viernes, 2 de mayo de 2025

La inmigración y las salvajadas contra las parturientas haitianas

  1. Históricamente, se ha dado el desplazamiento de grandes cantidades de personas físicas de un país a otro. La emigración ha tenido diferentes motivaciones.
  2. En el pasado, dejar el país de origen para establecerse en otro estaba encerrado, por lo general, en la persecución política, religiosa, discriminatoria o por necesidades materiales y espirituales del peregrino.
  3. En la actualidad, en la situación mundial está presente y se destaca el fenómeno migratorio, que es la consecuencia del desarrollo desigual del país del emigrante y el que hace de receptor.
  4. En la República Dominicana hay una gran cantidad de nacionales haitianos, en calidad de inmigrantes, insertados en distintas áreas del mercado laboral.
  5. Desde el año 1971 hasta ahora, 2025, no existe ningún Acuerdo firmado entre la República Dominicana y Haití para la entrada de haitianos a vender su fuerza de trabajo a un empleador o patrono dominicano.
  6. El inmigrante haitiano que presta servicios en la industria de la construcción, sector turismo o agrícola, lo hace al margen de cualquier reglamento que tenga fuerza de ley.
  7. Los empleadores o patronos, al igual que el gobierno central, tienen conocimientos de las condiciones bajo las cuales ejecutan sus actividades los inmigrantes haitianos.
  8. La estadía del haitiano en el territorio nacional, en condición de inmigrante, sin documentación alguna, es manejada por las autoridades dominicanas partiendo de su conveniencia política coyuntural.
  9. En otro orden, el asunto de las haitianas que vienen al país a parir es un negocio de tráfico de personas que se inicia en la frontera dominico-haitiana y termina en una sala de parto convertida en una desvergüenza, toda una afrenta.
  10. Lo que actualmente está ocurriendo en nuestro país con el trato a las haitianas que vienen a dar a luz es para horrorizarse, estremecerse, horripilarse y avergonzarse.
  11. El bochornoso procedimiento que se está poniendo en práctica contra las parturientas haitianas indocumentadas nos coloca como un país de gente deshumanizada.
  12. Una mujer haitiana indocumentada que llega aquí a dar a luz, en el curso del proceso de alumbramiento en el hospital pasa por un espacio de crueldad del cual es víctima la que está pariendo y el médico que la asiste.
  13. La haitiana que como indocumentada llega a la República Dominicana a echar al mundo una criatura es tratada como un trapo, puesta de vuelta y media ella y el galeno que la ayuda a alumbrar.
  14. Cuando la mujer haitiana no ha terminado de dar a luz, todavía con parte del niño o la niña en el vientre, ya está frente a ella un agente de migración, papeles en mano, para determinar su condición de indocumentada o no.
  15. Es para sentirse avergonzado, ponerse de mil colores, saber que en nuestra patria se recurre a métodos que causan repugnancia para hacer cumplir una ley nacional, estando de por medio una parturienta.
  16. Nadie se opone a que se le aplique la ley al que se coloca al margen de ella, pero sin violar el derecho a la vida y a la dignidad humana. En nuestro país, la salvajada contra las parturientas haitianas no debe continuar.