viernes, 28 de abril de 2023

Cada clase con su democracia

I.- Democracia diferente, vendida como igual

  1. De manera muy fina, suavemente, a lo más humilde del pueblo dominicano se le vende la falsa idea de que la democracia siempre es la misma, igual para los pobres que para los ricos.
  2. El fraude ideológico democracia se lo envuelven a las masas populares en un empaque dotado de hermosura para que lo acepten como una maravilla.
  3. A los pobres, al pueblo de a pie, a los que comen a veces, nunca se les dice que en sociedades clasistas, como lo es la dominicana, la democracia tiene un carácter de clase. Ella existe para los integrantes de la clase que domina al Estado, sus instituciones y al gobierno entero.
  4. La democracia representativa está estructurada de tal manera que margina a la mayoría de ciudadanas y ciudadanos de las grandes decisiones estatales en el orden económico, político y social.
  5. En la democracia sustentada en el sistema capitalista, no importa que sea desarrollado o subdesarrollado, los derechos y libertades consagradas en la Constitución son puramente formales para la mayoría de la población.
  6. En la democracia dominicana, el derecho a la vida está condicionado a quien tenga posibilidades de pagar la medicina y los servicios médicos.
  7. Lo mismo ocurre con el derecho a la vivienda y a la educación. La apariencia se traga la posibilidad de darle vida a las prerrogativas constitucionales. Existir, vivir se hace imposible para los de abajo, los marginados de la sociedad donde estamos ahora.

II.- Por la democracia del capital, cumbres, encuentros, etc.,

  1. Los encargados de trazar los planes de cómo engañar a los trabajadores y a las trabajadoras con el concepto democracia, organizan diferentes actividades en procura de mantener vigente la democracia de la minoría nacional y extranjera.
  2. El periódico El Nacional, de fecha 3 de abril de 2023, en su página 9, publicó un cable de prensa originado en Washington, con la información de que “la República Dominicana rubricó los compromisos de la Primera Cumbre por la Democracia, destinados a fortalecer y salvaguardar la democracia en el mundo”.
  3. Esas cumbres por la democracia, al igual que otras reuniones con iguales fines, dirigidas y organizadas por el imperio, no procuran nada conveniente para los pueblos, pero sí para el convocante.
  4. Se habla de fortalecer y salvaguardar la democracia en el mundo, pero no se aclara que esa democracia es la que protege a los intereses de las minorías nativas y los intereses monopolistas norteamericanos.
  5. Se le lleva confusión al pueblo si se hace referencia “a la democracia del mundo”, cuando no es más que la democracia de allí, donde impera el capitalismo atrasado, dependiente y del imperio.
  6. El periódico El Nuevo Diario, en su versión digital del día domingo 9 de abril de 2023, publicó la información: “Diálogo por una Democracia Inclusiva de la niñez y la adolescencia”.
  7. En verdad, llama la atención que en un encuentro organizado por la democracia que, según la Unicef, mantiene con hambre a millones de niñas, niños y adolescentes, se aborde un supuesto “Diálogo por una Democracia Inclusiva de la niñez y la adolescencia”.
  8. Carece de toda lógica que el régimen social que genera hambre y desnutrición en la niñez, se destape con el anuncio de un “Diálogo por una Democracia Inclusiva de la niñez y la adolescencia”.
  9. Nunca, jamás puede ser inclusiva una democracia que margina de todo lo que significa progreso social, desarrollo humano, felicidad y bienestar material y espiritual, a millones de niñas, niños y adolescentes latinoamericanos y caribeños.

II.- Reuniones para preservar el statu quo

  1. En esas especies de conciliábulos, que no son otra cosa que reuniones para buscar formas para apaciguar y de cualquier manera confundir a nuestros pueblos, se elaboran planes con el marcado objetivo de preservar el statu quo.
  2. Esas cumbres por la democracia, al igual que otras reuniones con iguales fines, dirigidas y organizadas por el imperio, no procuran nada conveniente para los pueblos, pero sí para el convocante.
  3. En cada país donde impera la desigualdad de oportunidades, aquellos nacionales que no tienen garantía de lo indispensable para una vida digna, deben ver con total animosidad esos encuentros para exaltar y defender la democracia del hambre.
  4. Resulta imposible que la gente que aquí, viviendo en barrancones y con hambre, acepte de buenas ganas su martirio. Por tal motivo no se le dice que la democracia dominicana es la de las injusticias y la desigualdad, que favorece a un grupito insaciable.
  5. La democracia, régimen político en el cual el poder es ejercido por el pueblo, su contenido real cambia conforme con las modificaciones en el régimen económicosocial predominante. Así ha sido históricamente: democracia esclavista, feudal, capitalista y la socialista que está llamada a construir la clase obrera para sí y todo el pueblo.
  6. En la República Dominicana, la democracia representativa del capital, de la minoría nacional y del imperio, ha parido una caterva de pobres; tiene una moral de cafres que genera corruptos públicos y privados por pipá; adolece de un sistema educativo infuncional; aloja a la población necesitada en los barrancones; impulsa abundante criminalidad y delincuencia común, y su servicio de salud está coronado con 72 bebes muertos en tres meses en una sola maternidad. Qué porquería de democracia.

