Por: Ramón Antonio Veras
1.- La realidad de la vida me ha permitido
comprobar que la existencia de los seres humanos no se desarrolla en
forma uniforme; que existen dificultades
y tropiezos.
2.- En procura de la solución del
caso de mi hijo Jordi, en el camino tuve
momentos de flujos y reflujos, avances y retrocesos, hasta alcanzar una parte
de los objetivos con la sentencia de primer grado que sancionó a los
responsables de la acción criminal.
3.- Jordi y toda nuestra familia ha
pasado episodios de sufrimientos en busca que se le haga justicia al que pagó
para el crimen y quienes lo planificaron
y ejecutaron. Poco a poco hemos tratado de superar los inconvenientes; a
cada trastorno tratamos de buscarle salida adecuada recurriendo a mecanismos
legales.
4- Fueron muchas las ocasiones que nos sentimos golpeados en lo más
profundo de nuestro corazón porque se
prolongaba la investigación del asunto
empantanaba en juicio. Pero en ningún momento renunciamos a reclamar limpieza
en la obtención de los medios de prueba y el cumplimiento del debido proceso.
5.- Los momentos amargos que nos
hicieron pasar nuestros
adversarios ideológicos, abiertos y
encubiertos, que se aprovecharon de la
tragedia de nuestra familia para
herirnos anímica y moralmente, al final saborearon el desaliento por la solidaridad que recibimos de lo mejor y
más sano de la sociedad dominicana.
6.- Siempre hemos dicho que al caso
de mi hijo Jordi le daremos seguimiento sin tregua, hasta que concluya con una
sentencia definitiva e irrevocable; con la ley y el derecho, de manos con la justicia,
de ser necesario recorreremos todas las instancias jurisdiccionales. Ante la
criminalidad y el crimen organizado, no puede haber pausa, espera ni
suspensión, sino continuación y reanudación permanente.
7.- Si el sicariato ha desafiado
a nuestra familia, le aceptamos el reto. El medio de que disponemos para combatirlo es la
ley, el derecho y la justicia; contamos con la razón y los hombres y mujeres de bien del país. La resistencia al crimen organizado es legítima.
8.- Hoy, al cumplirse 50 meses de la
tentativa de asesinato contra mi hijo
Jordi, continuamos firmes, convencidos
de que la justicia continuará alcanzando a quienes
quisieron llevar a nuestra familia dolor, angustia y luto.
Santiago
de los Caballeros, 2 de agosto de 2014.