lunes, 30 de septiembre de 2024

Gobernando a nuestro pueblo a sus anchas

  1. He decidido escribir este artículo con el fin de hacer un examen sobre la posibilidad que, en lo inmediato, tiene el pueblo dominicano de quitarse de encima a quienes le impiden el progreso social.
  2. Solamente una minoría de dominicanas y dominicanos cree que el país marcha bien, que avanza de maravillas, a pedir de boca.
  3. Pero lo que enseña la realidad es que para la mayoría de nuestra población, no vamos por buen camino, por lo que conviene cambiar de rumbo para vivir mejor.
  4. Si aspiramos a modificar la situación actual por otra que se pueda soportar, que sea llevadera, lo primero es saber las fuerzas políticas y sociales llamadas a ejecutar las transformaciones que necesitamos.
  5. En la actualidad, ninguno de los partidos del sistema está en condiciones de cambiar ni modificar el actual ordenamiento económico y social.
  6. Las organizaciones políticas que aglutinan a la mayoría de ciudadanas y ciudadanos dominicanos, tienen como objetivo llegar al gobierno central para aprovecharse del presupuesto.
  7. Distribuir el erario, repartirlo conforme los votos aportados, es misión de quien resulta elegido como representante del Poder Ejecutivo. Esto no tiene nada que ver con el desarrollo nacional.
  8. Es pura ilusión pensar que la República Dominicana va a salir del atraso confiando en partidos estructurados para resolver problemas personales y de grupos poderosos.
  9. Lo que hay aquí son partidos políticos formados con el fin de capturar electores, para luego de encadenados ponerlos a sufragar mediante prebendas.
  10. No es más que perder el tiempo y sembrar en nuestra conciencia falsas expectativas, esperar con confianza y seguridad lo nuevo que puedan hacer los partidos tradicionales.
  11. No contamos, por ahora, con instrumentos políticos que pongan en ejecución cambios estructurales. Lo que están en el ambiente propugnan para que prosiga el statu quo.
  12. Las organizaciones políticas llamadas a cambiar, en esencia o forma, el sistema social que padecemos, no tienen el suficiente empuje, el vigor necesario para transformar a nuestra sociedad.
  13. No tenemos organizaciones de masas, sindicatos, gremios y asociaciones con capacidad movilizadora que reúnan las condiciones necesarias para incidir y traer consecuencias.
  14. En los últimos años, órganos que antes hacían labores de orientar y activar, ahora se han convertido en entidades que solo sirven para hacer reuniones y platicar sobre asuntos intrascendentes.
  15. De vez en cuando observamos que hacen acto de presencia organizaciones llevando a cabo actividades de reclamos específicos que no generan hostilidades de índole social. Al final todo queda como si no hubiera ocurrido nada.
  16. Con todo pesar, debemos de admitir que, actualmente, los sectores, clases y capas sociales que representan el atraso, controlan el escenario político dominicano. Está predominando el retroceso, y la negación a la independencia y a la soberanía nacional. Pero esto no siempre será así.

viernes, 27 de septiembre de 2024

El dinero nulifica la política dominicana

  1. La persona, en la actividad política, dependiendo de las ideas que anida en su pensamiento, participa con diferentes propósitos. El entendimiento le sirve de guía para accionar.
  2. La presencia de distintas clases sociales en el medio social dominicano, hace posible la diversidad de mujeres y hombres con las más variadas ideologías y creencias opuestas.
  3. Los ideales heterogéneos traen consigo formas contrarias de cómo analizar los fenómenos sociales, la manera de enfrentarlos y comportarse.
  4. De cómo actúa el ente social, lo define en su conducta, en el obrar en uno u otro sentido. El ambiente dominicano de hoy es fácil para conocer la pasta, el modo de ser de cada individuo.
  5. La forma como está organizada la sociedad dominicana, y la moral que le sirve de sostén, han permitido que la actividad política se convierta en un lucrativo negocio.
  6. Para hacer politiquería de baja estofa basta con estar dominado por ideas inclinadas a la buena vida sin el mayor esfuerzo.
  7. La mercancía dinero, la más apreciada dentro del sistema predominante aquí, es la que motoriza la política dominicana.
  8. El estado de deterioro ético y moral que exhibe el país, guarda relación directa con la degradación, la prostitución de la política expresada en la politiquería.
  9. De la misma forma que la politiquería ha echado raíces profundas por el fenómeno de la corrupción, en igual medida se han degenerado las instituciones y demás órganos del Estado.
  10. Como el dinero es lo que mueve la politiquería, se ha hecho notoria la ausencia de la motivación política decente y liberadora. El quehacer con ideas transformadoras, ya no cuenta, es cuestión del pasado.
  11. Poner de por medio el dinero, resta, quita vigor a la política con fines sociales. Saca el entusiasmo y la disposición a luchar por la renovación de la sociedad.
  12. Desde que el dinero desempeña el papel más importante en la política, está presente la mala gana, el apagamiento, el desánimo y la flojedad.
  13. En nuestro país hace tiempo no está en la política el aliciente, la ilusión a los cambios sociales, el atractivo para alcanzar sanos objetivos.
  14. Aquí están haciendo falta ciudadanos motivados, incentivados, impulsados a luchar para que el país cambie para el bien de todas y de todos.
  15. Se hace necesario volver a los tiempos cuando la política dominicana fue abrazada por activistas cívicos y sociales, empujados hacia conquistas democráticas.
  16. En un espacio como el dominicano de hoy, donde está predominando el individualismo, el consumismo, el dinero a cualquier precio y la corrupción, no es fácil lograr cambios estructurales, sin un material interesado en construir un régimen que ponga por delante el desarrollo humano.