miércoles, 26 de abril de 2023

La sociedad civil, actividades y conflictos

I.- Incidencia, hoy, de la sociedad civil

  1. Nos ha llamado poderosamente la atención la incidencia en el país de las denominadas organizaciones de la sociedad civil, en distintas áreas del sector privado y de las instituciones estatales. Por su notorio e inusitado peso social desarrollado, quisimos conocer cuál había sido su origen.
  2. En un principio se designó como sociedad civil, las relaciones con el Estado y, en sentido estricto, las de propiedad. Luego, desde Hobbes, Locke, Hegel, Marx, Gramsci, otros conceptos han sido tomados para individualizarlas.
  3. Al margen de lo que en el pasado fue la sociedad civil, la realidad es que en la actualidad tienen mucha importancia y su alcance y dimensión llama a poner la mente en ellas.
  4. La consideración a tomar en cuenta de la sociedad civil, no son las palabras con las cuales son designadas, sino los fines ulteriores que en su interior se mueven.
  5. La representación mental que la generalidad de la gente buena tiene de la sociedad civil, es la de un conjunto de personas que se unen para hacer labores por amor al prójimo y civilistas, pero resulta que con los cambios que se han producido en el mundo está siendo utilizada con fines nada honestos.
  6. La que históricamente fue conocida como sociedad civil, en los últimos tiempos se conocen también como sociedad sin fines de lucros, ONG.

II.- El financiamiento de la sociedad civil. Sus actividades controversiales ante algunos gobiernos. Su trabajo interno

  1. Por hacerse llamar organizaciones de la sociedad civil o sociedades ONG, que no producen ni obtienen beneficios, se supone que se nutren de donaciones hechas por personas generosas, físicas y morales, nacionales y extranjeras. Esos enlaces de sociedad civil y “sin fines de lucros”, han hecho posible una sincronización cuyos vínculos están lejos de perseguir la ejecución de la caridad.
  2. El hecho de que la sociedad civil por su propia naturaleza no procura rendimiento económico y debe realizar actividades en el medio donde se desenvuelven, necesariamente tienen que disponer de recursos para la financiación de sus labores altruistas y cívicas.
  3. Está ocurriendo a nivel mundial que algunos órganos ONG, y de la sociedad civil con presencia en el ambiente cultural, político y social, han tenido problemas por actividades controversiales ante el gobierno central.
  4. Las disputas de muchas organizaciones de la sociedad civil y las llamadas ONG, con quienes están en el control del Estado, es que sus acciones coinciden con los intereses de donde proviene la financiación.
  5. Lo que motiva inquietud no es el trabajo social, humanitario y cívico de una organización de la sociedad civil o una ONG, sino lo que de manera fundada llama a presentir algo no limpio ni apolítico.
  6. La presunción que hay hoy en muchos gobiernos es que el trabajo que ejecutan internamente en sus respectivos países organizaciones de la sociedad civil o las ONG, responden a instrucciones de quienes cargan con sus gastos. La suposición, creemos, puede o no ser cierta.
  7. La verdad es que algunos gobiernos ven con ojeriza las acciones que llevan a cabo la sociedad civil y las ONG, particularmente en territorios latinoamericanos y caribeños donde hay gobiernos no afines a los Estados Unidos.
  8. Por coincidencia, se da el caso de que la posición de Estados Unidos, contra gobiernos de otros países que no son de su agrado, en el plano interno, la llevan a la práctica las ONG o la sociedad civil, o lo que es lo mismo, hacen un trabajo por procuración.
  9. Lo que se está observando en algunas naciones de América Latina y el Caribe, es que ante los sanos fines de la sociedad civil, o de una ONG cualquiera, se ve la imagen de fachada imperial, en pocas palabras, la política exterior USA realizada por nacionales.

