lunes, 28 de febrero de 2022

Una de dos: fomentar limosneros, o levantar la dignidad de nuestro pueblo

I.- Los males sociales son terrenales y sistémicos

  1. El ciudadano o la ciudadana desapasionada, íntegra y abrazada a lo justo, no tiene que hacer el mayor esfuerzo para comprobar el drama humano que está a su vista en nuestro país.
  2. No hay que estar dotado de gran sabiduría para saber que aquí padecemos de alta mortalidad pre y posnatal; sin garantía de empleo y de alimentación; falta de techo, deficientes servicios de salud y de educación; inseguridad personal y de bienes, frágil institucionalidad; no protección de los recursos naturales ni del medio ambiente; menguada la soberanía e independencia nacional y notoria degradación ética y moral.
  3. Los males sociales antes indicados, no fueron enviados como castigo celestial a la mayoría del conjunto de las personas que habitan en el territorio nacional dominicano. Las dificultades para vivir dignamente no nos llegaron desde el cielo, sino por la existencia en la tierra de un orden social y económico injusto, que beneficia a una minoría.
  4. La pobreza que con dureza golpea a la mayoría de nuestros connacionales, no tiene nada de divina, ni de diabólica. Entonces, porque es una cuestión terrenal, debemos resolverla aquí en la tierra.

II.- Ante una vida placentera y otra de calamidad

  1. Aquellos que aquí diariamente gozan una opípara y suculenta comida, tienen una existencia diferente a los que carecen de lo indispensable para seguir viviendo. Ante semejante situación, estamos en la disyuntiva de que todo siga igual, o cambiamos esta nada humana realidad.
  2. La fracción de la población dominicana que lleva una vida placentera y motiva la desgracia de nuestro pueblo, es la que se mantiene opuesta a todo lo que significa cambiar la presente situación calamitosa.
  3. La oposición a la renovación de la sociedad injusta es muy propia de los sectores sociales que viven a costa de la mendicidad en que se encuentran las grandes mayorías nacionales.
  4. Proceder a usar la razón para juzgar las condiciones inhumanas que sufren los pobres, no está en la tendencia política que aquí desde siempre se ha apoderado de los resortes del poder del Estado, y los utiliza en forma vehemente, irrazonable y despótica.
  5. Lo que se llama pueblo dominicano nunca ha estado en el pensamiento de los que alegremente han disfrutado de las mieles del poder. Siempre se han comportado desentendidos de lo que es de interés para los marginados de la sociedad.
  6. Los grupos políticos que representan y defienden los intereses de las minorías, no disimulan sus sentimientos a la hora de tomar decisiones, probando así que su único objetivo es, por medio del Estado, pasarla bien, aunque los oprimidos permanezcan bajo estado de tristeza.

III.- Actitud de los aprovechados del actual modelo económico

  1. Hablar de modificar el modelo económico vigente, es algo así como una profanación a los que se benefician de la desigualdad, la cual es venerada por los aprovechados que consideran impíos a los que plantean cambios sociales verdaderos.
  2. En el medio social dominicano, no todos los grupos humanos están disgustados con el actual modelo bajo el cual está organizada la sociedad. Hay toda una minoría que experimenta satisfacción y siente alegría por continuar como hasta hoy.
  3. Los aprovechados del poder no están solos. Ellos cuentan con todos los mecanismos que hacen posible la dominación que se mueve alrededor del sistema.
  4. El estado de calamidad que se encuentra la mayoría del pueblo dominicano, no es fácil darle solución, por la influencia negativa que ejercen grupos despiadados por medio de la politiquería.
  5. Las mujeres y los hombres comprometidos con la brega social, deben accionar para eliminar las trabas que impiden a los marginados de la sociedad quitarse de la nuca el yugo que les han impuesto sus enemigos tradicionales.
  6. Las fuerzas coercitivas y los plumíferos que, a cambio de recibir piltrafas sienten placer haciendo labor ideológica, inclinan la cerviz para reverenciar el orden establecido que hace posible que la generalidad de los dominicanos y las dominicanas permanezcan en estado de permanente indigencia.

Ideas finales

  1. En el país nuestro hay un sector de la sociedad que siente que está viviendo en un lugar delicioso, que le fue asignado desde el cielo por sus dioses para que lo goce como un sitio paradisiaco.
  2. Pero junto a ese grupo minúsculo que se cree estar bendecido, está la gran mayoría de nuestro pueblo, para la cual el ambiente nacional es un lugar de castigo, un infierno.
  3. Ante esta desemejanza de vida de placeres para unos, y de dolor para otros, se impone una solución humanista y no de crueldad.
  4. Para los insensibles que gozan de los beneficios que posibilita el poder político y social, las dificultades que padecen los pobres del país se solucionan manteniéndoles las limosnas por medio de los programas sociales, aunque cada día el modelo económico genera más y más pordioseros.
  5. La disyuntiva que se le presenta a las ciudadanas y a los ciudadanos dominicanos sensibles, es la de aceptar que continuemos con la cultura de limosnear, o levantamos la dignidad de nuestro pueblo mediante la renovación de la sociedad.

domingo, 27 de febrero de 2022

Bregar por libertades pisoteadas, 50 años atrás

Introducción

  1. Sin importar las circunstancias, en cualquier momento es un deber cumplir accionando para cambiar todo aquello que lesiona al ser humano, y mucho más cuando son violados sus derechos y libertades.
  2. En todo tiempo y ocasión el pueblo dominicano no ha disfrutado plenamente de la facultad de obrar de una manera o de otra, porque en determinadas coyunturas la autonomía de la voluntad se ha visto sometida a controles tiránicos.
  3. Por medio de este escrito expongo la oportunidad que se me presentó para cumplir con mi deber de hablar en favor del derecho de nuestro pueblo a ejercer sus prerrogativas.

I.- Por las libertades públicas en un momento de terror

  1. Muchos de los dominicanos y las dominicanas que hoy cuentan con más o menos cincuenta años de edad, es posible que tengan la creencia de que desde siempre en nuestro país se han ejercido libremente los derechos y libertades, pero la historia dice todo lo contrario.
  2. Al momento de graduarme, en 1967, de doctor en derecho y trasladarme a Santiago, a ejercer la profesión de abogado, el país estaba en una situación sumamente difícil para expresarse libremente.
  3. Después de la desaparición física de Trujillo, en 1961, en el país se ejercieron, con altas y bajas, las libertades públicas, hasta que llegó al gobierno el doctor Joaquín Balaguer en 1966, e implantó un régimen de terror.
  4. Ante la realidad de que la represión contra el pueblo hacía sumamente difícil su concienciación, orientación y edificación, decidí neutralizar los métodos represivos llevando instrucción a las masas por medio de charlas y conferencias, las cuales impartía en distintos barrios de la ciudad de Santiago de los Caballeros, principalmente en clubes culturales, sindicatos, gremios y asociaciones de profesionales. Mis exposiciones giraban en torno a la necesidad de luchar por las libertades públicas, los derechos humanos y otras conquistas.
  5. He aquí los temas que hace 50 años, en el mes de febrero de 1972, abordé en diferentes exposiciones, y fueron recogidas en distintos periódicos de la época:
    1. «Situación de los derechos humanos en la República Dominicana». La Información, 1 de febrero de 1972.
    2. «Los derechos humanos son letra muerta en República Dominicana». Periódico El Sol, 2 de febrero de 1972.
    3. «Afirma las libertades son precarias en el país». El Nacional de Ahora, 4 de febrero de 1972.
    4. «Necesidad de la incorporación de los campesinos a la producción». La Información, 12 de febrero de 1972.
    5. «La prostitución es un subproducto de explotación sistémica». La Información, 18 de febrero de 1972.
    6. «La planificación familiar y el subdesarrollo económico». La Información, 22 de febrero de 1972.
    7. «La miseria no es por el aumento de la población». El Sol, 23 de febrero de 1972.
    8. «La lucha por la liberación nacional exige base ideológica». La Información, 29 de febrero de 1972.
    9. «Destacar a Juan Pablo Duarte para retener la idea de la libertad». La Información, 29 de febrero de 1972.
  6. Las indicaciones de las citadas charlas y conferencias están, más ampliamente desarrolladas, en el libro de mi autoría Ejerciendo la libertad de tránsito y la libertad de expresión, en el Capítulo V, página 130.

II.- Un episodio edificante para nuestros jóvenes

  1. La finalidad de referirme hoy a las charlas y conferencias impartidas hace 50 años, es infundir inspiración, llevar entusiasmo a los jóvenes para que hagan estimación de lo que significa vivir en un ambiente de libertades públicas.
  2. En el año 1972, nuestro país vivía momentos aciagos, porque en cualquier lugar hacia acto de presencia una funesta banda de asesinos, diligentes y rápidos para ejecutar un crimen en la persona de un opositor al régimen de turno.
  3. El estado terrorífico bajo el cual se ejercía la libertad de expresión en 1972, se puede identificar como de miedo muy grande porque causaba espanto.
  4. Exponer en un espacio abierto el tema de los derechos humanos, sin saber si dentro del público se encontraba o no un matón, era motivo de turbación, daba qué pensar, se creaba la duda de si continuar la intervención o salir al galope.
  5. La juventud dominicana de hoy debe ejercer las libertades públicas a plenitud y con mucha intensidad, pero con el convencimiento de que está haciendo uso de prerrogativas por las cuales nuestro pueblo se ha sacrificado en las diferentes ocasiones que el poder del Estado ha sido ejercido en forma odiosa, despótica y abiertamente avasalladora.
  6. Ahora, se ve bonito que el pueblo dominicano se deleite, manteniéndose regocijado y sanamente divertido con el disfrute de sus libertades, y no permita que vuelvan a ser burladas, como 50 años atrás.
  7. A nuestros jóvenes que hagan uso de la libertad, pero con acatamiento y consideración a los demás; honrando las normas éticas y morales, cuidando no lesionar a otros con acciones pecaminosas que deslustran honras bien ganadas.