miércoles, 25 de septiembre de 2024

La nueva generación de cero lucha social

  1. En la República Dominicana, los muy ricos y poderosos, políticamente se manejan a su anchura, a su mejor conveniencia, como les venga en ganas.
  2. Para las clases que dominan a nuestro país actuar libremente, necesariamente tienen que sentirse desembarazadas, sin ninguna clase de obstáculos a sus pretensiones.
  3. En un pasado reciente, porque aquí existía un amplio y fuerte movimiento social, las clases dominantes no se comportaban por la libre, sin restricción alguna.
  4. Por allá, hasta el final de la década de los años 80 del siglo pasado, en el ambiente político nacional dominicano estaba presente toda una generación de mujeres y hombres de ideas renovadoras y lista para materializarlas.
  5. Los potentados de aquí, ayer, no podían, a discreción, elaborar sus planes futuros, porque debían de contar con adversarios dispuestos a llevarles la contraria, a impugnar sus planes.
  6. En la coyuntura actual, la minoría nacional dominicana, a voluntad de hierro, hace y deshace, traza sus planes de cómo gobernará en los próximos veinte años y sin tener en cuenta a posibles oponentes.
  7. Lo que se está comprobando es que enemigos nacionales y extranjeros de nuestro pueblo han hecho un trabajo ideológico dirigido a disuadir a los jóvenes, con el fin de desalentarlos de cualquier objetivo de lucha liberadora.
  8. Lo que se está viendo en la juventud dominicana, es a una nueva generación de compatriotas que, al parecer, le han sacado de la cabeza cualquier idea destinada a atacar los fundamentos del régimen económico y social imperante.
  9. La jovencita y el jovencito dominicano de esta época están formados para desistir de cualquier acto que tenga como fin contradecir lo que venga desde las alturas del poder.
  10. Al parecer, nuestros muchachos están instruidos para desaprovechar todo espacio para ir contra las lacras que emanan del orden social establecido. Lo suyo es no decidirse.
  11. ¿Cómo es posible que en una sociedad como la dominicana, preñada de injusticias, esa nueva generación de dominicanas y dominicanos se porte paciente, no empeñada en cambiarla para el bien colectivo?
  12. Esas muchachas y esos muchachos de ahora, están apartados de todo lo que sea conflicto social, diferencias entre oprimidos y opresores, brega por el adecentamiento de la vida pública y por la independencia y soberanía nacional.
  13. Lo que estamos presenciando es a jovencitas y a jovencitos sin ningún ánimo dirigido a que su país cambie para mejor, que salga del atraso que lo ha metido un grupito de ambiciosos.
  14. Resulta difícil de aceptar, tranquilamente, que mientras el país está echado a perder, al irse abajo, la nueva generación de connacionales se mantenga como si nada, de la manera más displicente, con mucha indolencia.
  15. Al escribir este artículo no invento nada. Me he limitado a exponer lo que es el proceder político de la nueva generación. Sus hechos la definen claramente que no demuestra interés en lo que lesiona al pueblo.
  16. En nuestro país hay muchos temas a analizar, y uno de ellos es la actitud de la nueva generación a no intervenir en la batalla política de contenido social para renovar la sociedad dominicana.

domingo, 22 de septiembre de 2024

La democracia dominicana, un embuste

  1. El embuste ha tomado tanta preeminencia en nuestro país que se ha convertido en algo institucional, en centro de la política nacional.
  2. A la gente del pueblo le han vendido la falsa idea de que la democracia es un concepto general, común a todo régimen económico y social.
  3. Haciendo uso de la mentira, al pueblo dominicano le han hecho creer que la democracia bajo la cual está es igual para todos, para los que viven bien y los que viven mal.
  4. A las ciudadanas y a los ciudadanos de aquí, nunca les han dicho la verdad sobre la democracia representativa, vigente, sostenida por un ordenamiento económico y social que tiene como base la desigualdad.
  5. El engaño a los pobres del país, con el asunto de la democracia, comienzan a metérselo en la cabeza con la democracia en la Grecia antigua, que se la venden como modelo, pero sin decirles que esa democracia no era para todos, sino para los que tenían el poder de las grandes decisiones.
  6. En aquella Grecia, la democracia garantizaba a los ricos hacer las leyes que serían aplicadas a los que carecían de todo, la mayoría esclavista, que constituía el mayor número de griegos.
  7. En una sociedad como la dominicana, caracterizada por las injusticias sociales, no puede estar presente la democracia en general, una democracia para beneficio de la minoría que dispone de todo.
  8. ¿Qué es eso de democracia representativa, donde una minoría insignificante tiene dinero en abundancia y el control absoluto del Estado y de sus instituciones, desde los órganos civiles hasta el poder militar?
  9. ¿Cuándo, en qué momento, con cuál gobierno de la democracia representativa, el pueblo dominicano ha estado representado?
  10. Nunca, jamás en la vida, las masas populares dominicanas han sido representadas en el gobierno central. Para ellas no ha existido la democracia.
  11. La mayoría de las ciudadanas y los ciudadanos dominicanos son inducidos, motivados para elegir y legitimar, pero no para decidir sobre los asuntos nacionales de gran interés.
  12. Lo que implica decisión importante del Estado, está reservado a la minoría que sí está representada en el gobierno encargado de determinar lo que conviene a la clase que gobierna, dirige y decide.
  13. Para los oprimidos, la democracia representativa es una estafa, no importa la forma como se la decoren. Ella es una ficción, porque el verdadero poder es de los opresores, que sí están presentes en la representativa.
  14. En la democracia representativa, el ejecutivo está para interpretar la auténtica voluntad de las clases dominantes, y simular la representación de la sociedad entera, a los de arriba y a los de abajo.
  15. Cada pueblo está llamado a construir su democracia, con el régimen económico y social que satisfaga las necesidades materiales y culturales de todos los integrantes de la sociedad.
  16. El día llegará cuando el pueblo dominicano va a tener su democracia, en la cual estarán representados todos los que con sus brazos e intelecto contribuyan a la felicidad colectiva.