Ideas finales

  1. Porque en muchas organizaciones de la sociedad civil están presentes personas muy valiosas, lo más importante es que cada quien se cuide para que con sus buenas intenciones, no sirva a objetivos malvados.
  2. En muchos países se da el caso de hombres y mujeres de valía, movidas por fibras sensibles y loables convicciones, integradas a agrupaciones que se muestran muy interesadas en labores cívicas, por las libertades públicas y los derechos humanos, pero financiadas por los Estados Unidos.
  3. En el mundo de hoy, en el cual convergen los más diversos intereses, lo más prudente es mantenerse avispado; muy despabilado y cargado de sagacidad para no pasar de bueno a muy pendejo al servicio de una sospechosa sociedad civil.
  4. Como se está presentando la lucha política y social a nivel mundial, una mujer o un hombre honesto le conviene cuidarse al formar parte de una organización de la sociedad civil, porque ingenuamente, sin darse cuenta, cae en ser un instrumento al servicio de quien daña a su patria.
  5. En Cuba, grupos de la sociedad civil han hecho para los Estados Unidos, mejor trabajo sucio contra el proceso revolucionario, que el que resultó de la invasión por Playa Girón, y diferentes operaciones de sabotajes y acciones de terrorismo contra el pueblo cubano y su economía. Por cierto, el jefe de la actual diplomacia norteamericana en La Habana, es un especialista en labores con la sociedad civil.

Marcelo, hoy y siempre feliz cumpleaños

  1. Marcelo Bermúdez, es uno de los dominicanos más ilustres, sensible, solidario e identificado siempre con las mejores causas de su pueblo.
  2. A Marcelo, lo mejor de nuestro país le tendrá históricamente el respeto de que se ha hecho merecedor por su trayectoria en la vida pública. En el 1946, en la Juventud Democrática; en el Movimiento Clandestino 14 de Junio, en la resistencia a Trujillo, en 1960, al igual que en el Movimiento Guerrillero encabezado por Manolo Tavárez, en 1964, en Las Manaclas.
  3. He tenido la dicha de compartir y demostrarle mi solidaridad a Marcelo, tanto en el país como en territorio extranjero. Me sale del corazón escribir diciendo que Marcelo Bermúdez, es un ser humano que por ser bueno merece larga vida.

viernes, 21 de abril de 2023

Los recién nacidos muertos sistémicos

I.- Noticia dolorosa y preocupante. El pueblo merece clara explicación

  1. Diferentes medios de comunicación han reseñado la preocupación causada en el país con motivo del fallecimiento en el Hospital Materno Infantil San Lorenzo de Los Mina, de 74 neonatos en lo que va de año, 34 de ellos solamente en el mes de febrero.
  2. Claro, tiene que causar perturbación violenta en la sociedad la muerte de tantos recién nacidos en un tiempo sumamente corto. Los ánimos del más insensible se convulsionan ante semejante noticia.
  3. Lo ocurrido en la Maternidad de Los Mina, es para generar alta impresión hasta en la gente más calmada, porque no estamos hablando de un bebé muerto en un mes, sino de 34 en el mes de febrero, y 72 en 3 meses. Esta información estremece la conciencia de cualquier ser humano de formación sosegada.
  4. Como si la fiebre está en la sábana y no en el paciente, ahora resulta que el gobierno central, por medio del Servicio Nacional de Salud, decide cancelar al director del Hospital Materno Infantil San Lorenzo de Los Mina y a la Encargada de la Unidad Neonatal.
  5. Las autoridades deben decirle con claridad a la población dominicana, que la muerte de los recién nacidos no fue por un asunto personal. El organismo sanitario dominicano responde a la esencia misma del ordenamiento social bajo el cual está organizada la sociedad.
  6. No seríamos otra cosa que una comunidad de estúpidos, si aceptamos que los que estaban al frente de la Maternidad de Los Mina, son los responsables del deceso de los neonatos.
  7. Si creemos que los cancelados son los causantes de los fallecimientos de los bebes, entonces tenemos que reconocer que basta con cancelar al director de la Policía Nacional, para arreglar ese órgano policial; cerrar los prostíbulos para acabar con la prostitución; condenar a un millón de corruptos para eliminar la corrupción; abrir mil empresas para terminar con el desempleo, y que con la construcción del muro en la frontera con Haití, quedaría concluido el fenómeno de la inmigración haitiana.
  8. De igual manera, fuéramos sumamente ingenuos si creemos que las muertes de los recién nacidos fue por culpa de las personas que estaban al frente del Hospital Materno Infantil San Lorenzo de Los Mina, y estaríamos en la obligación de admitir que hay que cerrar en todo el país los distintos centros especializados de tratamiento de las mujeres embarazadas y los niños, tomando en consideración los datos aportados por el Servicio Nacional de Salud.