Ideas finales

  1. Cincuenta años nos separan de aquel período tenebroso de la vida política del país, superado por el accionar de las masas populares dominicanas, las encargadas de escribir las páginas más gloriosas de nuestra lucha democrática.
  2. El espacio de tiempo que ha transcurrido, desde el año 1972 hasta ahora, debe servir para reflexionar en el sentido de que debemos darles a las libertades públicas contenido social, profundizando las reivindicaciones más sentidas por los hombres y mujeres del pueblo.
  3. Se impone demostrar que bregamos para que los derechos y libertades no estén en la Constitución como conceptos vacíos, sino como objetivos a alcanzar en los marcos de la liberación de la opresión material y espiritual que sufre los pobres.
  4. Los hombres y las mujeres que en este país hacen causa común con los que carecen de lo indispensable para vivir, deben continuar luchando para abrir más y más espacio de libertades públicas, hasta hacer posible crear las premisas materiales para que el verdadero pueblo disfrute de reales y efectivas libertades.
  5. Por último, como en 1972, todos aquellos que creemos en un futuro mejor para el país, debemos mantenernos abrazados a las mejores causas sin importar lo complicada que sea la época.

viernes, 25 de febrero de 2022

Ante tanta pobreza, ¿qué hacer?

Introducción

  1. El tránsito del ser humano por el planeta tierra, solo tiene sentido cuando contribuye haciendo posible las condiciones materiales y espirituales favorables para la especie humana.
  2. Preocuparse por hacer dignos a los demás, es demostración de que se quiere ennoblecer con actos, a la vez que se enseña sensibilidad a otros integrantes de la comunidad.
  3. Las condiciones de existencia de las personas físicas que nacen y se desarrollan en el medio social dominicano, están a la vista de todas y de todos los que tienen la posibilidad de percibir con los ojos. Basta con poder ver para comprobar cómo estamos viviendo.

I.- El hecho de ser pobre en nuestro país

  1. La formación física y educativa de una dominicana o un dominicano, depende de su clase social, del lugar de ubicación en el ordenamiento económico vigente, causante de que la mayoría de la población carezca de lo indispensable para vivir.
  2. El embarazo de una mujer dominicana no le garantiza el nacimiento de la criatura, de donde resulta que su preñez no le asegura que va a tener un parto feliz, un niño o niña viable, por lo que su gravidez puede convertirse en una incertidumbre.
  3. En el hipotético caso de que en el país llegue a nacer un bebé, su crianza no la tiene asegurada si forma parte del montón que, más allá de su lactancia, no tiene nada de certeza para su alimentación. Le acecha la desnutrición, o morir de una enfermedad curable.
  4. Ser pobre en la República Dominicana, quiere decir un ente social que no tiene garantía de empleo, comida, servicios de salud y educación; vivienda, agua potable y otra luz que no sea la del día.
  5. La pobretería caracterizada en el desamparo, las penurias, notoria indigencia y miseria, es el cuadro dramático que nos muestra lo que es la sociedad dominicana, donde la carencia identifica a la generalidad de los nuestros.
  6. Al lado de la inopia que padecen las grandes mayorías nacionales, está presente la abundancia de bienes de una minoría que hace gala de la opulencia, a la cual todo le sobra. Somos testigos de un medio social que causa pena al sensible y motiva alegría o indiferencia al indolente.
  7. Además de las penurias que padece la generalidad de mujeres y hombres del pueblo, su estado de postración física y moral se agrava por la angustia que les genera la degradación ética y el desprecio a las buenas costumbres.

II.- Debemos reflexionar

  1. El orden social bajo el cual estamos viviendo los dominicanos y las dominicanas, con sus lacras sistémicas motiva hastío y llama a la reflexión al que se aflige ante el padecimiento que afecta a su pueblo.
  2. A cualquier persona mínimamente sensible, le resulta sumamente difícil encontrarse a gusto en un país en el cual la gran mayoría se mantiene bajo estado permanente de dolor interior y abrumada por cargas físicas y morales.
  3. No puede considerarse desesperanzado aquel que ve la realidad sin estar dominado por pesimismo, ni derrotismo alguno. Los hechos son los hechos y no se derriten; se mantienen o cambian dependiendo del proceder de las fuerzas humanas activas que se oponen a su permanencia.
  4. Ideas finales
  5. Este artículo no lo he elaborado con sentimientos exagerados para causar aflicción ni motivar sentimentalismos. Simplemente me he limitado a describir, a bien dibujar, a patentizar lo que está a la vista.
  6. Lo que he descrito por medio de la escritura, es pintar el cuadro de la penosa situación que podemos atestiguar de la realidad dominicana que conmueve y desgarra motivando pena y dolor.
  7. La existencia real y objetiva de lo que es nuestro país, está expuesta en este trabajo, el cual he realizado partiendo de lo que verdaderamente nos está ocurriendo, ajustándome a la certidumbre, poniendo los hechos tal como son y no de otra manera.
  8. La actitud que toma un sujeto cualquiera en el medio donde vive sirve para definirlo como falto de sentimientos, indolente ante las cosas que causan dolor a su prójimo, e indiferente ante el drama humano.
  9. Sería un logro vivificar, reanimar a los sectores comprometidos con la lucha social en la República dominicana para que se reactiven, poniéndose en tensión para modificar la cruel existencia que padecen las masas populares.
  10. Cada uno de mis connacionales debe considerar detenidamente, si desde el punto de vista humano conviene a la mayoría del pueblo dominicano seguir viviendo bajo el modelo económico actual causante de la mendicidad que sufre la mayoría de los dominicanos y las dominicanas.
  11. Sin duda alguna, debe revisarse por completo la persona humana que no se conduele ante el dolor ajeno. La vida amarga que llevan encima los pobres de nuestro país, debe generar indignación y no indiferencia.

miércoles, 23 de febrero de 2022

El muro hoy, y la compra ayer de inmigrantes haitianos

I.- Una broma pesada

  1. Un país como el dominicano, dominado por la minoría nacional y los intereses extranjeros, además de estar golpeado por una horripilante miseria, el atraso lo lleva a ser objeto de burla.
  2. Una chacoteada, más o menos una broma pesada, es lo que ha hecho el gobierno dominicano, en forma rimbombante, anunciar la ejecución de un muro en la zona fronteriza con Haití.
  3. Tomarnos el pelo es, ni más ni menos, anunciar el control de la inmigración haitiana mediante la colocación de una pared de varilla y cemento en la zona colindante con Haití.

II.- Para detener la inmigración haitiana, no bastan las verjas, murallas ni vallas

  1. De seguro que el ciudadano presidente, Luis Abinader, cuenta con muchos asesores en asuntos migratorios, que pueden explicarle la razón por la cual los nacionales haitianos llegan al país a vender su fuerza de trabajo.
  2. Las autoridades dominicanas pueden levantar en la frontera 100 muros, 500 verjas perimetrales, 1000 murallas y un millón de vallas, pero jamás impedirán que los haitianos lleguen a nuestro país en condición de inmigrantes.
  3. El fenómeno migratorio, por ser de naturaleza social, es imposible de impedirlo mediante leyes, decretos, muros o metralletas.
  4. De la misma forma que no se elimina la corrupción, la pobreza, la prostitución y otras lacras sistémicas, tampoco la inmigración puede desaparecer con medidas coercitivas, sin importar que sean materiales o espirituales.
  5. Los nacionales haitianos están presentes en la República Dominicana, como inmigrantes, por una causa igual a la que están en Estados Unidos, millones de caribeños, latinoamericanos, africanos, etc., es decir, por el desarrollo desigual del país del inmigrante y el que lo recibe.

III.- Recordemos ahora, el contrato de compra de braceros haitianos, formalizado entre el gobierno dominicano y el haitiano

  1. Las autoridades dominicanas, al igual que las haitianas, han manejado el fenómeno migratorio dependiendo de su conveniencia y las circunstancias. Cuantas veces en nuestro país ha sido necesaria la mano de obra esclava haitiana, desde las alturas del poder del Estado han traído inmigrantes a trabajar como bestias.
  2. En los archivos del Palacio Nacional dominicano, de seguro reposa el contrato de fecha 14 de octubre de 1978, mediante el cual Haití le vende a nuestro país la cantidad de 15,000 braceros haitianos, a razón de 100 dólares cada uno, para trabajar como esclavos de nuevo tipo en los ingenios del Consejo Estatal del Azúcar.
  3. Conviene precisar que en el citado contrato, el CEA no tuvo nada que ver en la contratación. El negocio de los inmigrantes esclavos se formalizó de gobierno a gobierno. En ese momento no se habló de muro ni de verja perimetral.
  4. La realidad es que debemos de dejarnos de hablar necedades, puras tonterías para engañar a la opinión pública nacional y extranjera, con el asunto de los inmigrantes haitianos presentes en la República Dominicana, al igual como lo hizo el Gobierno Dominicano cuando denunciamos ante la Organización Internacional del Trabajo-OIT-, el trabajo esclavista a que estaban sometidos en nuestro país, en la década del 70, los inmigrantes haitianos.

