCIEDAD EN CRISIS


4.- La realidad de la familia en crisis, es la expresión de una sociedad débil. 

5.- No podemos ignorar  el cuadro que nos presenta en la actualidad el ordenamiento económico y social bajo el cual vivimos, así como tampoco la influencia del organismo familiar en el desarrollo de los niños, y la formación de su carácter; la integración del padre a la formación del hijo; el papel de la escuela. Estos factores nos obligan a pensar que lejos de ser un elemento el que incide en el desarrollo de la ética, son varios y de naturaleza diferente.  

6.- En el comportamiento de una persona también se destaca la influencia de los padres; la escuela y los profesores; las instituciones del Estado, en fin, todo un conglomerado social que, aunque se define en forma aislada, representa una parte de un todo de lo que será la forma de proceder de un hombre o una mujer en sociedad. 

7.- La conducta de la dominicana y el dominicano de hoy, es la expresión de la sociedad dominicana enferma, la cual está pagando el costo social de una crisis de fondo, no coyuntural.  

8.- Cuando decimos que la educación en el país está en crisis, lo que expresamos es una situación real, objetiva, viva. Pero no es solamente el sistema educativo que manifiesta crisis, sino también el de salud, el policial, el legislativo, en fin, la sociedad en su conjunto.

9.- La organización económica, política, educacional, policial, militar y familiar está hoy afectada por esa crisis de fondo que llega a todas las familias, sin importar origen social y económico.

10.- Si nos apartamos de las instituciones que integran el Estado dominicano, y lanzamos una mirada hacia la actividad comercial, al mundo de los negocios, al sector empresarial, también ahí observamos crisis.  No se puede decir, en honor a la verdad, que el comerciante, el industrial y el banquero de hoy es el mismo de ayer; la crisis ha arropado a toda la sociedad.  No hay nada por excluir: ni a las instituciones del Estado, ni al sector privado, ni a los vinculados con el comercio ni a las que están relacionados con las profesiones liberales.

11.- Pura y simplemente, la sociedad dominicana está enferma; y su cura no está en medidas artificiales; hay que ir a la esencia del problema; el cambio no puede ser de fachada. La transformación ha de ser profunda, porque solamente así puede surgir un ser humano nuevo, con una conducta nueva, con una ética diferente a la actual; con el comportamiento de ciudadanas y ciudadanos que crean en las virtudes que adornan a los seres humanos por su actitud en el seno de la sociedad. 

12.- Con la idea anterior no quiero significar que todo está perdido. Dentro del orden social vigente se pueden crear mecanismos, instrumentos, espacios de lucha democrática, que hagan comprender a la generación actual que ella  tiene el compromiso de hacer cambiar de rumbo el país; que esto no puede seguir como hasta ahora; que a ella le corresponde dar los pasos para, sobre la base de esta sociedad en decadencia, ya enferma,  comenzar a dar pasos en firme que sirvan como punto de referencia hacia nuevos  horizontes de honradez, decencia, honestidad, desprendimiento, solidaridad y sentido de  compromiso cívico. 

II.- LA FAMILIA DOMINICANA Y SU DETERIORO


13.- Para hablar de la ética en un ser humano cualquiera, hay que hacer mención de la unidad familiar en la cual se ha levantado,  de esa sociedad pequeña que es la familia, y también de la general, que es la sociedad grande. 

14.- La sociedad – se ha dicho- no es más que el desarrollo de la familia; si el hombre sale corrompido de la familia, corrompido entrará a la sociedad.  En la medida que se descompone la familia, se agrieta la sociedad, y en ella hacen acto de presencia fenómenos sociales nocivos de toda índole, que van desde el individualismo, pasando por el egoísmo hasta llegar a la corrupción en toda su extensión, como está ocurriendo aquí ahora. 

15.- En nuestro país no podemos querer tapar el sol con un dedo.  Se advierten signos de deterioro familiar.  Las causas pueden ser de naturaleza diferente, pero sí tenemos que buscarla en el seno de la sociedad; pretender   ubicar el relajamiento familiar al margen de la sociedad es como querer ladrarle a la luna.