viernes, 20 de septiembre de 2024

En el país, pobres aquí, allí, allá y dondequiera

  1. Como en nuestro país predomina la cultura de la mentira, se acepta muy normal pregonar lo que no es verdad para que sea aceptado con toda certeza, sin ninguna clase de dudas.
  2. En nuestro medio, el engaño está tan fijo en la conciencia de la gente, que la persona mentirosa brilla por su sola condición de ser gran embustera.
  3. En una sociedad policlasista, como la dominicana, las ideas que influyen son las de las clases dominantes. De ahí que aquí prevalece la ideología de los que controlan el poder del Estado.
  4. Al dominicano se le ha gobernado mediante la conquista de la voluntad viciada, para que resignado acepte su pobreza. Los pobres, por culpa ajena, son víctimas de la ignorancia.
  5. Al pueblo llano, en los marcos de decirle una cosa por otra, le han hecho creer que está ubicado en Punta Cana, Bávaro o Cap Cana y en las urbanizaciones y zonas residenciales de las grandes ciudades del país.
  6. No todos los dominicanos menesterosos están a la vista de sus demás connacionales que tienen sus residencias en lugares muy exclusivos y en centros urbanos dotados de plenas comodidades.
  7. La gran masa de dominicanas y dominicanos, está prácticamente escondida, en tugurios, en despeñaderos, apiñados, sin ninguna clase de servicios públicos.
  8. Muchos de nuestros compatriotas, mientras más alejados viven de los grandes centros urbanos, más duramente son golpeados por la pobreza.
  9. Los grupos de poder saben que una gran mayoría de dominicanas y dominicanos tienen una existencia impenetrable, porque están en lugares camuflados, donde nadie se imagina que está con vida un ser humano.
  10. Muchos de los beneficiados de la desgracia nacional quieren hacer creer que la opresión social la sufren solamente los que habitan en los barrios populares urbanos. Pero no es así.
  11. El país tiene indigentes, necesitados, que no están a la vista, porque les es imposible salir del sitio donde se encuentran padeciendo todas clases de necesidades.
  12. Aquí se habla de pobreza sin saber cómo ella está presente en lugares profundos, muy recónditos.
  13. El gobierno central dominicano cuenta con organismos, como El Plan de Asistencia Social de la Presidencia (PASP), que tienen datos e informaciones precisas de los lugares del territorio nacional donde hay miles de familias que padecen la más cruda pobreza.
  14. El barniz de que está revestida la sociedad dominicana es necesario quitárselo, para que se conozca el fondo podrido del modelo económico que padecemos y quieren presentarlo como lleno de pureza.
  15. Al ordenamiento económico que le han impuesto a los pobres del país, para que permanezcan arrastrados y privados de conocer la verdad, hay que desprenderle el velo que lo cubre, labor que solamente pueden hacer los no comprometidos con la situación actual. Este ambiente es obligatorio sacudirlo para que se conozcan sus lacras.
  16. Por muy lejos y escondidos que estén los pobres del país, ellos están ahí, y por más que quieran ocultarlos se dejan ver, porque son evidentes, innegables.

jueves, 19 de septiembre de 2024

La de aquí, una clase dominante que mal domina

  1. Actuar correctamente, comportarse de la mejor forma y hacer el bien, es motivo para sentirse orgulloso, lleno de satisfacción.
  2. Las buenas obras ennoblecen, dignifican, lo mismo que las malas acciones deshonran, y degradan a quien se porta mal causando daño físico o moral.
  3. Partiendo de las ideas antes expuestas, las clases dominantes en la República Dominicana, no tienen nada para sentirse satisfechas, porque como han dirigido a la sociedad es para avergonzarse.
  4. La forma como vive la mayoría de los integrantes del pueblo dominicano, debe causarle vergüenza a los que desde siempre, como clase social, han controlado el Estado. Han sido administraciones para abochornarse.
  5. Las clases sociales que, históricamente, en nuestro país se han asociado para gobernar, lo han hecho de manera miserable, nada noble.
  6. Los dueños del poder político y económico, desde el punto de vista humano, nada positivo han aportado a la mayoría de la población dominicana.
  7. Esa clase poderosa ha gobernado para traer pobreza generalizada, sufrimiento permanente y desventura acompañada de infortunio. Los hechos son los hechos y hablan por sí mismos.
  8. Los pobres, los que aquí carecen de todo para vivir con dignidad, han sido gobernados para estar arrastrados, implorando caridad, pidiendo limosnas, haciendo de pordiosear un hábito.
  9. Las clases que en la República Dominicana, desde siempre han dirigido el aparato estatal y todas sus instituciones, lo único que pueden exhibir es un país de méndigos, necesitados, menesterosos, drogadictos, atracadores, politiqueros, sicarios y corruptos por pipá.
  10. Esos que se han encaramado en el Estado y no han bajado jamás, no tienen calidad para sentirse satisfechos como clase social, porque no han garantizado al pueblo dominicano educación ni salud pública de calidad.
  11. Los que aquí se comportan y actúan como clases dominantes, no tienen nada que exhibir ante el pueblo dominicano, a no ser una sociedad degradada, llena de vicios sociales, con una caterva de mujeres y hombres sin esperanza en el porvenir.
  12. Como la clase que domina a nuestro pueblo es avariciosa, también es incapaz de hacer con sus propios recursos una obra para la instrucción y esparcimiento de la comunidad de cada provincia. La condición de pequeña, le impide elevarse por encima de sus desmedidas ambiciones.
  13. Esa clase dominante miserable, no es capaz de poner a su país más allá de sus mezquinos intereses, lo que le impide ser digna ante la prepotencia imperial, por lo que se maneja sumisa, entregada en cuerpo y alma a la política exterior de los Estados Unidos.
  14. Un pueblo bueno, con mucho humanismo, como lo es el dominicano, nunca, jamás merece estar dominado por una clase social deshumanizada, sin orgullo nacional y ausente de sentir democrático.
  15. Las ciudadanas y los ciudadanos dominicanos que se consideran con honor, deben sentirse avergonzados por estar gobernados por una clase dominante que no piensa en el bienestar y el desarrollo de las más elevadas cualidades del ser humano.
  16. Cualquier momento es oportuno para razonar y llegar a la conclusión de que merecemos cambiar de rumbo, comenzando por quitarnos de arriba a quienes nos han gobernado sin tomar en cuenta la dignidad de que somos merecedores.