Ideas finales

  1. Aprovechamos la ocasión para invitar a todos los interesados en el tema de la inmigración haitiana en la República Dominicana, a leer en el Archivo General de la Nación, las obras de nuestra autoría con los títulos Inmigración Haitianos y Esclavitud, e Inmigración Caribeña y un Capítulo Haitiano. Además, en esa misma institución reposa un trabajo inédito en seis tomos en el cual abordamos el mismo asunto haitiano.
  2. Por último, creemos que una cuestión que encierra humanismo como lo es, en general, el caso del pueblo de Haití, no es para mezclarlo con patriotería. Toda comunidad humana debe ser tratada con alto sentido de dignidad.

martes, 22 de febrero de 2022

El proceder responsable a punto de desaparecer

I.- Por los años que he vivido, trato de conocer el proceder de mi gente 

  1. Sobrevivir por muchos años permite al ser humano conocer algo del proceder de las personas de la comunidad donde ha permanecido durante cierto período de tiempo.
  2. No soy, ni pretendo ser, un dedicado a investigar las ciencias sociales, ni en particular las diferentes formas de actuar de las personas físicas en el medio social donde realizan sus actividades cotidianas.
  3. Creo no estar equivocado, si escribo diciendo que he adquirido más conocimientos con la práctica de la vida, que por medio de los estudios en las escuelas y en la universidad.
  4. Relacionarme con mujeres y hombres de diferentes países del mundo, y haber vivido de manera ininterrumpida compartiendo con distintas clases y capas del mosaico social dominicano, me han llevado a tener una idea, más o menos clara, de cómo actúa la generalidad de mis connacionales.
  5. De manera objetiva he llegado a darme cuenta de que la opinión que en mi mente he abrigado de la persona consciente de sus deberes, la responsable, ya no está presente en el mayor número de mis coterráneos.

II.- La palabra responsable y mi mamá

  1. La palabra responsable no la leí por primera vez en un libro, sino que la escuché salida de la boca de mi madre, siendo todavía un niño.
  2. Estando muy pequeñito, mamá logró que el Seguro Social, le asignara dos botellas de leche, pero había que estar de lunes a viernes, a las tres y media de la madrugada, en el lugar donde se procuraba el apreciado alimento.
  3. Mi madre, muy eufórica, me dijo: “Negro, ya tú sabes, eres responsable de que esa leche esté aquí todos los días; es tu deber levantarte antes de las tres y media de la madrugada”.
  4. Al escuchar la palabra responsable expresada por mamá, sentí que ella había puesto a mi cargo la responsabilidad de que, desde el lunes hasta el viernes, en mi casa estuvieran las dos botellas de leche.
  5. Una vez mi progenitora me impuso la obligación de que las dos botellas de leche estuvieran a su alcance, sentí que me había dado una orden que debía cumplir, un compromiso, si no legal, por lo menos moral.
  6. El hecho de mamá mandarme a realizar la tarea de buscar las dos botellas de leche antes de las tres y media de la madrugada, fue comprometerme, responsabilizarme de cumplir lo que ella me había requerido y debía hacer para honrar mi responsabilidad.

III.- El responsable, aquí está en extinción

  1. Porque me formé con la idea de que es un deber cumplir aquello a que está uno obligado a hacer, me he dado cuenta de que ser responsable ya no forma parte de la cultura de los nuestros.
  2. El concepto de responsable ha dejado de estar en la conciencia de los dominicanos y las dominicanas de esta época. Ahora predomina la informalidad sobre la seriedad y la ligereza en lugar de la solidez en las actuaciones.
  3. En el ambiente nacional dominicano, las personas irresponsables se comportan como si fueran de las más serias, como que no son capaz de engañar ni burlar a nadie.
  4. En nuestro país, la casi desaparición del responsable ha hecho posible que ese individuo inconsciente sea aceptado como el buen ciudadano que reúne las condiciones para confiarle una misión delicada.
  5. Esa mujer o ese hombre que a diario vemos accionando con descaro, es el mismo que obra sin reflexionar el daño que hace con sus actuaciones deshonestas, como si aquí ya la ligereza estuviera imponiéndose a la sensatez.

Ideas finales

  1. Ese ser humano inconstante, de formación liviana, es el que ha surgido en la nueva deteriorada sociedad dominicana; es el que se comporta libre de responsabilidad social, cívica y ciudadana, porque la reciedumbre desapareció aquí para que la falta de entereza tomara su imperio.
  2. En vista de la posible extinción de la persona que abrazaba con honor obrar con responsabilidad, entonces aquí llegó ese que se comporta voluble, reniega de la lealtad, y es fiel a la frescura, a la negligencia y a la irresponsabilidad.
  3. Ese tipejo que anda por ahí actuando deshonrible, es el atrabanco que trajo el presente orden social, una vez desaparecieron las mujeres y los hombres hechos para ser pudorosos, totalmente comedidos, apegados a la vergüenza y educados para cumplir con sus obligaciones como entes sociales de bien.
  4. Porque ser responsable es un estorbo para quien se identifica con la sinvergüencería, en el ambiente dominicano abundan los caraduras que muy a gusto se mueven en la degradada politiquería, haciendo de esta una actividad propia del truhán.
  5. Si queremos volver a conquistar al nacional dominicano responsable, debemos preocuparnos por instaurar un modo de vida en el cual se formen mujeres y hombres cumplidores y enteramente probos.
  6. En esta misma apestosa e injusta sociedad, debemos comenzar a formar a la niñez que en el mañana va a poner en la sepultura al actual sistema social y a todas sus lacras, incluyendo al hombre y a la mujer de proceder irresponsable.

domingo, 20 de febrero de 2022

Necesitamos formar una niñez humanista

I.- Conveniencia de educación cívica y ciudadana

  1. Ahora, cuando desde la cúspide del poder político se habla de llevar a las escuelas la formación ciudadana y cívica de los estudiantes del país, creemos que tal decisión es buena para comenzar a formar el conocimiento que el espíritu humano tiene de sí mismo.
  2. Es de desear que a nuestros niños y niñas se les inculque el concepto de comportamiento de buen ciudadano y, fundamentalmente, de conciencia del sentir nacional.
  3. Resulta de importancia básica fijar en el pensamiento de la niñez nuestra, la comprensión de los reales intereses nacionales, la necesidad de tener un país libre de dominación extranjera y preocuparse por el desarrollo y transformaciones sociales.
  4. Los chiquillos deben formarse con el sano convencimiento de abrazar con certeza la idea de que la doctrina que sirve de guía a su modo de vida es el amor a los demás seres humanos.
  5. El mayor éxito de un educador es hacer que mediante la instrucción el educando haga suya la idea de que forman parte de sus principios creer y practicar el humanismo.
  6. Gran conquista del sistema educativo de un país cualquiera, es adoctrinar a sus niños y niñas, en el sentido de preocuparse por el bienestar y el desarrollo del ser humano en su vida material y en su manera de ser en la práctica ética y moral.
  7. En los lugares donde están concentrados los niños y las niñas, sin importar que sean centros públicos o privados, hay que llevarles el mensaje de que corresponde a ellos apoderarse de la enseñanza que han de difundir en el futuro en el seno de su pueblo.
  8. Conviene convencer y mentalmente comprometer a los dominicanos y a las dominicanas del mañana que la solidaridad ha de estar de manera indisoluble ligada con lo que será su accionar cívico y ciudadano.
  9. Para maestros y maestras, será fácil sembrar en el cerebro tierno de los niños y las niñas, el pensamiento de que ellos deben orientar su proceder al bien de la especie humana, partiendo de hacer todo en provecho del bien para la humanidad.
  10. El trabajo eficiente del educador es hacer que sus alumnos y alumnas se formen en ser muy humanos, familiares, afables y con vocación para la compasión y todo lo que les lleve a humanizarse.

II.- En esta sociedad desalmada, preparar a niños y niñas nobles 

  1. En esta sociedad sin alma, donde se desprecia al ser humano hasta por el color de su piel y preferencia sexual, corresponde a los hombres y mujeres sensibles que tienen la condición de maestros, forjar a los que en el mañana serán donde se fragua el pensamiento humanista que pone en el centro de todo a la persona humana.
  2. Si en verdad aspiramos a contar para la posteridad con un hombre o una mujer cualitativamente diferente al ente social viciado de hoy, debemos aplaudir que se formen ahora niños y niñas con el potencial educativo armónico para llegar a ser portadores de conciencia cívica y humanista.
  3. Con pausa, lentamente hay que orientar a los discípulos desde los primeros cursos, para que hagan suyos principios que descansen en ideas de que la persona buena es la que en su país lucha por una sociedad justa en la cual impere la igualdad, la libertad, la justicia y la mutua comprensión.
  4. Nuestro país llegará a contar con excelentes ciudadanos y ciudadanas, cuando estén debidamente formados con el convencimiento de que para llegar a vivir en un país de individuos que mutuamente se quieren, es indispensable construir un orden social el cual se sustente en el trabajo, la educación y la salud, para tener un ambiente de paz, libertad, igualdad y felicidad para todos y todas.
  5. Si aspiramos a que en el porvenir nuestro país sea de hombres y mujeres libres de toda clase de opresión material y espiritual, debemos comenzar a formar a los seres humanos que, con concepción humanista, van a ser los forjadores.

