- En las personas, la manifestación de su voluntad a alcanzar o tener algo, puede ser una legítima aspiración, un empeño a tomar en cuenta.
- Pero no siempre los deseos pueden ser materializados, porque su realización no depende del ardor del idealista.
- El presidente Luis Abinader, el lunes 3 de junio en curso, en su encuentro semanal con los medios de comunicación, declaró: “yo quiero en estos cuatro años luchar para eliminar la pobreza absoluta en la República Dominicana”. [1]
- Lo expuesto por el presidente Abinader, de eliminar la pobreza absoluta, es una bonita idea, digna de ser aplaudida por todo el pueblo dominicano.
- Pero ocurre que la pobreza es una lacra inherente al sistema social predominante en nuestro país y, por tanto, no puede ser separada del mismo.
- Paliar, atenuar la pobreza con medidas reformistas, es posible, pero suprimirla, quitársela de arriba a los pobres manteniendo el mismo régimen económico, es irrealizable.
- Enfrentar los problemas sociales requiere algo más que buena voluntad, y hablar de atacar la pobreza es golpear, sería darle duro al modelo económico injusto que padece el pueblo dominicano.
- El presidente Abinader, no cuenta con la ideología ni con un partido político en el cual apoyarse para eliminar la fea mancha de la pobreza.
- Para llevar a cabo las transformaciones económicas y sociales que requiere el pueblo dominicano, necesita estar liberado de las trabas que impone el orden establecido. Hay que sacarse de la cabeza el dominio sistémico.
- Eliminar la pobreza absoluta en 4 años, como es el deseo del presidente Abinader, es algo más que imposible, sin romper los resortes del sistema que hace factible la miseria.
- Para derrotar la pobreza, prostitución, mendicidad, corrupción, criminalidad, drogadicción, insalubridad, analfabetismo, violencia y delincuencia, no bastan los buenos deseos.
- No es cuestión de sanos sentimientos; tierno corazón; hablar con el alma en las manos y creer en la bondad. Hay que ir a la raíz, a la causa que motiva que exista la pobreza y otras lacras sociales.
- La mayoría del pueblo dominicano, no está pobre y viviendo arrastradamente porque así lo quiere Luis Abinader, y los que les han precedido en la primera magistratura del Estado.
- El pueblo dominicano padece necesidades, estrechez, penurias, indigencia y desamparo, porque todos los gobiernos han dirigido el país bajo el mismo ordenamiento económico y social.
- Mientras la República Dominicana, esté organizada bajo el actual régimen económico, que es contrario al desarrollo humano, permanecerá la pobreza, y esta nunca será eliminada por simples buenos deseos.
[1]: Periódico Hoy, martes 4 de junio 2024, pág. 1.