jueves, 19 de noviembre de 2020

Conjura imperial y de aliados contra Venezuela y su gobierno

 Por: Ramón Antonio Veras. 

1.- Los pueblos de América Latina y el  Caribe, miden la dignidad de sus gobiernos por la posición que adoptan en sus relaciones diplomáticas ante los Estados Unidos de Norteamérica. La vergüenza y la vileza marcan la diferencia entre honor y bajeza. 

2.- La independencia política no entraña libertad cuando organismos económicos  hacen  supeditar la libre determinación a lo que conviene la política colonialista pautada en favor del imperio por el Fondo Monetario y lo OEA.

3.- Resulta más que vergonzoso el  proceder sumiso de la mayoría de los gobiernos latinoamericanos y caribeños,  sin excluir el dominicano, ante  los dictados de Washington, específicamente en su intromisión en los asuntos internos de la República  Bolivariana de Venezuela.

4.-  El gobierno dominicano actual, al igual que el anterior, ha enseñado la clara posición aborregada que manda el imperio en su afán de continuar hostigando al pueblo y  al gobierno de Venezuela, todo porque el proceso que se desarrolla en el país de Bolívar y Chávez rechaza  ser manejable.

5.- Lo que ha demostrado la nueva administración dominicana es que está dispuesta  a entregarse en los brazos de Donald Trump, con una actitud blanda, como una ceda, de acatamiento a todo lo que  sea de interés para la política acorde a los intereses monopolistas guerreristas que procuran el doblegamiento.

6.- La docilidad de un gobierno a los mandatos de una potencia extranjera tiene una explicación de obediencia a intereses no nacionales, por la entrega  condicionada a perder la independencia y la autodeterminación hasta llegando a ser un subalterno.

7.- A cualquier dominicano  o dominicana que se respete, le debe caer muy mal, le hiere, ofende su orgullo nacional, al saber que el gobierno de su país forma parte de la conjura internacional, patrocinada por los Estados Unidos para eliminar el proceso democrático que lleva a cabo la mayoría del pueblo de Venezuela.

8.- En el concierto de naciones libres y soberanas,  se ve como una bufonada, mamarrachada y absoluta ridiculez, que el gobierno dominicano le haga coro   al imperio como una menudencia cualquiera, reclamando elecciones libres en  un país soberano. Esa posición es, pura y simplemente, una ausencia de seriedad.

9.- Es una extravagancia, ponerse de ridículo, ir detrás de los halcones de Washington  en su decisión de, bajo el argumento de derrocar a Nicolás Maduro, eliminar las conquistas logradas por las masas populares venezolanas bajo las orientaciones del movimiento orientado por Hugo Chávez.

10.- Los gobiernos epígonos del Grupo de Lima, haciendo de seguidores del Donald Trump, en los golpes blandos, al estilo de  Manuel Zelaya, Fernando Lugo, Dilma y Evo Morales, ahora quieren reeditar su método contra la Revolución Bolivariana, argumentando la “dictadura de Maduro”.

11.- Lo bochornoso es oír mencionar el gobierno dominicano en esos aprestos conspirativos y golpistas contra un gobierno elegido por su pueblo, en un proceso electoral legal y legítimo, y solamente impugnado por el imperio y sus deshonrosos aliados, tutelados por los Duques de Colombia y los Bolsonaros de Brasil.

12.- El Grupo de Lima, y los vecinos de Venezuela, Brasil y Colombia, sirven de base a las pretensiones imperiales para agredir a la Revolución Bolivariana, utilizando argumentos  condicionados,   como el informe sobre los Derechos Humanos y otras denuncias cargadas de veneno ideológico, a lo que también da su asentimiento el gobierno dominicano.

13.- En el preciso momento que Venezuela lleva a cabo los preparativos para celebrar las elecciones legislativas del 6 de diciembre, el imperio manda  a sus gobiernos subalternos a sacar debajo de la manga un infame informe dizque independiente sobre derechos humanos que muy  bien cuadra para Colombia.

14.- Los gobiernos sin honra e irrespetuosos de la dignidad y tradición democrática de sus pueblos, deben recibir la más contundente movilización de masas internas e internacionales, ante cualquier zarpazo, intentona intervencionista que ejecute el  imperio contra el proceso democrático venezolano y su legítimo gobierno presidido por Nicolás Maduro.

 

 

Santiago de los Caballeros, 21 de septiembre de 2020.