Ideas finales

  1. A nuestros niños y niñas, si los educamos en hermosos ideales llegaríamos a contar con una comunidad integrada por personas hechas para el amor y la solidaridad.
  2. No olvidemos que una sociedad renovada es el resultado de ciudadanos y ciudadanas con una formación que construyeron tomando como base ideas que simbolizaban la llegada de una nueva época.
  3. Históricamente, los principiantes de las transformaciones son aquellos que adquirieron sus avanzados conocimientos en el seno de la sociedad ya superada, que llegó a convertirse en una traba para el desarrollo humano integral.
  4. Debemos admitir que la innovación está allí donde las fuerzas motrices de hoy se educaron en el pasado para instaurar en el presente un ambiente acorde con el soplo de nuevos aires para el ser humano.
  5. Sin duda, el chico que se hizo hombre nuevo en los anteriores centros escolares, es ese adulto de hoy que comprendió que debía prepararse para llegar a ser el modelo del ciudadano de la actualidad.
  6. La que antes se identificaba como la infancia, ahora es esa mujer o ese hombre que hizo suyos los consejos de sus maestros, orientados a que había que construir un país en el cual todas y todos los seres humanos fueran hermanos, unos para otros, unidos en la fraternidad.


viernes, 18 de febrero de 2022

Ante las drogas ilegales y el narcotráfico en el país

  1. Ante las drogas ilegales y el narcotráfico en el país, es el título de la nueva obra de mi autoría, la cual está puesta a disposición del público desde el día de hoy.
  2. Este libro contiene, en sus 350 páginas, el origen y desarrollo de los estupefacientes de uso ilícito en nuestro país, y recoge en seis (6) capítulos cómo el fenómeno de las drogas ilegales ha penetrado desde la familia hasta el Estado, sus instituciones, órganos judiciales, militares, policiales y educativos.
  3. El texto Ante las drogas ilegales y el narcotráfico en el país, permite conocer la forma como el dinero del narcotráfico inició su penetración en diferentes segmentos sociales dominicanos, y las acciones que grupos organizados llevaron a cabo para enfrentarlo sin éxito.
  4. Hasta ahora, no se conoce en nuestro país un libro en el cual se ponga de manifiesto, con fuentes sostenidas en documentos, las interioridades de las drogas ilegales y el accionar del narcotráfico. Al leer la obra Ante las drogas ilegales y el narcotráfico en el país, el lector o lectora, va a conocer las vivencias narradas por jóvenes víctimas del vicio de las drogas sin control legal.
  5. De igual manera, el texto que ahora entregamos a la sociedad dominicana, contiene las cartas que en su oportunidad remitimos con el tema de las drogas ilegales y el narcotráfico, al doctor Joaquín Balaguer, al Comandante Fidel Castro, a monseñor Agripino Núñez Collado, al general Antonio Imbert Barreras, así como a directivos de instituciones vinculadas con los empresarios, las universidades y grupos deportivos del país.
  6. En el libro se reseña que en una época tan lejana como en la década de los 80, ya el narcotráfico tenía en Santiago, inversiones por más de 200 millones de dólares, al igual se destaca que, por encima de los esfuerzos que se habían hecho, la lucha contra el narcotráfico estaba perdiendo la batalla contra ese fenómeno nocivo.
  7. Toda persona física o moral, interesada en adquirir la obra Ante las drogas ilegales y el narcotráfico en el país, puede hacerlo en la librería Cuesta, en Santiago y en la ciudad capital, así como en Hogar Crea, Luis Cantizano, Santiago. 
  8. El libro Ante las drogas ilegales y el narcotráfico en el país, fue editado con recursos económicos aportados por una distinguida familia de Santiago, y el producto de su venta será donado a instituciones que realicen actividades sin fines de lucro.

jueves, 17 de febrero de 2022

Hablar de distensión en momentos que se promueve la guerra

  1. Estoy totalmente convencido de que a un pueblo como el dominicano de hoy, le resulta sumamente difícil aceptar en su mente cualquier palabra que no sea luchar, bregar, accionar minuto a minuto para buscarse el sustento diario; pero nada quita que en estos momentos cuando se habla de guerra, mandarle un mensaje de alivio. Por tal razón he creído conveniente hacer este escrito sobre la distensión, en procura de algo de relajación en la conciencia de los que en este país son los más, las masas populares.
  2. Es posible que en la medida que accionamos por un cambio en el modelo económico y social que predomina en el país, exponer algunas ideas que tengan por finalidad contribuir a la preservación de la paz mundial, en una coyuntura en la cual la misma está puesta en entredicho. Desarrollar el tema de la distensión es contribuir a la paz de la humanidad.
  3. Los partidarios de la paz conciben la distensión como un proceso prolongado, multifacético y contradictorio, ya que no es fácil pasar de las sospechas y los temores que caracterizan el período de guerra fría a las relaciones basadas en la confianza mutua y en la disposición de resolver los desacuerdos y los litigios, no mediante la fuerza, las amenazas y las armas, sino en la mesa de las conversaciones y sobre la base de la igualdad, la justicia y la consideración de los intereses legítimos de cada Estado.
  4. La distensión es posible de lograr siempre y cuando se tenga presente que la mayor responsabilidad de impedir la guerra está en la opinión pública nacional e internacional. Haciendo comprender a las mujeres y a los hombres sensatos de que el desarme es requisito necesario para impedir una guerra mundial de tipo nuclear. De igual manera, las personas buenas pueden ejercer influencia en el desarrollo de acciones que hagan más viva, firme y establecida la distensión, haciendo saber que, o el mundo sigue por el camino de la profundización de la distensión, la renuncia al empleo de la guerra, o será arrastrado a una nueva y peligrosa guerra mundial.
  5. Al luchar por la distensión se toma en cuenta que solo en condiciones de distensión la humanidad puede resolver problemas de tanta importancia universal como el de los alimentos, el ecológico, el de las materias primas, etc.
  6. La distensión afianza la lucha de los pueblos oprimidos, porque en la medida que luchan por la distensión, se está accionando por hacer avanzar la brega por la liberación nacional, contra el colonialismo, el racismo y toda forma de opresión social.
  7. Aprovecho la ocasión para hacer mía la idea que en su oportunidad desarrolló el presidente del Consejo Mundial de la Paz, Romesh Chandra, cuando dijo: “La distensión no es un fruto ni patrimonio de un solo continente. No es un árbol que brota en una parte del mundo y no crece en el resto de la tierra. La distensión hace un considerable aporte a conjurar el peligro de la guerra en todas las regiones del planeta”. 
  8. Resulta provechosa la oportunidad para decirle a lo mejor del pueblo dominicano, que es posible combinar la brega por la liberación contra la opresión, por el fortalecimiento de las instituciones democráticas y la felicidad de todas y de todos, con la preocupación por la paz y la distensión.

martes, 15 de febrero de 2022

Ante el anuncio de otra guerra, que puede ser la última

I.- Explicación de las guerras

  1. La humanidad entera, o parte de ella, en estos momentos se encuentra en estado de excitación nerviosa, por las reiteradas informaciones que recibe con relación a los anunciados aprestos de guerra que, como es natural, crean intranquilidad hasta en las personas más calmadas.
  2. Ha sido una preocupación nuestra que la opinión pública nacional dominicana se mantenga, dentro de lo posible, informada de lo que es y significa la guerra.
  3. Con motivo de una comunicación que nos remitió un ciudadano dominicano, el día 23 de mayo de 1983, en torno a la guerra, le dimos respuesta mediante un artículo que publicamos en el periódico El Nacional, de fecha 30 de mayo de 1983, en la página 8, aclarándole el criterio que sostenemos sobre la guerra, precisándole, entre otros puntos, lo siguiente:
    1. Entre la guerra justa y la injusta, en todo el curso de la humanidad, desde que la sociedad se dividió en clases sociales y surgió el fenómeno de la guerra, han existido las guerras justas y las injustas.
    2. Una guerra justa fue la que llevaron a cabo los esclavos contra los esclavistas. Lo mismo se puede decir de todas las guerras que libraron los pueblos de América Latina y el Caribe, para lograr su independencia del colonialismo español, inglés y francés, y justas son también todas las guerras de liberación que, más temprano o más tarde, librarán los pueblos de América Latina y el Caribe para liberarse de la dominación que ejercen los intereses monopolistas norteamericanos.
    3. El pueblo de Vietnam llevó a cabo una guerra justa contra los intereses monopolistas norteamericanos que pretendían sojuzgarlo. El pueblo dominicano libró, en abril de 1965, una guerra justa contra la intervención norteamericana.
    4. Así como hay guerras justas, también las hay injustas. Las guerras justas son las guerras de liberación, las que hacen los pueblos contra sus opresores, y las guerras injustas, las de los colonialistas, de los imperialistas; las guerras de saqueo y pillaje; guerras injustas son, en fin, las de agresión y explotación, como la mantienen los intereses del imperio contra Cuba, Nicaragua, Venezuela y todos los pueblos que se levantan para romper las cadenas de la opresión.

II.- Es de justicia luchar por la paz

  1. La lucha por una paz justa y duradera, debe ser un objetivo a perseguir por todas las personas, sin importar el lugar donde se encuentren. En ese orden, es correcto promover acuerdos que tengan por finalidad la congelación de la fabricación y uso de las armas nucleares, así como la eliminación de todas las armas; el establecimiento y ampliación de zonas desnuclearizadas.
  2. Siempre serán pocos los esfuerzos que se hagan para llevar a la opinión pública mundial a tomar conciencia del peligro que representan las acciones o el desarrollo de las guerras.
  3. En un encuentro efectuado en Bulgaria, en el cual participamos en el año 1983, como miembro del Comité Dominicano de la Paz, y miembro de la Presidencia del Consejo Mundial de la Paz, intervenimos en el curso de un diálogo en el que expusimos que revertir la carrera armamentista significa negociar y aplicar medidas en el terreno de los presupuestos militares, las zonas desnuclearizadas, los ensayos nucleares, las bases militares y su proliferación.
  4. Precisamente ahora, cuando se anuncia como inminente una guerra, nos sentimos motivados a transcribir lo que expusimos hace casi 40 años, en el sentido de que: por una paz justa y duradera, estamos en el deber de levantar la voz, reclamando un mundo sin armas nucleares, porque de todos los astros que giran alrededor del sol, solo la tierra, nuestro bien común, abriga la vida. Depende de nuestra vigilancia colectiva que conservemos este precioso bien, este privilegio.