II.- La muerte aquí de recién nacidos, no es fruto de la casualidad

  1. Los números relacionados con la mortalidad infantil en el país y en particular de los neonatos, revelan que su muerte no ocurre por tiempo o en períodos determinados. No es nada repentino, ni por casualidad.
  2. En otros países, con igual modelo económico como el que le han impuesto a las dominicanas y a los dominicanos, por estar dominado por la desigualdad, también es sumamente alto el número de muertes de recién nacidos.
  3. La situación de las madres dominicanas durante el embarazo y luego de parir, es de total incertidumbre. La dubitación, la perplejidad las mantiene en continua incerteza para llegar a ver vivo el fruto de sus entrañas.
  4. Para una mujer resulta lacerante ver morir de manera prematura a su criatura, luego de permanecer determinado tiempo esperando su llegada. De seguro que esa madre va a estar dominada por la más profunda tristeza, porque la mamá que pierde un hijo vive en estado luctuoso.
  5. Los fallecidos en la Maternidad de Los Mina, son muertos sistémicos. Si la salud pública en el país estuviera bajo otro orden social, no pierden la vida continuamente tantos niños en limitado tiempo.
  6. Las muertes de los recién nacidos en el Hospital Materno Infantil San Lorenzo de Los Mina, no pueden quedar solo en periódicos, lamentos y sustituciones de funcionarios. El pueblo merece conocer la completa infuncionalidad del sistema de salud en la República Dominicana.

III.- El fallecimiento de esos nenes dominicanos, tiene un contenido social

  1. La degradación que afecta al pueblo dominicano no es cuestión de rezos y lamentos. Los males de naturaleza social se convierten en verdaderos azotes para los que constituyen la mayoría de la población, pero no tienen el control del Estado, carecen de poder de decisión.
  2. No es que las dominicanas y los dominicanos en situación de pobreza tienen encima una maldición que les persigue desde que salen del vientre de su progenitora. La causa no hay que buscarla en cuestión divina, sino en lo social.
  3. De alguna forma hay que hacerle comprender al pueblo dominicano pobre, a ese que no tiene garantía de existencia con dignidad, que su vida es amarga porque está viviendo bajo un sistema que está podrido, que segrega pus por todas partes, y es negador de la felicidad de los niños, de las niñas, de los adolescentes, de los adultos y de la humanidad entera.
  4. En este escrito nos hemos referido al impacto causado por la muerte de 34 niños en el mes de febrero, y 72 en 3 meses. Pero la negación de la vida no se limita a los neonatos, sino que también se extiende a los de más edad.
  5. Una información proveniente desde la ciudad de Santiago de los Caballeros, nos permite saber que “Acción Callejera ha logrado impactar en 20 mil niños en condición de calle, sin ningún acompañante y en menores con padres vivos que mendigan o son explotados en labores de adultos”.
  6. La misma noticia dice, recogiendo las declaraciones de la directora de proyectos de Acción Callejera, que: “Cuando hablamos de niños en situación de calle, es que están desvinculados totalmente de sus familiares, ya sean dominicanos o migrantes. Es cuando el niño no va nunca a su casa. El niño trabajador o vinculado al trabajo infantil, aunque también está en la calle, ese menor regresa a una casa. Estos niños están fuera del sistema educativo”.

Ideas finales

  1. La ocasión es oportuna para que la Unicef dé a conocer la situación de la mortalidad infantil en América Latina y el Caribe, incluyendo a Cuba, tomando en cuenta que ese país tiene un modelo económico diferente al de la generalidad de los países de la región.
  2. Una información aportada por la Unicef, con respecto a la mortalidad de los recién nacidos latinoamericanos y caribeños, permitiría establecer la comparación de lo que es la salud pública desastrosa para el pueblo, así como de la que disfruta la minoría nacional. Por coincidencia, hace algún tiempo recibimos la información de que Cuba registró una tasa de mortalidad infantil de 7.5 por mil nacidos vivos, con 39 fallecidos menos que en el 2021, cuando se reportó una tasa de 7.6.