16.- Debemos buscar el fondo del fenómeno de la descomposición familiar en la crisis que afecta la sociedad dominicana en el orden económico, social y político; en el hecho del padre y la madre abandonar el hogar para ligarse a la producción; en la participación de los niños y adolescentes en la producción social; porque algunos padres, en su afán de tener un buen patrimonio económico, abandonan a los amigos la terminación de la formación de la conducta de sus hijos; la jurisdicción de la fábrica llena de dinero las carteras de los padres, pero a cambio de olvidar o limitar  el cariño, amor, y comprensión hacia los hijos, en fin, la familia en su conjunto ha sido arropada por la crisis que padecemos.

17.- Pero por encima de la situación de mal profundo que existe en nuestra sociedad, la familia debemos mantenerla como algo limpio; no permitir que sea tocada por el tufo de la podredumbre que se presenta como signo de destrucción social.  Cada padre debe sentirse bien con su hijo, orientarlo siempre, y comprender que su misión como padre de familia termina con la formación.

18.- Por el estado en que vive hoy nuestro país hay que hacer caer sobre cada quien su responsabilidad: primero, la familia; segundo, la escuela, y tercero, la sociedad en su conjunto.

19.- Los padres, hoy, deben hacer un alto en el camino; reflexionar y comprender que están en la obligación de aportarles a la posteridad hombres y mujeres ejemplares; hacer conciencia de que si no pueden ejercer influencia en la escuela, sí están en el deber de edificar la familia, para formar  hijos que sean, en el futuro, dignos continuadores de padres ejemplares; porque    mañana,  sus hijos van a transmitir a sus nietos el comportamiento humano que han heredado del hogar que los formó; la buena o mala actitud humana se transmite de generación en generación. Cada acto del padre es un eslabón importante en la conducta del hijo.

20.- Hay que cuidar la familia. Si la familia sigue el relajamiento que se advierte hoy, vamos directos a una sociedad sin esperanza de cariño, sin amor, sin comprensión.  Hay que hacer entender a cada padre de familia, que cada cabeza de familia debe ser pontífice y rey en su casa, pero para ganarse tal calidad, tiene que identificarse con sus hijos.

21.- Todo aquel que pretenda ignorar la realidad del deterioro de la familia dominicana, no vive aquí, es un estúpido, o se está aprovechando de la podredumbre que exhibe hoy esta sociedad enferma.

22.- Luchar contra un fenómeno social nocivo es propio de hombres y mujeres que confían en la potencialidad de la lucha del pueblo; en los cambios sociales, y en un futuro luminoso para su país y toda la humanidad. En el seno de nuestro pueblo hay todo un abanico de fuerzas políticas convencidas de que no podemos seguir viviendo como hasta ahora, ni en este medio social dominado por la moral y ética de cafres; un ambiente que asfixia a cualquier persona decente y civilizada. 

23.- Los cambios que necesita el país, y merece nuestro pueblo, han de ser la obra de fuerzas motrices en ascenso, no en decadencia. Por tanto, la juventud dominicana identificada con las mejores causas, los profesionales del futuro con compromiso social, han de hacer un aporte significativo para instaurar en el país un nuevo orden económico, político y social.

24.- De ahí que conviene destacar la presencia de los jóvenes en el accionar político y social del país, siempre y cuando procedan con sentido de compromiso social.

III.- LOS JÓVENES PROFESIONALES EN LA VIDA POLÍTICA


25.- La juventud, como segmento de la sociedad humana, posee características muy propias que las distinguen de los demás grupos sociales presentes en todo ordenamiento social. Aunque no hay un criterio unánime con relación al período juvenil, partiendo del desarrollo actual del ser humano, se admite que está comprendido entre los 14 y los 25 años, lapso de tiempo que va desde la madurez biológica a la plena madurez social.

26.- En el comportamiento del joven se destaca su gran dinamismo, dentro de la coyuntura social y política en la cual desarrolla sus actividades. En los momentos en los cuales se llevan a cabo grandes batallas entre lo nuevo y lo viejo, la juventud se manifiesta con actitudes comunes, posiciones idénticas ante fenómenos de igual origen, que la ubican abrazando el progreso social y libertario.