miércoles, 18 de septiembre de 2024

El pueblo es poder movilizado, en la calle, en la plaza pública

  1. En nuestro país, desde ya, los grupos de poder económico y social, comienzan a difundir ideas de cómo organizar el proceso electoral en el año 2028.
  2. Siguiendo en la misma línea, sectores identificados con el sistema hablan de posibles candidatos en el 2028, y de otros que estarían listos para gobernar desde 2032 en adelante.
  3. Esos tipos que hacen cálculos políticos alegres, tienen la creencia de que, según ellos, el pueblo dominicano goza de tanto bienestar que desde ahora hay que hacer los preparativos para que en el futuro todo le salga a pedir de boca.
  4. Ante los designios de las clases dominantes, lo que procede es que las mujeres y los hombres que aquí están conscientes de que la mayoría de la población no la está pasando bien en lo material y espiritual, también deben elaborar sus proyectos.
  5. No hay que esperar que llegue el 2028, ni el 2032, para en interés de las grandes mayorías comenzar a darle respuesta a sus justas demandas.
  6. La gente que se siente comprometida con la lucha política y social, no debe estar supeditada a los planes de quienes son los dueños del poder. Siempre hay que establecer la diferencia.
  7. En el ambiente dominicano, como en toda sociedad policlasista, las fuerzas políticas identificadas con el progreso, están obligadas a hacer descansar sus objetivos en el accionar de las masas populares.
  8. La fuerza de los asalariados del campo y la ciudad, de las capas medias y de los intelectuales honestos, está en la movilización, en la ida y venida por calles y avenidas, y concentrados en las plazas públicas levantando sus consignas más sentidas.
  9. Los dirigentes y activistas políticos, consecuentes con la brega por una mejor nación, están obligados a activar, inducir, hacer que quienes no están conformes con la situación que desde siempre hemos padecido, se incorporen a la lucha de calle.
  10. La pugna política que da resultados positivos es la que se lleva a cabo de manera abierta y franca, con los oprimidos y todos los descontentos exhibiendo sus pancartas con el contenido de sus reclamos.
  11. El auténtico pueblo dominicano, el de carne y hueso, el que lleva sobre sus hombros el peso del orden económico y social que le oprime, hay que motivarlo para que muestre su pobreza; públicamente enseñe sus pesares; exponga, saque al aire su indignación por tantos oprobios sociales.
  12. La gente buena y honesta que todavía queda en la degradada sociedad dominicana, hay que inducirla a que defienda sus derechos partiendo desde su hogar hasta estar concentrada en un lugar público, donde denuncie y acuse; haga de querellante y ponga en evidencia las lacras que genera el actual sistema que degrada.
  13. Es una misión hacer labor política motivando a ciudadanas y ciudadanos para que se hagan de las calles, públicamente ejerzan sus derechos y libertades; reclamen reivindicaciones, y en voz alta, a todo pulmón decir: estamos cansados de lo mismo, queremos y merecemos ser dueños de nuestro destino.
  14. Es un deber cívico a las personas de bien sacarlas de la pasividad. Conseguir que decidan hacerse dueñas de las calles para materializar sus legítimas aspiraciones.
  15. La línea a seguir por los comprometidos con el progreso, es hacer que todo aquel que no está conforme con el sistema se movilice demandando, haga de denunciante exigiendo de manera firme y permanente.
  16. A la gente del pueblo hay que convencerla de que lo suyo es actuar, moverse con el convencimiento de que no tiene nada que perder y mucho que ganar.

martes, 17 de septiembre de 2024

Nuestro medio sin contiendas sociales, ¿por qué?

  1. En ninguna época los cambios sociales han ocurrido por obra de los pasivos, de los que dejan de actuar, comportándose desentendidos, haciéndose los despreocupados.
  2. Los problemas que afectan a la mayoría de la población dominicana están presentes y mantienen en aprietos, en situación de apuro, a los que son los más necesitados.
  3. ¿Qué hace cada clase o sector de nuestro país para modificar el ordenamiento económico y social que causa los males al pueblo? Veamos cuál es el comportamiento de los interesados en que cambiemos para bien.
  4. Los obreros y los chiriperos pasan el día ejecutando diferentes labores para subsistir. Se la buscan en los centros de trabajo, o en las calles, realizando las más diversas tareas en procura del sustento diario.
  5. El amplio abanico que integra la clase media está en lo suyo para mantenerse flotante; conservarse vigente, para no sumergirse y desaparecer.
  6. El sector de los estudiantes, y la juventud en general, demuestra dedicar tiempo a lo que es de su particular o exclusivo interés. No se siente motivado para ir más allá de lo suyo.
  7. Los desocupados andan por ahí, tratando de encontrar quién les resuelva su estado de falta de seguridad para tener vida. Esos son los que no están insertados en el mercado laboral, son marginados laborales.
  8. Las clases y diferentes grupos humanos que inciden en el seno de la sociedad dominicana, y deben estar interesados en un cambio para bien, no están empujando para invertir la situación actual, de atraso, por otra, de progreso.
  9. Lo que deja ver la realidad política y social dominicana, es un campo abierto, libre para que las clases dominantes gobiernen como lo están haciendo, a su antojo, caprichosamente, como les da la real gana.
  10. El ambiente dominicano, a nivel de lucha social, está en una etapa de reflujo, propicio para que los opresores se burlen de los oprimidos. De ahí el desprecio a las masas populares y sin respuesta.
  11. Comida cara, apagones, factura eléctrica abusiva, inseguridad personal, la criminalidad a su anchura y las lacras sociales a la vista, pero todo sigue igual, como si viviéramos en un paraíso terrenal.
  12. Al pueblo dominicano lo mantienen engañado, pero no hace acto de presencia un movimiento de contenido social organizado que salga en su defensa. Las acciones de masas están castradas, no se dejan sentir.

Ideas finales

  1. La descomposición, la degradación ética y moral; la politiquería dominada por la mercancía dinero y un trabajo ideológico que impulsa a la apatía, han hecho posible la existencia de un medio no adecuado, por ahora, para contiendas por transformaciones democráticas.
  2. El país nuestro se ha convertido hoy, en un lugar ideal para que predomine la cultura de lo mío; el no me importa y lo particular sobre lo colectivo, lo propio por encima de lo general.
  3. Para hacer cambiar lo mal que está viviendo nuestra gente, se impone sacudir el actual ordenamiento económico que solo es llevadero para unos pocos. Esto está para zarandearlo mediante un movimiento que sea obra de los indignados.
  4. Esa pobreza que está ahí, haciéndole la existencia indigna a la mayoría de la gente del pueblo, merece y debe tener respuesta de parte de mujeres y hombres todavía no corrompidos y que se sienten obligados a estar contra lo que es una afrenta social.