miércoles, 19 de abril de 2023

Abogados aventureros de la picardía y el engaño

I.- Preocupación por unificar a los profesionales del derecho

  1. Porque me formé en una familia que vivía modestamente, nunca conocí, disfruté ni amé la riqueza. Jamás he tenido ambición desmedida por cosas materiales. Por convicción llegué a estudiar derecho; amar a la justicia y defender ante los tribunales, decidí ser abogado. La mercancía dinero no me motivó a llevar la toga y el birrete, y mucho menos en procura de nombradía.
  2. Provengo de la Promoción de Abogados y Abogadas de la Libertad, UASD, 1967, de la cual forman parte brillantes profesionales del derecho, de los cuales el doctor Julio Aníbal Suárez, anterior juez de la Suprema Corte de Justicia, es el más completo jurista de nuestro grupo.
  3. En su momento le di calor y presté absoluta colaboración a la Asociación Dominicana de abogados (ADOMA) y a la Asociación de Abogados de Santiago, en interés de unificar en todo el país a abogadas y abogados.
  4. A los fines de la creación del Colegio de Abogados de la República Dominicana, aporté algunas ideas al contenido de sus estatutos, y auxiliando al doctor Rafael Valera Benítez, para lograr del Poder Ejecutivo la decisión que le dio vida institucional a nuestro gremio.

II.- Conocimiento del proceder del abogado de hoy

  1. He procedido a dar a conocer mi incidencia en las organizaciones de abogadas y abogados, para por medio de esta narración hacer saber que mi condición en la abogacía no se ha limitado a usar en los estrados la toga y el birrete.
  2. Porque he estado participando durante más de medio siglo en diferentes áreas de la profesión de abogado, puedo opinar cómo ha cambiado para mal la conducta de los profesionales del derecho.
  3. Por el hecho de comenzar y desarrollar la actividad profesional en una etapa de la sociedad dominicana muy distinta a la de ahora, sé la manera de comportarse el profesional del derecho, y la razón por la cual creo que su conducta actual no es la del pasado.
  4. Anteriormente, los recién graduados de bachiller se matriculaban en la escuela o facultad de derecho partiendo de su vocación y dotes intelectuales. Su aptitud, la capacidad para dominar las ciencias sociales les inspiraban a estar en el foro.
  5. Convicción y talento le decían al bachiller hacia dónde debía de guiar sus pasos universitarios. En el presente, el dinero, la célula más importante en el sistema capitalista, ciega la vista y ofusca el entendimiento, ejerce una atracción irresistible en la mayoría de los profesionales del derecho.

III.- Abogado desesperado por el dinero

  1. La forma como está organizada la sociedad dominicana en la actualidad, y la elasticidad de la moral que la rige, hace posible el ejercicio de la abogacía adecuado a personas carentes de reciedumbre moral.
  2. El deseo vehemente de poseer cosas con facilidad, el afán de consumir, induce al nobel abogado, sin formación ideológica sólida, a utilizar los medios más deleznables para conseguir dinero. La desesperación se interpone al razonamiento y lleva a la pérdida de la decencia.
  3. Porque aquí, para descollar como profesional del derecho no se requiere ser inteligente, lúcido, ni muy ingenioso, cualquier individuo que carece de actitud para estar como defensor ante un juez, se hace pasar por abogado. Ese de escasa formación, el muy limitado, es posible verlo con una toga encima.
  4. La falta de capacidad o de inteligencia en amplios círculos de abogados y abogadas, les impide dominar algunas ramas del derecho, y es entonces cuando hace acto de presencia la inmoralidad acompañada de la ignorancia.
  5. Aquel que no tiene la idoneidad suficiente para ejercer el derecho con altura, hace uso de métodos de baja ley para conseguir lo que no obtiene de manera legítima.
  6. Ese falto de talento para desempeñarse como abogado, ante la imposibilidad de competir limpiamente, hace uso de la trampa y el insulto para así cubrir su incapacidad para litigar decentemente.
  7. El abogado incapaz, busca la forma de cómo salir adelante, y porque no tiene preparación académica, recurre a desacreditar, sacar faltas infundadas a su adversario, hasta caer en difamación y de cualquier manera inhabilitar a su contrario.