Ideas finales

  1. Es un deber de las personas que se sienten comprometidas con el bienestar material y espiritual de la humanidad, no solamente explicar las razones contra las guerras injustas, sino accionar para que no se lleven a cabo, principalmente animando a los hombres y a las mujeres sensibles para que se comporten militantes frente a la guerra y el armamentismo.
  2. Se impone, hoy y siempre, manifestar firme rechazo a cualquier acción que se proponga impulsar la carrera armamentista y los preparativos de guerras injustas. Los enemigos de los pueblos estimulan el guerrerismo para saquear riquezas naturales y aniquilar pueblos pacíficos.
  3. Por último, es bueno recordarles a los que se identifican con la guerra nuclear, que en este tipo de conflagración, no hay vencidos ni vencedores. La humanidad entera pierde.

lunes, 14 de febrero de 2022

La felicidad de pocos, a costa de la pobreza de muchos

I.- Olvidarnos de la hipocresía

  1. Las mujeres y los hombres que aspiramos a que nuestro país sea mejor en un futuro no muy lejano, debemos dejarnos de pensar en una esperanza atractiva, pero falsa, y fijarnos en lo que padecemos y debemos cambiar, para no continuar como hasta ahora, cargados de contrariedades y llenos de desvergüenza.
  2. Sin importar que sea por dejadez, o falta de iniciativa y visión para el porvenir, la verdad es que estamos viviendo una realidad mugre, con la agravante de que la aceptamos como muy purificada.
  3. Nos engañamos al suponer que estamos compartiendo entre miembros de una sociedad en la cual la mayoría actúa guardando con firmeza las virtudes públicas y privadas, cuando la realidad es que estamos moviéndonos en un ambiente, no de muy puritanos, sino de mentirosos, oportunistas, deshonestos, impuros, trepadores sociales, chismosos y desvergonzados.
  4. Hay que dejar de andar por esas calles de Dios, simulando lo que no somos como país, haciéndole creer al mundo civilizado que aquí la mayoría vive muy bien, sin preocupaciones, cuando lo cierto es que el nuestro es un pueblo pobre y cada día con más miseria encima.
  5. Debemos tratar de hacer un esfuerzo y convertirnos en ciudadanos y ciudadanas que actuamos con sentido ajustado a la realidad que estamos viviendo; llenarnos de autenticidad y olvidar las simulaciones y falsedades.

II.- Nuestro país con una caterva de pobres

  1. Aunque la falta de vergüenza se ha apoderado de una gran parte de los nuestros, hay que suponer que la canallada no lo ha contaminado todo, y la desfachatez no se ha impuesto por completo a la honestidad.
  2. Para sacar al país del atolladero que se encuentra, se hace necesario que el material humano que todavía no se ha ensuciado con las porquerías que emanan del orden social actual, tome la iniciativa de higienizar el ambiente nacional.
  3. Para cambiar la sociedad actual, y sobre sus cenizas levantar una nueva, debemos convencernos de que el modelo económico y social que nos denigra, además de carecer de fundamento racional, es infuncional.
  4. La forma como está organizada la sociedad dominicana de hoy, desde el punto de vista humano, no ha producido los efectos deseados para el desarrollo de la mayoría de la población.
  5. El orden social vigente en el país es inoperante. Se ha comprobado hasta la saciedad su inutilidad, porque la mayoría carece de lo indispensable para vivir dignamente.
  6. Un país cargado de pobres por todas partes; donde diariamente se multiplican los mendigos, y en cada esquina está presente una caterva de necesitados, nos dice que estamos conviviendo con limosneros, que para mal vivir deben ir de puerta en puerta extendiendo sus manos para recibir una limosna o un pedazo de pan.

III.- Dejar la parejería, para comprobar la pobretería

  1. Por más que la minoría insaciable quiera andar por ahí de privona, no puede negar que su abundancia de dinero es el resultado de la vida amarga que padecen sus connacionales pedigüeños.
  2. La privanza de los que en este país se creen estar por encima del bien y del mal, y de que orinan agua bendita, les impide saber que su fantochería tiene relación directa con la pobreza que arropa a la mayoría de dominicanos y dominicanas, víctimas de un modelo económico tan fallido como inhumano.
  3. Ese ejército de hambrientos, que diariamente se mueve por todo el país con deseo y necesidad de comer, sin saber dónde aplacar su hambre, habla para lamentarse e implora lograr su liberación material y espiritual.
  4. Todos aquellos que creemos que merecemos y debemos vivir en un mejor país en el orden económico, social, ético y moral, estamos colocados en la disyuntiva de aceptar que todo siga como hasta ahora, o actuar para vivir dignamente sin sonrojarnos de tanta miseria e inmoralidades.
  5. Por el hecho de que aquí un puñado de gente se mantenga placentera ante tanta pobreza y corrupción, la mayoría del pueblo no debe aceptar mantenerse hundida en la miseria y las lacras que genera el orden social actual.
  6. La tolerancia en su ejercicio tímido de las libertades públicas, no debe llevar a las masas populares a aceptar y santificar un sistema económico y social que las mantiene moralmente asfixiadas y materialmente reducidas como seres humanos.

Ideas finales

  1. La desgracia que vivamente lesiona a los que en este país son los más, a los pobres, no ha sido como consecuencia de un fenómeno celestial, sino causada por una formación económica que descansa en la desigualdad que hace imposible la felicidad de la mayoría de todos los habitantes del territorio nacional dominicano.
  2. La indiferencia no cuadra en las mujeres y en los hombres que históricamente se sienten comprometidos en la brega por liberar a la especie humana de toda forma de opresión.
  3. El estado de pobreza y de degradación ética y moral que vive el pueblo dominicano, deben motivar, emocionar y conmover a los mejores hombres y mujeres de este país, que creen que merecemos y debemos construir una sociedad diferente a la que desde siempre nos ha mantenido angustiados.

domingo, 13 de febrero de 2022

Mi apreciación en el trato de un médico dominicano y un estadounidense

A manera de introducción

  1. Si fuera una persona supersticiosa, actuara con la creencia de que mi madre me parió para que todo lo comprobara mediante la práctica, o sea, llevando a cabo en lo que debo creer.
  2. Así, por ejemplo, conozco lo que es el Estado como órgano represivo, porque he sentido la represión material mediante golpes físicos en mi cuerpo, y la coerción espiritual al mis adversarios prohibirme, en determinados momentos, expresar libremente mis ideas.
  3. De igual manera, estoy debidamente informado de la diferencia en el trato que brindan los médicos dominicanos a sus pacientes, y cómo los asisten los galenos ubicados en países extranjeros, en particular en los Estados Unidos.

I.- Calidez o sequedad en los médicos

  1. Tengo calidad para opinar del proceder de la generalidad de los galenos en los centros de salud estadounidenses, porque así como he estado en busca de sanación en mi país, he hecho lo mismo en diferentes ciudades y centros hospitalarios de los Estados Unidos.
  2. Porque  ahora se ha puesto muy de moda que cualquiera de mis connacionales pudientes, si se siente un dolor de cabeza, de una vez decide irse a territorio norteamericano, para allí ser atendido, he creído oportuno exponer mi sentir en lo que se refiere al roce, a la relación del médico dominicano y su colega en los Estados Unidos,  con el dominicano que padece una enfermedad y busca curarse.
  3. El objetivo de este escrito no es abordar el tema de la capacidad del facultativo nacional y su semejante que ejerce en territorio norteamericano. No procuro establecer equivalencia y discrepancia en conocimientos, sino en el celo, en el afán de que el enfermo sienta el calor humano.
  4. Para mí, y es posible que para cualquier ser humano que busca salud, la calidez del galeno es de un gran valor para la condición anímica del paciente, porque el ardor anima el espíritu decaído.
  5. La afectuosidad demostrada por el médico ante el que está quebrantado, le hace bien porque la cordialidad le llega suavemente al alma, haciéndole sentir que está frente a quien le va a devolver su sanidad.
  6. Aquel que asiste a la consulta médica porque siente un malestar físico, o una molestia espiritual, busca apoyo en esa persona que, se supone, lo ha  de recibir con sentido sociable, y no con el rostro adusto que en lugar de alegría transmite pesimismo.
  7. El que está enfermo, sale hacia el extranjero en procura de sanarse y se encuentra con un galeno con cara de poco amable, de seguro que se le incrementa su quebranto, porque el facultativo de mal carácter espanta hasta la posibilidad de sanar al que requiere salud.