lunes, 16 de septiembre de 2024

Nadie nace para padecer

  1. Al pueblo dominicano lo mantienen de engaño en engaño; encantado de ilusiones; embaucado, siempre al caérsele la baba. Con la boca abierta de tanto embobarlo.
  2. No bien las ciudadanas y los ciudadanos dominicanos salen del relajo proceso electoral, de inmediato lo meten a ocuparse de quién será el designado como ministro de una continuada gestión gubernativa.
  3. Al dominicano de a pie, a ese que come a veces, le calientan el cerebro para que ponga atención en asuntos insignificantes, solo de trascendencia para los grupos que controlan el poder.
  4. Desde las instituciones del Estado dominicano salen informaciones triviales, noticias anecdóticas que solo sirven para motivar indignación a los de abajo, enojo a los marginados sociales.
  5. Gobiernos vienen y gobiernos van, y las mujeres y los hombres que trabajan en el campo y la ciudad, permanecen ahí, en condiciones de pobreza, escuchando las mismas sandeces, iguales pamplinas y despropósitos.
  6. Los que aquí han estado en el dominio estatal se han burlado de quienes solo han sido utilizados para con sus votos legitimar el orden establecido que beneficia a unos pocos.
  7. Aquellos que se comportan orgullosos y avasallantes son los mismos que bajo la opresión material y espiritual han hecho de nuestro pueblo un medio de enriquecimiento
  8. La mayoría de la población dominicana permanece a la espera de tener conocimiento de algo que la haga cambiar su amarga existencia, que le permita abrigar gratas esperanzas, y no entusiasmarse falsamente.
  9. En vez de alegrarse, ponerse contento, al dominicano pobre, lo que le llega es desencanto, entristecerse, en estado desgarrador.
  10. La realidad que la mujer y el hombre de trabajo esperan para disfrutar, no le llega. Todo se les queda en imaginar, quimerizar y pensar en lo auténtico que luego es pura fantasía.
  11. Las grandes mayorías dominicanas deben cambiar para bien, comenzando por reflexionar. No darle más vuelta a la cabeza y decidirse por quitarse de encima el vigente régimen económico que las mantiene ilusionadas y al margen del progreso social.
  12. Hasta ahora, lo que el pueblo dominicano ha recibido son mensajes diciéndole una cosa por otra, haciéndole creer mentiras piadosas para cogerlo de buen pendejo, todo por obra de los embrolladores de la politiquería.
  13. No debemos aceptar la desgracia nacional como una maldición divina. Saber que ella es la consecuencia de un orden social basado en la desigualdad y los males que padecemos son sistémicos.
  14. Nadie nace marcado para padecer. Pasarla mal, sobrellevar, afligirse y angustiarse, depende del régimen económico injusto bajo el cual cada quien nace y se desarrolla en estado de opresión material y espiritual.

miércoles, 11 de septiembre de 2024

Cómo portarse ante la desigualdad

  1. Basta con darle seguimiento a la realidad dominicana para darse cuenta de que por el camino que vamos no llegaremos a un destino feliz.
  2. Sin hacer el mayor esfuerzo comprobamos que no hay una voluntad generalizada para impulsar una modificación de la situación vigente en el país.
  3. Lo que se está viendo es una comunidad de mujeres y hombres adaptados, ajustados a las circunstancias, dispuestos a continuar como hasta ahora.
  4. Por cualquier lugar en que nos movemos, presenciamos lo mismo: a la ciudadana y al ciudadano que se aviene a todo, condescendiente con lo que le ofrece el orden establecido, el statu quo.
  5. A diferencia del dominicano de ayer, no presto a acondicionarse, el de hoy está encajado, hecho a la medida, como lloviendo del cielo, de perla.
  6. Lo que observamos es una contradicción entre lo que es el amargo diario vivir de nuestro pueblo, y la no incidencia de la gente en la lucha social en procura de producir cambios para el bienestar general.
  7. La cruda realidad dominicana manda fuerte estado de ánimo, el sentimiento inclinado para alcanzar la tranquilidad, que solo la ofrece al individuo la satisfacción material y espiritual.
  8. ¿Cómo puede haber apatía allí donde la mayoría de la gente no dispone de lo indispensable para una existencia digna? En lugar de desgano, la pobreza motiva esfuerzo para vencerla.
  9. Estar consciente de lo que debe hacer o no hacer, es proceder como juez. Considerar en cada ocasión cómo desenvolverse es un mandato de la prudencia.
  10. Hacer las cosas a conciencia es fruto de la reflexión, pensar con detenimiento lo que decidimos voluntariamente ejecutar en el medio donde vivimos.
  11. Las condiciones bajo las cuales está viviendo la mayoría de la población dominicana, están ahí, presentes, a la vista de todas y de todos.
  12. Nadie está en la obligación de luchar para que el país cambie para bien. Cada quien actúa partiendo de su convencimiento. La convicción le sirve de guía y motivación.
  13. La materialidad dominicana se presta para actuar como manda el sentir humanista o la crueldad. El asunto es darle riendas sueltas al buen obrar, o comportarse, como si nada, a la cañona.

Ideas finales

  1. Los hechos negativos que ocurren en nuestro país están ahí a la espera de ser solucionados de la mejor manera para conveniencia de la sociedad en general. Que no se mantengan iguales, depende de los no comprometidos con el sistema actual.
  2. El proceder individualista no cuadra en la persona sensible que se mueve motivada por ideales impregnados del más puro humanismo.
  3. La sociedad de la cual formamos parte está organizada para satisfacer apetencias desmedidas de grupos minoritarios, no para la felicidad de la mayoría de la población. La actitud que cada quien asume frente a los problemas de índole social, lo define como preocupado o indiferente ante la desigualdad de que es víctima nuestro pueblo.