Ideas finales

  1. El signo con el cual se representa al abogado es su estatura moral e intelectual. La reputación del profesional del derecho se mide por sus cualidades virtuosas.
  2. Ser atrevido y muy habilidoso, nunca han caracterizado al reconocido como buen abogado. El leguleyismo sirve para establecer la realidad de que en nuestro país la profesión anda por el suelo.
  3. Lo que está ocurriendo con el ejercicio de algunos abogados deshonestos, es que están demostrando lo que es un orden social ignominioso, que aloja en su interior a doctores y licenciados en derecho, denigrantes, infamantes, indecorosos y afrentosos.
  4. Ejercer la abogacía sin la debida moralidad lleva a determinados profesionales del derecho a usar métodos reñidos con la honorabilidad, al margen de la moderación de la conducta.
  5. El porvenir en los estrados está del lado del abogado estudioso y honesto, que en su accionar demuestra ser valioso por su capacidad, estimable por talentoso y loable por su correcto proceder. En ese sentido conviene recordar lo dicho por Piero Calamandrei:
  6. “Los jóvenes deben estar seguros de que así como la abogacía, en el sentido noble de la palabra, tendrá un lugar honroso en la sociedad de mañana, así también de la sociedad de mañana serán expulsados inexorablemente los aventureros de la picardía y del engaño”.

lunes, 17 de abril de 2023

Los abogados puros y los de malas artes

I.- Una sociedad añorada, pero no alcanzada

  1. En el ambiente político y social dominicano una gran mayoría de conciudadanos hemos accionado en procura de crear una sociedad menos cruel o severa, pero la realidad es que las aspiraciones para humanizar el medio donde vivimos han resultado un tremendo chasco, porque todo se ha quedado en una esperanza atractiva, pero infundada.
  2. El desengaño ha sido peor porque, además de no alcanzar la deseada felicidad material y espiritual, tampoco contamos hoy con esa persona auténtica.
  3. Al no conseguir un cambio en el ordenamiento económico y social, tampoco hemos llegado a tener a ese ente de conducta renovada. Se ha impuesto el presente de vulgaridad, ante el deseo de un porvenir de actuar exquisito. El viento fuerte que ha traído la descomposición ha arrastrado cualquier modo de obrar bien.
  4. Para que un ser humano proceda de manera inmoral, debe olvidarse de la decencia; accionar siguiendo la línea de la desvergüenza y armarse de deshonestidad que es característica del descarado.
  5. El nivel de degradación a que ha llegado la sociedad dominicana se manifiesta en todos los niveles, comenzando con el orden económico, hasta llegar a la podredumbre ética y moral que arropa a gran parte de las clases y capas sociales.
  6. El descenso de la buena conducta está presente en el pobre que engaña para comprar comida, hasta el ricachón que se envilece estafando para aumentar su patrimonio económico.

II.- La profesión de abogado, como la sociedad, se dañó

  1. El sucio comportamiento que diariamente vemos no tiene comparación. Lo tenemos en los hogares, centros escolares y universitarios; en el consultorio del médico y en el bufete de abogados.
  2. Precisamente, la de los abogados y abogadas es una de las actividades profesionales donde más notoriamente está presente la ausencia de pudor. El togado pudoroso cedió su espacio al impúdico
  3. En el curso de los únicos tres congresos de abogadas y abogados, sucesivamente efectuados en el país por sus asociaciones y la Asociación Dominicana de Abogados (ADOMA), en el Distrito Nacional, Santiago de los Caballeros y Monseñor Nouel, Bonao, los asistentes siempre levantábamos la voz reclamando la colegiación.
  4. Al parecer, para algunos no existía necesidad alguna de colegio de abogados, sino de pandillas, en las cuales grupos de truhanes se unificaran con el objetivo de dañar a cambio de dinero. De ahí que algunos olvidándose de su gremio actúan en acciones de truhanería.
  5. Los granujas que se han metido a ser abogados, carecen del sentido de decencia, lealtad y ética profesional. Se mueven como auténticos bribones y haciéndoles honor a la conducta de los canallas.
  6. Porque desconocen lo que es guardar la debida fidelidad, el abogado que no obra con lealtad hace caso omiso a la ética profesional y patea la franqueza.
  7. El alevoso, ese que dice ser profesional del derecho y se acerca a quien ya ha contratado los servicios profesionales de otro abogado o abogada, es el mismo que en forma descarada mezcla sucieza con tigueraje.