II.- Experiencia como resultado de lo vivido

  1. La experiencia que tengo, resultado de mi asistencia en distintas épocas y por diferentes quebrantos, propios y de familiares, ante médicos norteamericanos, es el de un trato seco. Se nota la falta de calor, nada de entusiasmo y mucha frialdad.
  2. Mil veces me he lamentado salir de mi país hacia Estados Unidos, en busca de sanación y encontrarme con ese médico que me inspira desesperanza, porque le veo ceñudo, intratable. Me he acostumbrado a tratarme con facultativos que por su cordialidad inspiran confianza.
  3. Las personas enfermas, lo menos que quieren es ser pacientes de profesionales de las ciencias médicas que con su presencia agudizan el quebranto y ya en la consulta el intercambio de palabras es una agravante de la lesión.
  4. Cualquier persona que esté aquí quebrantada, si es asistida por un buen médico dominicano, a no ser que su tratamiento requiera equipos de alta tecnología, nunca, jamás, deje su cuido en el país para irse a Estados Unidos.
  5. Nosotros, los habitantes de la República Dominicana, contamos con profesionales de la medicina, sumamente talentosos, capaces, honestos y, lo más importante, transmiten calor humano a sus pacientes.
  6. Estar ante un galeno sensible que ejerce su profesión apegada a la ética y a la decencia, es caer en manos humanistas. Ese clínico que asiste al enfermo que anda al galope detrás de su salud, lo encontramos lleno de bondad en nuestro país, interesado en sanar al enfermo que a él se ha entregado.
  7. El médico general o el especialista, no importa el edificio anticuado o moderno donde está ubicado su consultorio, lo tenemos aquí, a nuestro alcance, siempre dispuesto para atender al enfermo; y con el mejor medicamento que ofrece, que es el trato sencillo para ese ser humano que en situación de desesperación necesita quien de buen gusto, con buena cara y temperamento afable le devuelva la salud.

Ideas finales

  1. Nuestra condición de caribeños, históricamente vejados y maltratados por minorías nativas y potencias coloniales, si estamos enfermos y abandonamos el lar nativo buscando curación, quisiéramos ser tratados por un terapeuta que genere delicadeza y proceder humanitario, no indiferencia y sequedad.
  2. Ese médico nada sociable, dado al laconismo, inmutable y con cara de presagio, no es el que estamos acostumbrados a tratar cuantas veces hemos tocado la puerta de su consultorio.
  3. En nuestro medio tenemos por costumbre encontrarnos con el facultativo que al recibir al paciente, de inmediato demuestra compenetración, susceptible actitud, exhibe cara de compasión y muestra su afecto cuando con ternura se acerca al enfermo.
  4. Lo que he expuesto respecto a la diferencia en el trato brindado al paciente por el médico dominicano y su colega norteamericano, es el resultado de mis vivencias, con las cuales no pretendo generalizar. He escrito partiendo de situaciones concretas reiteradas, las cuales he vivido con pesares.

martes, 8 de febrero de 2022

Medicamentos de alto costo y el Presidente Abinader

I.- He aprendido con la práctica de la vida

  1. Sin proponérmelo, mi vida se ha desarrollado confirmando la veracidad con el ejercicio de la práctica. He adquirido conocimientos de manera objetiva, fuera de cualquier instrucción sacada de un manual.
  2. Sé lo que es no tener un techo para vivir, porque nací en un bohío prestado por su propietario a mi mamá,  a cambio de que ella le lactara un nieto.
  3. Aprendí lo que es tener hambre y no contar con nada para comer, cuando mamá un día cualquiera de dificultad, llegado el mediodía sin que tuviera dinero para comprar la comida, salía al patio de la casa, lanzaba una mirada al cielo buscando el sol, y luego me decía: “Negro, van a ser las doce, ciérrame la puerta”. Con estas palabras mamá quería decir que había perdido toda esperanza de encender el fogón para preparar alimentos al mediodía. La explicación que nos daba mamá a sus hijos, era que ningún hijo suyo iba a moverse fuera de la casa, para que luego alguien pudiera decir por el barrio que un hijo de Ydalia andaba velando comida.
  4. Conocí la palabra dinero por mi trabajo como limpiabotas, porque cuando niño, antes de salir a limpiar zapatos, mamá me decía: “Negro, recuérdate que debes cobrar dos centavos por zapatos bajitos y tres por las botas”.
  5. Me gusta estrenar mis piezas de vestir, porque la ropa que usé en mi niñez, siempre fue de medio uso. Resulta que mamá lavaba y planchaba para varias familias en Santiago y recibía en donación las vestimentas usadas de los niños de esas familias. “Una de las casas a las cuales mamá prestaba servicios como lavandera y planchadora, era la de la familia Cocco, que vivía en Santiago. Miembros de los Cocco son Manuel y su finado hermano, mi amigo entrañable Miguel Cocco”.
  6. La persona que en mi hogar hace labor de servicio doméstico, siempre ha sido tratada como formando parte de la familia, porque esa fue la consideración que me dio doña Aracelis, la madre de los Llenas Dávila, cuando en mi niñez hacía en su hogar labores de limpieza y diligencias.
  7. Aunque salí de la UASD, en el año 1967, investido con el título de doctor en derecho Magna Cum Laude, fue al lado del licenciado Francisco Porfirio Veras, don Lilo, donde conocí la práctica de la abogacía, haciendo labores de oficinista y mensajero, desde comprar sellos de Rentas Internas hasta aprender a cancelarlos.
  8. En la cuna del imperio, asimilé que en el capitalismo la salud es una mercancía, porque estando mi compañera Carmen, afectada de cáncer, me trasladé con ella a New York, para fines de tratamiento de radioterapia. Una vez los médicos norteamericanos hicieron a Carmen los chequeos y exámenes previos de rigor, y precisaron el número de sesiones de radioterapia que debía recibir, una jovencita, secretaria ejecutiva del hospital, le dijo a Carmen: “Doña, este es el tratamiento que usted necesita y los costos; todo el dinero tiene que ser pagado antes de comenzar y si se inicia mañana tiene que ser pagado hoy o mañana antes de ser tratada”. En ese momento intervine, y le contesté que pagaría de inmediato el cincuenta por ciento; pero ella no me dejó terminar y contestó: “Aceptamos el cincuenta por ciento ahora, pero el tratamiento no comenzará hasta que se haga efectivo el total de la cuenta”. Al día siguiente se le pagó el completivo y, con el recibo en sus manos, Carmen comenzó el tratamiento.

II.- El cáncer y medicamentos de alto costo

  1. Cualquier persona acostumbrada a leer mis escritos, es posible que se haga la pregunta qué impulsa a Negro Veras, a escribir poniendo vivencias como motivación de su exposición. He aquí lo que me lleva a hacer este trabajo.
  2. En el periódico HOY, del día lunes 7 de febrero, en curso, 2022, en su primera página, leí la noticia con el título: “Marginan a pacientes sin dinero para enfermedades de alto costo”.
  3. Sé perfectamente lo que quiere decir enfermedades de alto costo porque, personalmente, en el curso de los últimos meses, he tenido que, en busca de mi salud, convencerme más y más de lo que significa en el capitalismo la salud como mercancía.
  4. En nuestro medio, cualquier ciudadano o ciudadana no tiene la posibilidad económica de gastar, en menos de un año, la suma de tres millones cuatrocientos mil pesos dominicanos, (RD$ 3,400.000.00), solamente para averiguar si está o no afectada de un tumor.
  5. Que se lea bien, es solamente dando los pasos necesarios en cuanto a investigación radiológica, pet/ct, y otros estudios, que entrañan gastos por encima de tres millones de pesos.
  6. Para que se tenga una idea de lo insoportable que resulta tener acceso a los medicamentos de alto costo, basta con decir que una cápsula endoscópica tiene un costo de RD$ 63,000.00, y una inyección para evitar los efectos de un tumor tiene un valor de RD$ 73, 800.00, cada mes.
  7. Desde hace muchos años la palabra cáncer para mí  ha sido fatídica, porque de esa enfermedad murió mi abuela materna, mi madre, mis hermanas Monina y Mercedes Maria; y mi compañera Carmen, además de otras personas que han ocupado un lugar especial en lo más profundo de mi corazón.
  8. En el seno de una familia, en la cual uno cualquiera de sus miembros resulta afectado de cáncer, llega la calamidad cargada de pesares que, además de la desesperación, trae la ruina económica al colectivo familiar.

Ideas finales

  1. Muchos pacientes que estamos en la obligación de hacer uso de medicamentos de alto costo, sin tener dinero en abundancia y de sobra, estamos en condiciones de hacerle frente a sus precios exorbitantes, pero no así la gran mayoría de nuestro pueblo que carece de recursos económicos hasta para comer.
  2. En diferentes ocasiones he dicho, y reitero, que no me identifico con el pensamiento político e ideológico del presidente Luis Abinader, y tengo de su persona una buena imagen por su formación familiar, además de que creo que no es uno igual a los tantos malvados que han gobernado a nuestro país.
  3. Apelo a la sensibilidad del Presidente Abinader, para que en los hospitales públicos del país mantengan los medicamentos de alto costo para que estén al alcance de los enfermos de cáncer, y otras afecciones catastróficas.
  4. El Gobierno Central está en el deber de tener los medicamentos de alto costo, bajo una estricta y confiable administración, para que con sentido humanista y honestidad, sean donados exclusivamente a personas físicas enfermas y de escasos recursos económicos.

lunes, 7 de febrero de 2022

Las aseguradoras, los enfermos y los médicos

I.- El pueblo y sus ajetreos

  1. Toda sociedad humana heterogénea desde el punto de vista clasista, está dominada por la desigualdad, que trae como consecuencia pluralidad de entes sociales con diferentes niveles educacionales.
  2. Nuestro país cuenta con un sector poblacional que tiene excelente nivel de instrucción, mientras amplios segmentos padecen de muy poca o ninguna preparación escolar.
  3. La falta de instrucción o conocimientos, hace posible que mediante la ocultación maliciosa, y utilizando otras tantas formas de controlar la voluntad, los pueblos llegan a ser presas fáciles de manejar.
  4. Los marginados sociales, víctimas de sus enemigos tradicionales, se mantienen aletargados; adormecidos; en permanente estado de quietud y con la mente turbada, lo que les impide pensar u obrar con plena claridad.
  5. Muchos dominicanos y dominicanas que comen a veces, el ajetreo a que están sometidos,  moviéndose al galope para conseguir el dinerito para mal vivir, el agobio les hace estar en condición de embelesados.
  6. La colaboración, al igual que la solidaridad, es la más alta expresión de la sensibilidad, y debe formar parte de la conducta social de quienes, sin distinción alguna, siempre están listos para coincidir en la coparticipación.