27.- Se ha admitido que en razón de su incompleta ocupación en el seno de una estructura social, la juventud recoge fácilmente el influjo de ideas y concepciones nuevas, renovadoras, adversas al orden social y político dominante. La juventud, por lo general, rompe con las normas que las minorías imponen a la gran mayoría del pueblo y se convierte en intérprete de éste.

28.- Tiene importancia la incidencia de la juventud en la lucha política y social porque los rasgos que la caracterizan, como son su dinamismo, su percepción de lo nuevo y la importancia que asume en el desarrollo social, mueven hacia ella la atención de los grupos sociales fundamentales. La juventud, por su esencia misma, se manifiesta casi en forma unitaria, en sentido condenatorio contra las injusticias, contra el despotismo, a la vez que expresa con franqueza su apego a la lucha por la libertad, demostrando entusiasmo y disposición al sacrificio.

29.- La juventud comprende con facilidad el rol que está llamada a jugar en cada sociedad. Ella es la expresión del futuro, porque el futuro es su mundo y de la lucha que libre en el presente va a depender cómo han de vivir las futuras generaciones; con un mañana de paz, alegría, felicidad y progreso social o, por el contrario, de guerra, tristeza, angustia, atraso y corrupción.

30.- Corresponde a la juventud impulsar cambios para democratizar la vida institucional, para poner la cultura, la ciencia, las artes, la educación, la salud al alcance de los que en cada país son los más, en fin, la juventud tiene que estar a la vanguardia para situar al ser humano como objetivo del desarrollo de la sociedad a la vez que como supremo valor social.

31.- La lucha heroica de la juventud dominicana se ha puesto de manifiesto cuantas veces lo ha requerido el interés nacional poniendo sus ideas y sus esfuerzos creadores para la edificación de un país nuevo de una República Dominicana nueva.

32.- En estos momentos, precisamente ahora, la juventud dominicana tiene un gran compromiso; está en el deber de elevarse, de destacarse, de poner su reloj en hora para cambiar  el estado de descomposición imperante; ella debe señalar el camino, hacerlo con sentido realista, inteligente, pluralista; sin sectarismo y con mucho tino y, principalmente, moverse con compromiso social.

33.- No cabe duda que a un profesional sensible, identificado con su pueblo, y que además es joven,  no le queda otro camino que integrarse al mosaico de dominicanas y dominicanos dispuestos  a construir el país que queremos y merecemos.  

IV.- LA JUVENTUD Y EL COMPROMISO SOCIAL DE LOS PROFESIONALES


34.- En razón de que he abordado el tema de la juventud, y la esperanza que tiene nuestro país en ella, y en vista de que el término compromiso social es uno de los títulos del seminario que motiva esta exposición, conviene hacer referencia a la ética y al compromiso social de los profesionales en la sociedad humana en general, y la dominicana en particular. 

35.- La condición de estudiante, al igual que la de joven, es circunstancial. Los jóvenes y los estudiantes tienen condiciones transitorias en el ordenamiento social. La condición no estable del joven, y también del estudiante, hace que la generalidad cambie una vez se convierten en adultos u obtienen un título universitario, y hasta reniegan de los principios que habían abrazado y defendido en su juventud y época de estudiante.

36.- El desarrollo fisiológico e intelectual de los profesionales de hoy es cada vez más rápido. Esta aceleración incide notablemente en los intereses, inquietudes, así como en la orientación de los mismos. 

37.- El crecimiento progresivo de los bienes materiales hace que surjan particularidades nuevas en la formación espiritual de los profesionales en su psicología y su concepción del mundo. La maduración fisiológica y psicológica más rápida de los profesionales jóvenes, la temprana reacción a los problemas sociales, contribuyen a una rápida maduración política y su incorporación a ella.

38.- La internacionalización de los procesos sociales, el impetuoso desarrollo de los medios de comunicación social, y el fomento de toda clase de contactos internacionales intensifican indudablemente, y en gran medida el impacto de los procesos globales en la vida de los profesionales de los distintos países.