III.- Dificultad de competencia entre talento y deshonestidad

  1. En el círculo de las mujeres y los hombres de la toga y el birrete, la competencia no se está dando en el orden del talento, sino en la falta de honestidad, imponiéndose el abogado impúdico.
  2. A la abogada o el abogado que abraza principios de decencia familiar, formado en normas éticas y morales, le resulta difícil tener como rival a uno cualquiera que dice ser abogado, pero no es más que un pillo.
  3. Con todo pesar hay que decirlo, pero la verdad es que la profesión de las abogadas y los abogados ha llegado a un grado tal de pudrimiento que para lograr competir se recurre a detractar, a la degradación del profesional virtuoso, lleno de nobleza y pura bondad.
  4. Ese joven abogado, que domina las ciencias jurídicas; perito del derecho moderno; gran conocedor de las interioridades de las leyes en general, y competente jurisperito que ha recibido cátedras de grandes maestros internacionales, y hoy ejerce con elegancia y altura su profesión, no debe amilanarse por las acciones pérfidas de los que a él equivocadamente le llaman colega.
  5. Ni más ni menos, estamos presenciando el ejercicio de la abogacía en la sociedad dominicana de hoy, la misma que está agrietada social, ética y moralmente

Ideas finales

  1. En estos momentos resulta algo pasado de moda levantar la ética en los hombres y mujeres de las leyes y los códigos. Lo que se está imponiendo en la actualidad es utilizar la zancadilla para perjudicar al colega con las malas artes.
  2. Los postulados de la moral y la ética debieran de ser parte integrante de las convicciones personales de cada abogado y abogada; rasgos de su carácter, las normas que rigen los actos de su vida; la esencia del comportamiento personal, profesional, público y privado de uno de los principales actores de los tribunales.
  3. Los actos corruptos, las maniobras extrañas en el ejercicio de la profesión de abogados y abogadas, tienen que ser eliminadas. El ejemplo de los profesionales promiscuos no puede ser imitado; muy al contrario, frente a esas censurables conductas, portadoras de los peores vicios de la sociedad dominicana, los abogados y abogadas decentes deben mantenerse vigilantes levantando la honestidad.
  4. El abogado o abogada no debe ser medio serio; serio intermedio, serio mediano, o serio incompleto. Debe ser, pura y simplemente, íntegro, honrado, probo; de una conducta y ética intachables reconocidas por sus colegas, los magistrados y la sociedad en general.

viernes, 14 de abril de 2023

El abogado Eduardo Núñez Vásquez, en mi Código de la Amistad

I.- Mi posición contra los abusos

  1. Además de parirme, me formó una mujer de origen humilde, campesina, analfabeta funcional, sumamente vehemente. Sin lamentación alguna, a ella la vi esposada, tirada en la cama de un camión militar y encerrada en una solitaria de la Fortaleza San Luis, en la ciudad de Santiago de los Caballeros.
  2. Mamá me hizo un ser humano sin resentimientos y para que demostrara indignación ante la injusticia. De ahí que en mí es insoportable el abuso, sin importar la víctima.
  3. En todo el curso de mi ejercicio profesional, he puesto mis servicios como abogado a favor de quienes han sido afectados por algo intolerable. En los archivos de mi bufete reposan más de dos mil expedientes de naturaleza política. En la obra de mi autoría “De las calles a los estrados, por justicia y libertad”, figuran los nombres de algunos perseguidos políticos asistidos por mí, de los cuales unos viven, otros han muerto. A ellos nunca les cobré pago alguno.
  4. Por allá, al comienzo de la década del 90, del siglo pasado, un empresario de amplia posición económica, acusado en un asunto penal, no político, me solicitó le asistiera como abogado. Analicé su caso y me di cuenta de que alrededor del expediente se movían intereses muy poderosos, que procuraban joderlo. Le defendí durante varios años sin cobrarle un sólo centavo.
  5. En su momento, cuando el doctor Julio Aníbal Suárez D., en el año 2012, de manera injusta, fue dejado fuera como juez de la Suprema Corte de Justicia, por el Consejo Nacional de la Magistratura, presidido por el doctor Leonel Fernández, al igual que el 26 de julio de 2018, en ocasión de la arbitraria exclusión de la licenciada Yeni Berenice Reynoso, como Procuradora Fiscal del Distrito Nacional, en ambas ocasiones, de manera pública y reiterada expresé mi protesta y rechazo a semejantes decisiones.