II.- La salud fuera de los negocios

  1. Porque las masas populares no lo saben, o por falta de tiempo no han comprendido lo indispensable que es gozar de salud, corresponde poner al día de su situación a las mujeres y a los hombres comprometidos con la lucha social y política.
  2. Cualquier gobierno de un país organizado y más o menos civilizado, debe tener la salud como un asunto de gran prioridad, la que se comprueba por los resultados obtenidos.
  3. Una comunidad humana cualquiera, necesita tener dirigentes políticos  dominados por cierto sentido de sensatez, que no permitan que los servicios de salud estén sometidos a operaciones comerciales.
  4. El criterio capitalista de dejar hacer, debe ser ajeno a todo lo que tiene que ver con la salud del pueblo. No tiene nada de humano, ni de social, aceptar que el derecho a estar saludable sea decidido por un intermediario sin amor a la vida de su prójimo.
  5. Para el ser humano, la salud no es una cosa cualquiera, secundaria, ni un accesorio de lujo. Ella es lo esencial, decisiva para mantenerse con actitud de vivir, de seguir formando parte del mundo terrenal.
  6. Porque estar saludable es algo muy delicado para la persona física, esta debe ser objeto de una atención cardinal. Cuidar por estar sano, es de importancia. Darse por descuidado lleva a la pérdida de la existencia.
  7. Es un compromiso del Estado ocuparse de que el pueblo tenga los servicios de salud a su alcance y disposición; hacer posible el acceso de los enfermos a los centros de atención médica; dedicarse, hacerse cargo, tener entre sus manos y atribuciones que los enfermos puedan recuperar su salud.
  8. El Estado dominicano, jamás, bajo ninguna circunstancia, debió permitir que grupos extraños a la sanación, hicieran de árbitros intermediarios entre la vida del paciente y los facultativos.
  9. Un tercero negociador, autorizado por el Estado, no debe hacer de componedor entre la enfermedad del asegurado y el clínico que sabe y procura curar al afectado. Un mediador interesado carece de calidad para decidir con sentido humanitario y justicia.

Ideas finales

  1. El medio social dominicano es lo suficientemente amplio, para que todo aquel que tiene habilidad para los negocios, y dispone de recursos económicos, desarrolle sus aptitudes e invierta con posibilidades de éxitos.
  2. Corresponde al Estado, no permitir que los particulares intervengan buscando beneficios en áreas sensitivas, como sensible es la salud de la población dominicana y de cualquier país.
  3. Ante el hecho de que aquí es una realidad la existencia de empresas aseguradoras, que tienen que ver con los servicios de salud, se impone hacer cesar esa actividad comercial.
  4. El Estado dominicano, que propició la vigencia comercial de las aseguradoras en el sector salud, de seguro que no las va a estorbar, y de ninguna manera a obstaculizar la continuación de las mismas en el negocio de la salud.
  5. Como toda compañía comercial, las aseguradoras que accionan en el negocio de la salud, en sus actividades procuran ganancias a costa de los enfermos asegurados y de los médicos que asisten a los que buscan sanación.
  6. La situación se ve con suma claridad: poner los servicios de salud como un asunto entre el enfermo y sus médicos, y que de por medio no esté un tercero que con todo derecho solo procura obtener ganancias.

sábado, 5 de febrero de 2022

Ante la desaparición del querer hoy, cultivarlo para el futuro

I.- La educación para crear conciencia

  1. La especie humana logra su educación en el hogar y en la escuela, completando su formación en el medio social donde desarrolla sus actividades cotidianas.
  2. El conjunto de las ideas que sirven de guía a un hombre o a una mujer, caracterizan la forma de cómo ve el mundo circundante, el enfoque  de los fenómenos sociales y todo lo que tiene que ver con su entendimiento,  inteligencia y el uso de la razón para  decidir en uno u otro sentido aplicando el adecuado razonamiento.
  3. El estado de satisfacción  de un ente social guarda relación con su  modo de pensar, de donde resulta que su mentalidad condiciona sus gustos.
  4. Dependiendo de su formación, de la enseñanza asimilada, la persona  entusiasma a los demás por su correcto proceder,  gana respeto y admiración.
  5. La fina conciencia, el sano entendimiento condiciona a  la persona para valorar el trato que recibe por ejecutar según es debido. El actuar apropiado motiva  buena imagen  y grata aceptación.
  6. Es una tendencia muy propia de los seres humanos sentir la querencia. Emocionalmente se siente bien aquel que sabe que es objeto de afectos, porque el cariño anima el espíritu.

II.- La sociedad dominicana de hoy, complicada para el querer

  1. La comprensión mutua, la fraternidad, el colectivismo y la lucha por un puro ideal para el bienestar social, solamente están presentes  en una sociedad en la cual  el trabajo común procura satisfacer las necesidades de todos y de todas
  2. En las comunidades humanas que viven bajo un ordenamiento económico y social basado en la desigualdad de oportunidades,  no es posible establecer el querer mutuo, porque  en el afecto desempeña función determinante la deseada correspondencia, algo difícil de alcanzar en el medio social dominicano de hoy por las contradicciones sociales y la ausencia de fortaleza en los sentimientos.
  3. La doblez es normal en muchos de los nuestros. Ella choca con el sincero estimar que debe primar en los mutuos vínculos afectivos.
  4. El modo de actuar sin fingimiento se ha convertido en algo extraño en la conducta del dominicano, razón por la cual la inclinación afectiva entre nosotros se torna sospechosa.
  5. La forma como actúa el amigo sincero, que lo hace merecedor de pleno cariño, en raras ocasiones es compensada como merece. Siempre acecha la traición, si no la indiferencia despreciativa.
  6. En el medio nuestro, ese ser humano que merece ser amado, la generalidad de las veces es víctima de odio por la nefasta influencia de un tercero que empaña la común atracción que hasta ese momento existía basada en la franca estimación. Malquistar es ya algo de la cultura dañina dominicana.
  7. Sembrar la antipatía y no el querer, es un objetivo a lograr por quienes bien han asimilado la degradación de la sociedad dominicana. Aquí se estimula la inquina para mediante la tirria  romper el sano cariño.

III.- Los que se dejan querer

  1. La manera de ser o de reaccionar, el carácter vehemente y vivo, influyen para  la persona llegar a ser amada. El ímpetu y la frialdad desempeñan su papel entre el querer y despreciar.
  2. El comunitario sociable, de buen trato y franca cordialidad, lo hace agradable, atractivo, a la vez que motiva querer e inspira gran simpatía.
  3. Algunas personas físicas, hasta con un cambio de impresiones se dejan querer, mientras que  otras ni con  ruegos  llegan a ser objeto de afectos. No todo ser humano conmueve hondamente el ánimo de otro.
  4. Alrededor del querer se mueven factores que tienen que ver con la actitud de cómo se comporta un individuo ante los demás, de ahí que el flemático, el muy reposado no cae igual, ni se deja querer como aquel vivaracho, el muy jovial.

Ideas finales

  1. Debemos empezar  a instruir  a los niños y a  las niñas en el sentido de que para llegar a caer simpático no hay que comportarse lisonjero, porque es posible ser querido sin adular. Entre nosotros hoy, muchos cultivan la querencia  basada en ser tan melosos que empalagan.
  2. Si en el futuro queremos contar con mujeres y hombres de valía, queridos y admirados, se impone comenzar a formar niño y niñas que se desarrollen con el sentido de tener completa dignidad.
  3. Es de desear tener  en la sociedad dominicana del futuro  a esa ciudadana o ciudadano muy querido por su conducta ejemplar, altamente apreciada por su correcto proceder  y  los aportes hechos a la comunidad.
  4. En nuestro país, el concepto querer debe ser la expresión del buen actuar en el medio social, con apego a principios éticos y mortales, lealtad y plena correspondencia, como muestra de sincera reciprocidad.
  5. Debe ser un compromiso de la gente buena que todavía queda aquí, reclamar educar   a la niñez dominicana  para que aprenda que no es de gente noble  ganarse el querer  recurriendo a la alabanza, que es una tacha  propia de los mediocres para ganar simpatía inmerecida.