martes, 10 de septiembre de 2024

Política cizañera contra Cuba, Nicaragua y Venezuela

  1. La unidad de los países latinoamericanos y caribeños guarda relación directa con la conquista de la liberación nacional y la instauración de un modelo económico independiente, adecuado para el desarrollo humano.
  2. Cuantas veces una cualquiera de las naciones de América Latina y el Caribe logra romper las cadenas que la atan a los monopolios norteamericanos, estos siembran la discordia para indisponerla con las demás de la región.
  3. Los intereses monopolistas estadounidenses han hecho todo un trabajo dirigido a producir desacuerdos de Cuba, Venezuela y Nicaragua, con otros países hermanos de por aquí. La desunión está presente.
  4. La función cizañera imperial hace acto de presencia para crear división entre países ya liberados, con aquellos que todavía son víctimas de la opresión y luchan por zafarse del dominio colonial.
  5. Una vez Cuba logró quitarse de encima el yugo impuesto por Washington, de inmediato este inició en su contra aislarla, ponerla fuera de las otras naciones.
  6. Lo que se hizo contra Cuba, desvinculándola de los demás países, también se ha hecho con Venezuela y Nicaragua. El objetivo es desconectar.
  7. Cuestiones de poca importancia que pueden ser resueltas de manera amigable, Estados Unidos las hace graves, difíciles de armonizar, con el fin de crear divergencia infranqueable.
  8. El asunto de las elecciones del pasado 28 de julio en Venezuela, el imperio de occidente lo ha utilizado para malquistar al gobierno venezolano con otros del área.
  9. Encizañar ha dado sus frutos. Hoy son varios los países que no tienen vínculos diplomáticos con el gobierno venezolano, y sin duda ha sido, como consecuencia del avivamiento, el enemigo común atizando discordias.
  10. No hay que ser muy inteligente para comprender que sembrar sentimientos profundos de odio, forma parte de la diplomacia imperial. El aborrecimiento, la animosidad y la tirria han estado de por medio para hacer de Cuba, Venezuela y Nicaragua, países disociadores.
  11. El operativo de presentar a Cuba, Venezuela y a Nicaragua como los malos de América Latina y el Caribe, ha sido obra de ideólogos que, con intención rencorosa, cruel y malvada, dañan la limpia conciencia de nuestros pueblos.
  12. Son ponzoñosas las campañas llevadas a cabo por las diferentes administraciones estadounidenses, para hacer creer que países libres de la tutela colonial, como Cuba, Venezuela y Nicaragua, son divisionistas.
  13. La fraternidad, la hermandad y la comunidad de intereses existirán en América Latina y el Caribe, cuando cada uno de nuestros países sea dueño de su destino, por ser libres, independientes y soberanos.
  14. Perjudicial, nociva, muy dañina es la política envenenada que utiliza la potencia colonial estadounidense para mantener desunidos a nuestros pueblos.
  15. Debe ser un objetivo común luchar por la integración de los latinoamericanos y caribeños, con el fin de que cohesionados, pegados, sumados por una misma causa, lograr la liberación definitiva.
  16. El día llegará, que ojalá sea más temprano que tarde, cuando todos los países de por aquí estén unidos para siempre, ya libres de quienes hoy los mantienen separados.

lunes, 9 de septiembre de 2024

El patriotismo en decadencia

  1. ¿Qué puede llevar a la generalidad de los miembros de una comunidad humana a cambiar su proceder de actuar con fervor, a comportarse apáticos, inactivos?
  2. En tiempos pasados, hace unos 40 años, nuestro país siempre estaba en el centro de las grandes movilizaciones de protestas o solidaridad que se daban a nivel mundial.
  3. Cualquier hecho que ocurría en el planeta tierra y fuera motivo de indignación o rechazo, de inmediato las fuerzas democráticas dominicanas se ponían en tensión.
  4. En la República Dominicana, se mantenía armado de dinamismo todo un conjunto de mujeres y hombres listos para accionar desde los diferentes organismos de solidaridad existentes.
  5. Aquella fue la época del surgimiento del Comité Amigos de Cuba, de solidaridad con Haití, Puerto Rico, Nicaragua, El Salvador, Vietnam, por la paz, contra la carrera armamentista y otros.
  6. Los periódicos y otros medios de comunicación nacionales de seguro conservan en sus archivos las jornadas, el trayecto recorrido por los activistas que de manera firme ponían de manifiesto su vocación a las causas humanistas.
  7. Entonces, ¿qué ha pasado, que ya no se siente en el ambiente dominicano, en la plaza pública, en las páginas de los periódicos, el sentir, la expresión de apoyo, o de condena a la acción odiosa.
  8. Una de dos: desapareció el material humano artífice de las grandes batallas solidarias, o ya no están presentes las causas que en un pasado reciente motivaron indignación.
  9. Hoy, al igual que ayer, existen más que justos alicientes para mantenerse incentivado y con fundamento movilizado, levantando reclamos.
  10. Cómo estar quieto en la etapa actual, cuando la independencia y la soberanía de nuestro pueblo no son más que simples pantomimas, puras mojigangas.
  11. Lo que estamos presenciando es a una generación de dominicanas y dominicanos que prefieren andar detrás del dinero fácil, que movilizados indignados por la actitud de entrega del gobierno al de Estados Unidos.
  12. Esa ciudadana o ese ciudadano que no se molesta al ver a su gobierno entregado en cuerpo y alma a la administración de turno en Washington, es el mismo que poco le importa que la mayoría del pueblo dominicano sea víctima de la desigualdad, que permanezca arrastrado de pobreza o que muera de hambre.
  13. Desapareció aquel tiempo cuando el dominicano se irritaba, se montaba en cólera y se sentía sacado de quicio por tener un presidente sumiso a Estados Unidos.
  14. El enojo, la rabia, el justo enfado al comprobar que el país es una bacinilla de los monopolios estadounidenses, eso ya no cuenta, da un bledo, un comino, un pito.
  15. En estos últimos días, cuando a nivel internacional estamos como un apéndice de la política exterior de Estados Unidos, sería bueno saber cuántos dominicanos y dominicanas están orgullosos de ser poca cosa en el concierto de naciones.
  16. Lo que se está comprobando es que el patriotismo dominicano está en decadencia, tan reducido que el menguamiento lo llevará a extinguirse, a morir por falta de aliento.