39.- No quiero teorizar. Aspiro a que queden fijadas en la conciencia de ustedes ideas centrales que deben ser retenidas para que comprendan las responsabilidades que tienen como profesionales jóvenes, porque los  profesionales de hoy tienen más compromisos sociales que los de ayer; tienen que enfrentar problemas muy diversos,  no solamente nacionales,  sino mundiales.

40.- Las jovencitas y los jovencitos profesionales de hoy tienen que saber que están comprometidos con la lucha por la defensa del medio ambiente. Respiramos un aire común, tenemos un solo mundo, una sola tierra y solamente podemos ver un solo cielo. Si queremos seguir disfrutando el canto de los pájaros; el movimiento de los árboles; el movimiento de las olas de los mares, los profesionales dominicanos y del mundo tienen que hacer suya la causa en defensa del medio ambiente.  

41.- También están comprometidos los profesionales nuevos con la lucha por la paz mundial. La tranquilidad espiritual debe ser un patrimonio de toda la humanidad; los escritores, los dramaturgos, los hombres y mujeres de ciencias, en fin, el ser humano no necesita las bombas para crear, para expresar ideas hermosas, para ver las cosas bellas que nos ha dado la naturaleza y ha creado la mano de millones y millones de hombres y mujeres. La paz debe ser defendida y garantizada; las diferencias que puedan surgir tienen que ser resueltas con sentido realista, de paz, de comprensión, poniendo siempre por delante la preservación de la especie humana. No necesitamos bombas nucleares ni de ningún tipo para convivir como seres humanos civilizados.

42.- Todos los seres humanos somos iguales y no puede haber diferencia por el color de la piel. Es un compromiso de la juventud y los profesionales del presente y del futuro luchar contra la discriminación racial.  Esto tiene que ser una preocupación constante, permanente. Rechazar toda forma de discriminación debe ser signo de cada joven dominicano y del mundo.
43.- El compromiso de la juventud, de los profesionales con sentido social, no está limitado a su lar nativo; problemas mundiales entrañan ser enfrentados por todos los que en el mundo se identifican con las mejores causas, con las causas justas. Por tanto, la juventud y los profesionales de hoy tienen que saber que están comprometidos con la lucha contra la pobreza, la insalubridad y el analfabetismo.

44.-Hay un punto que quiero que ustedes no olviden porque al recordarlo se van a sentir como profesionales nuevos, renovados y verdaderamente libres. Lo que quiero es que todos ustedes se identifiquen, lleven fija en su conciencia, en lo más profundo de su corazón la solidaridad. La solidaridad es la más alta expresión de identificación y sensibilidad en los seres humanos. Durante todo el tiempo, mientras ustedes estén formando parte del mundo de los vivos, deben extenderles la mano solidaria a todo aquel que precise del calor humano y de la comprensión.

45.- Como jóvenes, como estudiantes y futuros profesionales, deben saber que están comprometidos desde el punto de vista social con su pueblo y con toda la humanidad, y para cumplir su misión en el seno de la sociedad humana tienen que hacer suya la idea de que todos los hombres y mujeres del mundo deben tener como norte, guía y principio la defensa de los derechos humano y las libertades públicas, sin importar que la defensa la manifiesten en su lar nativo o en el extranjero.

V.- PROFESIONALES NUEVOS PARA FORTALECER UNA NUEVA DEMOCRACIA


46.- El compromiso social de los profesionales en la construcción de la ciudadanía no está limitado a lo que hay que hacer, sino también en orientar al pueblo, a los miembros de la comunidad, para no dejarlos  confundir por sus enemigos tradicionales       

47.-  El ejercicio de la democracia ha de ser la obra de hombres y mujeres libres; de profesionales comprometidos, que son aquellos que no aceptan la politiquería por conveniencia y cobardía, ni la indiferencia cómplice con intereses retardatarios. 

48.- La democracia funcional dominicana, en la que debe incidir el profesional con compromiso social, se ha de construir con el accionar político de los que creen y practican el diálogo, no el monólogo; con la luchas de aquellos que pregonan, exigen y reclaman una sociedad abierta y plural; con el activismo de los que reclaman el cambio del modelo económico vigente y el modo atrasado de gobernar. 