jueves, 3 de febrero de 2022

Escribir o hablar para con astucia engañar al pueblo

I.- Verdades a medias

  1. En nuestro medio no son pocos los que por conveniencia santifican el modelo económico y social bajo el cual estamos viviendo. Aquel que tiene como actividad principal producir la mercancía dinero, necesita que se mantenga vigente lo que le hace posible su agradable vida material y espiritual.
  2. Con el fin de engatusar a lo que en verdad se llama pueblo, son utilizadas un conjunto de palabras debidamente organizadas. De igual manera, para inducir al engaño a los hombres y a las mujeres que integran las masas populares, un lenguaje complicado y difícil de comprender es llevado a sus oídos.
  3. A nuestro pueblo se le habla de democracia, como si este fuera un concepto general y no clasista. No se le dice que la de aquí es una democracia representativa diseñada para servirle a la minoría nacional y a los intereses extranjeros.
  4. Se difunde la idea de que hay que acabar con la pobreza, la corrupción, el desempleo, la violencia y la prostitución, pero no se le aclara a la población que para eliminar esos males sociales hay que hacer desaparecer su causa generadora, el sistema bajo el cual estamos viviendo.
  5. Analfabetismo, niños que mueren de enfermedades curables, gran desempleo, desamparo de los ancianos, falta de techo y de agua potable, son males que tienen su fuente y causa que los motivan, pero se guarda silencio de que es el injusto sistema que los arrastra contra la mayoría del pueblo.
  6. Criminalidad, drogadicción, narcotráfico y hacinamiento son manchas sistémicas presentes aquí, causadas por un orden social basado en injusticias y desigualdades, pero no se le dice a la comunidad dominicana de dónde provienen.
  7. Hablarles a los pobres en un lenguaje comprensible que lo puedan entender, es decirles sin jeringonza ni galimatías, la fuente de su desgracia, de su estado miserable, porque solamente así llegan a saber hacia dónde deben dirigir su lucha de liberación.
  8. Es llevar la mentira a las ciudadanas y a los ciudadanos, hablarles de los problemas sociales, sin orientarles correctamente en el sentido de que no son providenciales, sino terrenales las molestias que les tienen como víctimas para favorecer a los victimarios que son muy pocos.

II.- Tapar la verdad para engañar a las masas populares

  1. En nuestro país y en cualquier otro con una organización económica, social y política semejante, contará en su seno con sectores, clases y capas sociales que de forma interesada van a mantener la trampa ideológica como medio para que se conserve inalterable el actual  modo de vida.
  2. A los hombres y a las mujeres pobres se les ocultan las realidades para que una vez disfrazadas, no puedan descifrarlas con facilidad. El enmascaramiento se convierte en un obstáculo que facilita el atraso popular.
  3. En la medida que a los oprimidos se les tapa, o de cualquier manera se les enmascara la verdad, más difícil se les hace llegar a conocer la causa de sus pesares. Eliminar la luz es obra de quienes se benefician del oscurantismo.
  4. Adormecer a los de abajo mediante palabras adecuadas para que se queden aletargados aceptando la opresión, ha hecho posible a las minorías disfrutar del poder del Estado sin complicaciones de ninguna clase.
  5. En la generalidad de los países atrasados y dependientes como es el dominicano en la actualidad, la trampa ideológica constituye un instrumento importante para la dominación de una minoría insignificante contra la mayoría del pueblo trabajador.
  6. Para que los marginados de la sociedad dominicana acepten con dulzura su pobreza, se les hace creer que su miseria, la corrupción y la violencia, se eliminarán rezando, y no en la brega social y política.
  7. La resignación de la mayoría de la población dominicana a continuar viviendo como hasta ahora, es responsabilidad de quienes aprovechándose del sistema y de la ignorancia, se ocupan de acunar a los marginados de la sociedad hablándoles sandeces.
  8. Los politiqueros y otros vendedores de ilusiones que irrespetan al pueblo, extralimitándose en sus ambiciones, saben que su vigencia depende de la existencia del sistema que defienden como si fuera idílico, cuando en verdad no es más que sumamente prosaico.

Ideas finales

  1. En cada país, los grupos de la especie humana más altamente ilustrados, son los más comprometidos en llevar conocimientos a sus coterráneos que carecen de instrucción. El egoísmo intelectual es una mancha en la conducta de quien así procede.
  2. No son más que desgracias humanas para sus pueblos, los hombres y las mujeres que de manera habilidosa escriben o hablan para con agilidad y astucia mantener en el atraso a aquellos que carecen de lo indispensable para vivir dignamente, es decir, a los pobres.
  3. Ahora que está muy de moda tocar el tema de la transparencia, sería provechoso para la comunidad dominicana, que cuando se le hable de males sociales, como corrupción, pobreza y otras taras, se le diga cuál es su causa generadora.
  4. Para los marginados de la sociedad dominicana escaparse de la opresión social en la que se encuentran sometidos, deben confiar en sus propias fuerzas y en sus aliados sinceros, pero jamás creer en aquellos que mediante la trampa ideológica procuran confundirlos, hablándoles de problemas sociales sin señalarles el origen de los mismos.

martes, 1 de febrero de 2022

Los tatuajes y otras modas, hoy presentes aquí

Explicación

Las épocas, como períodos prolongados en el desarrollo de la sociedad humana, están marcadas por acontecimientos de significación y procesos sociales con rasgos característicos.

I.- Mi profesor, Leoncio Ramos, Lombroso y los tatuajes

  1. El doctor Leoncio Ramos, en la Universidad de Santo Domingo, impartía la cátedra de criminología en el primer curso de la Facultad de Derecho. La tarde del día jueves 11 de enero del año 1962, el doctor Ramos, llegó al aula donde nos encontrábamos sus alumnos y luego de un saludo respetuoso, inició el desarrollo del tema de su asignatura, refiriéndose a Cesare Lombroso y el criminal nato.
  2. El profesor Ramos, en su exposición dijo que en su momento Lombroso, con fines de investigación, visitó varias cárceles italianas, y comprobó que la mayoría de los reclusos condenados por crímenes espeluznantes tenían tatuajes en sus brazos.
  3. Al escuchar lo dicho por el profesor Leoncio Ramos, me pasó por la cabeza la idea de que no era de gente buena grabarse dibujos en la piel.
  4. Lo relatado por el profesor Ramos, en torno a Lombroso, los tatuajes y los criminales, me conmovió el ánimo, y me puso detenidamente a pensar.
  5. Durante mucho tiempo, vi con extrañeza, me causó asombro, ver en mi país a seres humanos con marcas en sus cuerpos. Me sentía sorprendido por el hecho de una persona física marcarse, algo que solo había visto en algunos animales domésticos, para sus dueños distinguirlos por la estampa como propios.
  6. El hecho de que memorice lo narrado por el doctor Leoncio Ramos, sobre la opinión de Lombroso y el criminal nato, no quiere decir, en modo alguno, que acepte semejante tesis en los marcos actuales del estudio del delito, el delincuente y la causa generadora del crimen.
  7. De la generación de mujeres y hombres, de la cual formo parte, la consideración que tenía de tatuarse no era buena ni mala. Pura y simplemente, no existía ese concepto en el pensamiento de los dominicanos y dominicanas de mi tiempo, como tampoco la idea de las computadoras.

II.- No estoy prejuiciado contra los tatuajes

  1. Por formación personal e ideológica, no soy dado a comportarme con exagerada admiración por cualquier asunto que está en boga. Por el contrario, a lo nuevo le doy la bienvenida, siempre y cuando no vaya en contra de las buenas costumbres aceptadas como formando parte de la cultura de nuestro pueblo.
  2. La artificialidad no forma parte de mí. El fingimiento no lo ejecuto ni lo impulso; procuro estar identificado con la naturalidad, vivir en permanente llaneza y ejecutar la sencillez como práctica de vida.
  3. Con relación a los tatuajes, no tengo juicio alguno preconcebido. No procedo a juzgar algo sin conocer su origen y esencia. Procedería con ofuscación si manifiesto o siento algún prejuicio contra los tatuajes.
  4. Mi único hermano de padre y madre, que todavía vive, en su época de juventud decidió dibujarse un tatuaje en su brazo izquierdo. De igual manera, uno de mis más fieles amigos, de origen extranjero, tiene un tatuaje en uno de sus brazos.

III.- Los tatuajes están aquí de manera permanente

  1. En un pasado reciente era algo pasajero el dominicano o la dominicana dibujarse la piel, pero hoy es una cuestión permanente. Se puede decir, que todo pinta a que su aplicación tiene plena aceptación en jóvenes y adultos.
  2. Cualquier hombre o mujer de ahora exhibe un tatuaje como signo de estar muy moderno. Es más, se está viendo como señal de envejecer, no tener un tatuaje en una parte del cuerpo que sea llamativa y el dibujo notorio.
  3. Los tatuajes se han convertido en prueba de estar actualizado. Renovarse es mandar a pintarse en el cuerpo un amplio dibujo y que atraiga mucha atención.

Ideas finales

  1. No me identifico, en lo absoluto, con la opinión de Lombroso, sobre la vinculación entre los criminales y el uso de los tatuajes, pero no veo bien que el ser humano dibuje su piel, que sería como hacer una silueta sobre madera.
  2. Como ser humano libre, mentalmente no me someto a la nueva ola de modismo expresado mediante esa cosa que llaman música, caracterizada por sonidos chirriantes y desagradables, lo mismo que me choca ver a hombres con los pantalones sostenidos con la correa en los glúteos.
  3. No me produce agrado ver a las mujeres con una variedad de colores en sus cabellos, convirtiendo su cabeza en arcoíris que, aunque novedoso, no deja de cambiar la belleza natural de su pelambrera.
  4. Lo ideal fuera que los dominicanos y las dominicanas que se preocupan por un cambio, introduciendo modos nuevos de vida, utilicen sus energías, capacidad y disposición, material o intelectual, a los fines de accionando junto al pueblo producir las modificaciones que requiere la sociedad dominicana.
  5. Debemos estar conscientes de que las modificaciones en el vestir, el tipo de música, los refranes y tatuajes, lo mismo que apreciar lo bello y otras expresiones que observamos en el medio social, sirven para comprobar el cambio de generación que, con el transcurrir de los años, de manera perceptible, se ha operado en el país.