domingo, 8 de septiembre de 2024

El caso de los dos aviones, un agravio a Venezuela

  1. Lo que se evidencia en los acuerdos formalizados por Estados Unidos, con países que padecen gobiernos incondicionales a su política, es que hay desarmonía en el trato.
  2. La correspondencia mutua no se da en los pactos entre Washington y los gobiernos que las dominicanas y los dominicanos nos lamentamos tener que soportar. No existe reciprocidad.
  3. Lo que se comprueba en cada ocasión que se hace referencia a acuerdos entre nuestro país y los norteamericanos, es que en el fondo no son más que puros mamotretos, formalidades para cubrir la realidad con la apariencia.
  4. Estados Unidos, con el fin de que terceros países con gobiernos sumisos faciliten la ejecución de sus leyes extraterritoriales, les induce a firmar convenios leoninos.
  5. La entrega por parte del gobierno dominicano al de Estados Unidos, de un avión propiedad del Estado venezolano, lo que revela es el sometimiento del país al imperio de occidente.
  6. Funcionarios dominicanos, atendiendo a los requerimientos del Departamento de Justicia de Estados Unidos, hicieron de mandatarios para propiciar la ejecución de la incautación de la aeronave de Venezuela.
  7. Lo que se sabe, hasta ahora, de la puesta del avión venezolano en manos de autoridades norteamericanas, es que la Procuraduría General de la República hizo de empleada, subalterna, de ayudante.
  8. Sin tomar en cuenta si es legítima o no la petición de la justicia estadounidense, un juez dominicano, a instancia de la Procuraduría General de la República, autorizó la incautación del avión propiedad de Venezuela.
  9. La Procuraduría General de la República, órgano del Estado dominicano, ha servido de apoyo, de efectivo refuerzo para darle vigencia a una ley hecha en un país extranjero.
  10. La prensa dominicana ha reseñado que “la orden de incautación de la aeronave Dassault Falcon 900 EX, en el aeropuerto EL Higuero vino de un juez del Distrito Sur de la Florida y aquí, otro juez, autorizó al Ministerio Público a dar el acompañamiento que se requirió en la orden”. [i]
  11. Procurando personalizar el asunto, la información ripiosa, no oficial, que se le ha dado al pueblo dominicano es que el avión es de Nicolás Maduro, presidente de la República Bolivariana de Venezuela.
  12. En este escrito hemos hecho mención de la incautación de un avión, pero en fecha 5 del mes de septiembre, en curso 2024, la prensa nacional dominicana trajo la información de otra aeronave confiscada, también propiedad de Venezuela. [ii]
  13. Para retener los dos aviones del Estado venezolano, el gobierno dominicano, obedeciendo a los Estados Unidos, ha puesto en acción a fiscales, jueces, militares y a miembros de Aeronáutica Civil.
  14. Lo que está en juego con la incautación de los 2 aviones de Venezuela, es un atropello a los principios del derecho internacional y a la soberanía e independencia nacional dominicana.
  15. La República Dominicana se ha prestado a darle vigencia y validez a una ley extraterritorial utilizada como coerción económica contra un país extranjero.
  16. El gobierno dominicano debe respetar el honor de sus ciudadanas y ciudadanos que tienen dignidad y hoy se sienten lesionados por el atropello de que ha sido víctima Venezuela.
Referencias:
[i] El Caribe, edición impresa, 4 de septiembre de 2024, página 9
[ii] Diario Libre, impreso, 6 de  septiembre  2024, página 6.

martes, 3 de septiembre de 2024

De los haitianos escribo con conocimiento de causa

  1. Escribo de lo que me sale de lo más profundo de mi corazón y de lo que he visto u oído.
  2. No me creo portador de la verdad absoluta. Estoy impedido de decir la mentira y desde niño la detesto, no la resisto, me repugna.
  3. En muchas ocasiones, siendo joven, adulto, y ahora en la tercera edad, me he equivocado, y cuantas veces lo he considerado necesario, voluntariamente y de manera pública así lo he reconocido.
  4. Los distintos temas que abordo con relación a la presencia de los inmigrantes haitianos en el territorio nacional dominicano, son lecciones sacadas de experiencias vividas. Nada de fabulaciones.
  5. Con el haitiano negro y pobre, durante meses he compartido con ellos en los bateyes, y por años en el seno de mi familia, de ahí a ahí, bajo el mismo techo, comiendo en la misma mesa e iguales alimentos.
  6. En el libro que escribí: “Carmen, cáncer y lucha”, nacionales haitianos que durante varios años compartieron conmigo y mi familia, dan su testimonio del trato que recibieron en mi casa y la camaradería como nos tratábamos.
  7. Para narrar cómo ha vivido en mi país el brillante intelectual haitiano comunista, el conservador empresario y el bracero analfabeto, no tengo que fabular, porque a ellos, durante años, les he tratado en intimidad.
  8. Con el haitiano pobre y negro, he hecho causa común en la clandestinidad; en sus centros de trabajo; estando alegres y tristes, y buscándole de urgencia a un médico para salvarle la vida.
  9. Sé lo que es ver al haitiano negro y pobre sentirse deprimido al ser víctima de discriminación por su color, idioma o el olor que emana de su cuerpo.
  10. Para que la comunidad dominicana y la internacional conocieran la vida amarga del haitiano en las labores de corte y tiro de la caña, en los centrales azucareros dominicanos, durante meses hice vida común con ellos, lo que me permitió escribir los libros Inmigración Haitianos y Esclavitud; Migración Caribeña & un Capítulo Haitiano.
  11. Gerard Pierre Charles, sobre la obra Inmigración Haitianos y Esclavitud, escribió: “El estudio del doctor Ramón Antonio Veras, sobre la situación de los trabajadores haitianos en la República Dominicana, constituye un aporte de excepcional valor al conocimiento de este tema tan trascendental en las relaciones dominicano-haitianas”.
  12. Suzy Castor, refiriéndose al texto Migración Caribeña & un Capítulo Haitiano, expuso: “En efecto, cuando el autor estudia, por ejemplo, los mecanismos de explotación del trabajador emigrado jamaiquino o haitiano en República Dominicana o en Panamá, ilustra con luz meridiana lo que hemos llamado la constelación de la explotación, ya que en el mundo capitalista los países de menos nivel de desarrollo, tienden a reproducir los esquemas de explotación de los países más desarrollados”.
  13. La Secretaría de Estado de las Fuerzas Armadas Dominicanas, en el mes de julio del año 2003, organizó un seminario con el tema: “La frontera: prioridad de la agenda nacional del siglo XXI”. En el mismo participé en el punto “La situación de legalidad e ilegalidad de los haitianos y sus descendientes. Necesidad de esclarecer la interpretación de leyes y acuerdos”. Y concluí diciendo lo que copio a continuación:
    1. En la actualidad los hijos e hijas de nacionales haitianos, ilegales o no, nacidos en el país, son dominicanos; b) Se impone modificar la Constitución dominicana en lo que se refiere a la nacionalidad dominicana y en particular el artículo 11; c) Conviene modificar el Código Civil en su artículo 9.; d) Procede elaborar una nueva Ley de Inmigración que esté acorde con la realidad actual del país y la coyuntura internacional; e) Procede la firma de un acuerdo entre Haití y la República Dominicana, para la entrada de nacionales haitianos al país para el corte y tiro de la caña, u otras labores agrícolas e industriales; f) En el acuerdo se debe estipular, claramente, que cada bracero suscribirá, en creole, francés y español un contrato individual de trabajo antes de trasladarse desde Haití a la República Dominicana. En el contrato se especificará el trabajo a realizar, la jornada diaria de trabajo, el salario a percibir, alojamiento, medios de transporte para el traslado y regreso a su país, garantía de seguridad social, etc. g)- Se debe crear un departamento especial, en nuestro país, para que se ocupe, única y exclusivamente, de los asuntos de los inmigrantes haitianos residentes en el país o que trabajan por temporada en el sector azucarero, en la recogida del algodón, el café, el cacao y otras áreas de la economía nacional; h) Procede realizar un censo, bajo la supervisión de las Naciones Unidas, para determinar el estatuto legal de haitianos-dominicanos que no tienen documentos. El censo puede servir, además, para determinar, real y efectivamente, cuántos nacionales haitianos residen en nuestro país. En las operaciones del censo deben trabajar miembros de las Naciones Unidas, nacionales dominicanos y haitianos civiles; i) Revisar las diferentes leyes dominicanas en las cuales se haga referencia a las palabras tránsito, transeúnte, residente, extranjero, residente legal e ilegal, domicilio permanente y otras que tienen que ver con el ordenamiento constitucional y jurídico; j) Con respecto a la frontera, en lo que se refiere a la parte dominicana, el gobierno central deber darle un tratamiento similar al que se le da a las principales ciudades del país. Hay que convencer a los dominicanos y dominicanas residentes en las zonas fronterizas de que ellos y ellas también son nacionales dominicanos, aunque residan en lugares muy apartados de la ciudad capital. [I]
  14. Nuevamente lo digo: cuantas veces expongo algo relacionado con los inmigrantes haitianos, negros y pobres, lo único que hago es decir una verdad del tamaño del Monumento a los Héroes de la Restauración. En ese sentido, reitero dos puntos del artículo: “Haitianos negros y pobres, y la discriminación”.
  15. Los haitianos, negros y pobres, documentados o indocumentados, están moviéndose libremente en el territorio dominicano, porque su fuerza de trabajo barata es indispensable en diferentes áreas de la economía nacional.
  16. La actitud discriminatoria contra el inmigrante haitiano negro y pobre, es de dominio y aceptación pública, aunque quiera ser ignorada o disimulada. La realidad está ahí como testigo de piedra.
Fuente de cita:
[I]: Tomado del libro de mi autoría: “Mi parecer sobre la sociedad dominicana de hoy, páginas 127 y 128, tomo II”.