49.- La tendencia a la democratización de la sociedad debe ser hoy lo más relevante en el debate político, algo que sólo es posible si intervienen, entre otros profesionales comprometidos con su pueblo, impulsando acciones que expresen las aspiraciones reivindicativas de las fuerzas que representan los cambios sociales.

50.- Las formas arcaicas de hacer política han de ser eliminadas y denunciadas por los profesionales con compromiso social e interesados en el avance de la democracia, porque no se crea ambiente democrático con el accionar politiquero que aniquila el dinamismo de las masas populares.

51.- Una vez las estructuras de un modelo económico se hacen añejas, como las nuestras, corresponde a las fuerzas del progreso, entre las cuales han de estar los profesionales del país que se consideren comprometidos en construir un nuevo orden con capacidad de solucionar los acuciantes problemas nacionales. 

52.-  En la búsqueda de una democracia viva, sólida y funcional, en la que el pueblo dominicano sea el artífice determinante, se han de unificar los sectores, clases y capas sociales no comprometidos con el ladronismo, la cleptocracia y otras tantas formas que deslustran la democracia actual, y hace imperiosa su higienización.

53.- El ambiente político nacional dominicano ha estado controlado por grupos incapaces de dar brillo al accionar político; ellos se han constituido en retrancas de las fuerzas motrices que reúnen las condiciones para abrillantar y prestigiar el accionar político. Con instituciones empañadas se desnaturaliza el objetivo de lograr una democracia cautivadora para hombres y mujeres limpios mental y políticamente, como se supone han de ser los profesionales con compromiso social, en procura de crear ciudadanas y ciudadanos preocupados por los mejores intereses del país.

54.- Para adecentar la democracia en nuestro país, los profesionales del futuro, aquellos que están dispuestos a ligar su destino con el pueblo, deben enfrentar los viejos métodos de hacer política, enfrentar la politiquería que sólo  conviene a quienes han prostituido las aspiraciones legítimas del pueblo dominicano en busca de una  democracia que se ajuste a los nuevos tiempos. 

VI.- EL PAÍS NECESITA PROFESIONALES CON COMPROMISO SOCIAL Y SENTIDO   CÍVICO

    
55.- La sensibilidad de una mujer u hombre se mide por su comportamiento ante los problemas que afectan a la comunidad. La actitud de los seres humanos ante los problemas sociales, los define ante la vida y la historia.

56.- Mañana, después de obtener el título universitario y ya convertidos en profesionales, sí ustedes se comportan como profesionales preocupados en la elevación de la conciencia ciudadana, se pueden sentir satisfechos como personas y como dominicanos. 

57.- El país necesita del concurso de sus mejores hombres y mujeres, de aquellos que están en disposición, por su compromiso social, a  luchar por la solución de los problemas del país, porque están concientes de: 

a).- Que la debilidad de la democracia dominicana reside, no sólo en el atraso del sistema social imperante, sino en la incuria, indiferencia, apatía, en la desidia de la gran mayoría de nuestro pueblo en el accionar político no electorero.

b).- Que para ampliar el espacio que la democracia actual ofrece, se impone un esfuerzo mancomunado de hombres y mujeres identificados con la lucha social y política limpia, decente; necesitamos crear nuevos huecos políticos en los marcos del orden actual, para reclamar con voces unificadas lo que hasta ahora no hemos logrado, y que aquellos que se burlan de las electoras y electores creen que estamos aniquilados, que ya nos rendimos a sus pies ante tantos desmanes.

c).- Que las grandes transformaciones sociales, la eliminación de las viejas estructuras, han sido la obra de hombres y mujeres a quienes repugna el orden establecido en decadencia. Las disputas siempre han sido planteadas por personas portadoras de ideas renovadoras, dispuestas a combatir a los que se resisten a los cambios que reclama la sociedad.

d).- Que las fuerzas políticas en ascenso no deben aceptar sumisas las cadenas que procuran mantener esclavizadas a las masas irredentas; en defensa de los subyugados se han de poner en tensión los indómitos que, en cada coyuntura, han impulsado la rueda de la historia que mueve a los portadores de la liberación.

VII.- LA ÉTICA Y LA MORAL EN EL PROFESIONAL CON COMPROMISO SOCIAL


58.- Debo hacer la observación de que esta exposición la estoy haciendo bajo la presunción de que estoy en presencia de  jovencitos y jovencitas de bien, sensibles; que provienen  de hogares dirigidos por padres que se han sacrificado  para  que mañana  sean ciudadanas y ciudadanos dignos, y puedan servir de modelo a su generación y a las posteriores.

 59.- Pues bien, conociendo el medio social nuestro, comprendo el tortuoso camino que tiene que recorrer un dominicano o dominicana para llegar a obtener un título que lo acredite como profesional de una rama determinada. 
60.- Momentos de angustia, desesperación, nerviosismo, han pasado a lo largo de sus vidas de estudiantes, pero estoy seguro que la gran mayoría llegará a la meta que se trazó al escoger la profesión que cursa.

61.- Muchos han de obtener un título universitario que lo acreditará como profesional, mas será el tiempo que los calificará como buenos profesionales, y dignos hijos de esta tierra que les vio nacer.  Pero no importa que serán, lo que sí importa   es que mantengan, aún en los momentos más difíciles de sus vidas, los principios sobre los cuales debe descansar su actividad, y hagan suyo el adagio: “Quien comienza en juventud a bien obrar, señal es de no errar en senectud”.

62.- El ser humano rebaja su obra o la eleva, con su actitud en la vida pública y también en la vida privada.  Y la actitud asumida ante un hecho va a ser juzgada no por un hombre actuando en función de juez o árbitro, sino por el pueblo, por la sociedad donde realice sus actividades, que es juez de las actividades humanas.

63.- En la universidad ustedes están aprendiendo los principios generales de las distintas disciplinas que figuran en los programas y les enseñan sus profesores; pero en el ejercicio de la profesión encontrarán todo un laboratorio en el cual deberán analizar fríamente cómo actuar y proceder.

64.- Una vez ustedes se conviertan en profesionales, comenzarán a definir el objetivo de su vocación en este ambiente, en este medio donde convergen tantos fenómenos sociales, políticos, económicos; pero como principiantes deben ser intérpretes justos de la realidad social. 

65.- Una actividad profesional llevada con seriedad  es un sacerdocio, y para cumplirlo cabalmente se requieren condiciones que muchas veces no dependen de las aptitudes personales del individuo. El medio influye de una manera determinante en la conducta. 

66.- La situación concreta de nuestro país, la base económica y social alrededor de la cual se levanta la superestructura del país, muchas veces asfixia al novel profesional.  Pero ustedes deben vencer todas las adversidades, enterrar las malas tentaciones, y por encima de sus necesidades más perentorias poner los principios de la moral, la honestidad, ética y responsabilidad, no solamente como profesionales, sino también como hombres de nueva generación, con compromiso social y una nueva ética.

67.- El pueblo dominicano tiene que exigir el máximo a sus nuevos profesionales; porque si es cierto que el sacrificio de sus padres es meritorio, no es menos cierto que, bajo grandes esfuerzos, la contribución del pueblo ha sido determinante en la formación, preparación y educación de ustedes, que deben ser sus mejores hijos, y representar un valor nuevo,  sin vicios, sin trabas, sin prejuicios sectarios, en fin, un valor puro, un valor inmaculado, como se lo merece lo que en verdad se llama pueblo dominicano.

68.- Lo fundamental es que ustedes, como profesionales comprometidos desde el punto de vista social, sirvan a su país.  Cómo servirle al país como profesionales?  Ejerciendo su profesión con altura, dentro de los principios de la ética y la honestidad, todo acompañado con espíritu de sacrificio y con mucha sensibilidad y compromiso social.

69.- El hombre o la mujer que bien formado sale del hogar, buenas actuaciones ha de exhibir en el seno de la sociedad, tomando siempre en consideración que las normas morales abarcan la conducta de las personas, no sólo en el marco de la vida privada, sino en todo el comportamiento con respecto a las demás personas y a la sociedad. 