lunes, 2 de septiembre de 2024

Por una política exterior digna

  1. Todo gobierno debe ser lo suficientemente prudente en sus relaciones con sus semejantes, y en cada ocasión poner por delante el sentir del pueblo a nombre del cual ejerce la función el gobernante.
  2. La cordura, el buen discernimiento, manda al representante del Poder Ejecutivo a manejarse con suma sensatez en las relaciones diplomáticas, porque cualquier ligereza suya puede herir los sanos sentimientos de sus conciudadanos.
  3. La diplomacia, ese conjunto de métodos y formas aplicados en las relaciones con Estados extranjeros, tiene en su interior componentes que atañen a lo emotivo, a lo sensible.
  4. Para un hombre o una mujer de Estado, es bueno tener presente que las actividades de los órganos estatales en el campo de la política exterior, con el fin de lograr determinados objetivos, se llevan a cabo a nombre de una comunidad humana.
  5. Los pueblos de América Latina y el Caribe, de tanto ser reprimidos por gobiernos odiosos y despóticos, impuestos o apoyados por Estados Unidos, ven con recelo las relaciones diplomáticas de sus países con Washington.
  6. Cómo el pueblo dominicano aceptar de buenas ganas que su gobierno se comporte sumiso, como una manteca, ante las pretensiones del Departamento de Estado.
  7. La política exterior de una nación, expresada por su gobierno, enseña la pasta, la digna o indigna posición de sus mandatarios. No hay de otra.
  8. Cómo ser aborregado el gobierno dominicano; en razón de qué ser más blando que una breva el presidente de Panamá; como portarse dócil el gobernante de Chile, ante Estados Unidos, si no hace tiempo que estos países fueron pisoteados, su soberanía burlada, y lleno de sangre y luto por el imperio de occidente.
  9. Ningún gobierno de la República Dominicana, puede echar a pique, burlar los sentimientos patrióticos y democráticos de lo mejor de nuestro pueblo, portándose como una seda, obediente ante lo que ordene Estados Unidos.
  10. La política exterior que ha llevado a cabo el actual gobierno dominicano desdice mucho de lo que es el profundo sentir patriótico de las grandes mayorías nacionales.
  11. La grandeza de un país no se mide por la extensión de su territorio, ni por el alto número de su población, sino por el respeto de que se hace merecedor en el concierto de naciones.
  12. La vileza, la abyección y la bajeza del actual presidente de Argentina, no deben ser imitadas por ningún otro gobernante latinoamericano y caribeño. La indignidad no debe ser tomada como ejemplo.
  13. Las dominicanas y los dominicanos cuentan con mujeres y hombres ilustres, en los cuales sus gobernantes inspirarse para con decoro tener una política exterior digna, no indecorosa.
  14. No importa la situación de descalabro económico, político y social que los dominicanos padecemos. Debemos de tener una diplomacia que nos represente, por todo lo alto, a las mil maravillas. No malamente, fatal.
  15. Poco importa que sea ante un poderoso, importante o prepotente que nos encontremos. Siempre estamos en la obligación de comportarnos con la dignidad que nos hace país pujante para merecer el respeto como una nación libre y soberana.