70.- Las relaciones del individuo con la sociedad, la combinación del interés personal y el social ha sido siempre el problema principal de la moral.  Estas relaciones, que tienen su origen en determinadas relaciones jurídicas, económicas y que en cierto sentido son un aspecto de ellas, dejan su impronta en toda la “vida privada” del hombre, en las formas de su trato con las demás personas.   Cada época histórica tiene su moral imperante, y corresponde a cada uno de ustedes, jóvenes sin compromiso con el pasado, y no comprometidos con lo negativo del presente, levantar los principios sobre los cuales descansará la moral de los futuros profesionales; la moral de un profesional sin egoísmo, sin prejuicios, sin apetencias personales desmedidas, en fin, un profesional digno de una nueva sociedad.

71.- Como jóvenes, como profesionales preocupados por la sociedad, y en búsqueda de la verdad, deben de procurar la moral no en base a normas, ni en la naturaleza eterna del hombre, sino en la existencia social de los hombres; comprender en virtud de qué causas ceden el puesto a otros principios una norma  de comportamiento; descubrir por qué es inevitable el triunfo de los principios y las normas de una moral nueva; de una moral nueva para una sociedad nueva.

72.- En lo que respecta a la ética, tenemos que verla como la forma máxima de la expresión de la moral, como forma específica de la conciencia social, como la piedra de toque del progreso moral del ser humano. 

REFLEXIONES FINALES


1.- La crisis que padece la sociedad dominicana en el orden económico, social, institucional y moral, es sumamente preocupante; y lo peor es que todavía no ha tocado fondo.

2.- Lo que sirve de motivación material a la generalidad de los dominicanos y dominicanas de hoy es la mercancía dinero, y en nombre de adquirirla están en disposición de ejecutar los actos más despreciables.

3.- El relajamiento en el seno de la familia ha conducido al desenfreno; la degradación ha sido aceptada por muchos padres con indiferencia, lo que lleva a que la depravación se vea como algo normal.

4.- Los padres de familias que delegan en la escuela la formación de sus hijos e hijas, proceden en forma equivocada, porque desconocen que    la educación en el hogar es la base fundamental para el comportamiento, en el futuro, de los adultos.

5.- El origen social, pobre o rico, no justifica la actitud de indiferencia ante los problemas que afectan al pueblo.

6.- La condición de profesional de una carrera universitaria cualquiera, crea en su titular más responsabilidad y compromiso cívico que a sus compatriotas no investidos.

7.- Ante los problemas de toda índole que lesionan vivamente al pueblo dominicano, los profesionales del país, sin distinción, están en el deber de incidir en la vida pública. 

8.- El comportamiento de cualquier profesional dominicano va a ser valorado en el futuro, no por su capacidad, talento y patrimonio económico, sino por la posición que haya asumido en cada coyuntura de la vida política y social del país, al lado de las causas justas.

9.- Aquel que obtiene un título universitario, y con su esfuerzo alcanza el éxito y, además es buen esposo y padre de familia, no está liberado del compromiso que tiene con la lucha reivindicativa de su pueblo.

10.- Como profesional comprometido se acciona en la vida pública del país, por convicciones, no por conveniencia hija de la circunstancias.

EXHORTACIÓN


Para concluir, me permito exhortarlos a que retengan  como comportamiento cívico y hombres y mujeres de bien estas dos  ideas:

a) Desarrollar la moral y la ética  ha de ser para cada uno de ustedes, tratar de que los postulados de la moral y la ética profesional se conviertan en parte integrante de sus convicciones personales, en rasgos de su carácter, que las normas que rigen la ética y la moral de ustedes se cumplan voluntariamente, por costumbre. 

b) Los profesionales con compromiso social, ético y moral, tienen que revestirse de un espíritu de sacrificio; saber que como miembros de la sociedad donde ejercen su profesión tienen que, además de su actividad profesional como medio de subsistencia, servirle a la comunidad, incidir en la vida pública, sin importar las circunstancias.