II.- Mi solidaridad con Eduardo Núñez Vásquez

  1. No soy crédulo. Procedo basado en mis convicciones, en la certeza de lo que digo. Las vacilaciones no son compañeras de mis decisiones.
  2. He escrito con relación al abogado Eduardo Núñez Vázquez, porque conozco de su formación hogareña, en los centros escolares y universitarios. En absoluto, no tengo ninguna duda de su reciedumbre moral y entereza profesional e intelectual.
  3. De lo que expongo con relación a la persona de Eduardo, también pueden testimoniarlo otras amigas y amigos de su familia, que hoy son sus gratuitos adversarios.
  4. Las cualidades y condiciones estimables inherentes a la persona de Eduardo, son conocidas por todos aquellos que desde siempre hemos estado relacionados muy de cerca, de ahí a ahí, con su hogar materno.
  5. Actuar conforme a la decencia es proceder siguiendo lo aprendido en la casa. Eduardo, en su trabajo profesional, lo que hace es ser auténtico, acorde a lo que le enseñaron, a ser digno.
  6. La capacidad de Eduardo, para producir en los marcos de las ciencias jurídicas, y su obrar con honradez y lealtad, es el resultado de una educación integral consumada en su práctica de vida.
  7. Comportarse con honestidad, no es una pose para Eduardo Núñez Vázquez, sino llevar a cabo los conocimientos adquiridos de la enseñanza transmitida para que le sirviera de guía en su conducta moral y social.
  8. En el accionar profesional de Eduardo, es fácil de ver lo que es hacer un trabajo apegado a normas y principios, algo que solo puede ser demostrado por quien cumple honrando preceptos éticos.
  9. Ser real y efectivamente honrado, no es cuestión de aparentarlo para confundir. Es conducirse como hombre o mujer de honor; manejarse igual bajo cualquier circunstancia y obrar tomando en cada ocasión el sentido de la responsabilidad.
  10. El ejercicio de la profesión tiene en Eduardo, el abogado que merece una sociedad integrada por ciudadanos y ciudadanas guiados por la confianza en su defensor.
  11. Tomando en cuenta el ambiente dominicano de hoy, ejercer la profesión de abogado con apego a lo que es correcto, es estar sometido a la amenaza por parte del malvado y el vituperio proveniente de quien envidia.

III.- Eduardo en mi Código de la Amistad

  1. Si me comportara indiferente ante lo que afecta a Eduardo, dejaría de ser yo, para convertirme en un hombre de poca o ninguna sustancia, sin alma.
  2. Reitero nuevamente: Si Eduardo Núñez Vásquez, por hacerle honor a la profesión que ha escogido, llega a ser víctima de maniobras odiosas de quienes no resisten las críticas responsables, de mi parte puedo decir que Eduardo tiene mi total respaldo, haciéndole honor a mi Código de la Amistad, que tres de sus artículos recogen las ideas indicadas a continuación:
    1. Mi conciencia me manda a honrar mis convicciones; obedecer bajo cualquier circunstancia con el amigo o la amiga; respetar lo que el momento me dice, si el cometido me impone quedar bien, acorde a lo que me he enclavado en el cerebro como combinación codificada de la amistad.
    2. La línea de conducta con los míos, en las relaciones de afectos con aquellos que están en la lista de amigas y amigos, no hay ocasión para disculpas, nada de justificaciones. Mis normas de lo que debo hacer con el amigo o la amiga, no me permiten procurarme explicaciones pueriles, ni el consabido penseque.
    3. Para mis amigas y amigos siempre estoy ahí, donde me necesitan. Listo para lo que les pueda ser útil, en las buenas y en las malas; presto para acercarme, estar juntos o, si es de su interés, alejarme, separarme por conveniencia suya. Creo ser, por momentos, un instrumento de lo que el amigo o la amiga necesita de mí. Lo que no hago es escabullirme, echar el cuerpo afuera; marcharme; escurrir el bulto en el momento que se necesita de mi presencia.
    4. Aquel que cuenta con mi amistad puede decir que nunca está solo, porque siempre estaré a su lado, espiritual o físicamente. No creo en dejar aislado, abandonado, desamparado a quien debo solidaridad, compañía o calor humano. En la dificultad del amigo debo hacer de facilitador, apoyarlo, sin buscarle tres patas al gato.

lunes, 10 de abril de 2023

Millones de niños con hambre en América Latina y el Caribe

I.- Lo que dice la Unicef

  1. El Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia (Unicef), en toda su existencia, en ningún tiempo ni ocasión, nunca, de ningún modo ha sido señalada como vinculada con el comunismo, ni con el movimiento progresista y revolucionario a nivel mundial, regional o local. Por tanto, lo dicho por la Unicef está libre de toda sospecha o tinte ideológico. Sus opiniones no motivan desconfianza; son creíbles.
  2. Porque lo expuesto por la Unicef, es totalmente fidedigno, le doy crédito a sus opiniones. No tengo ninguna duda para no aceptar como expresión de la verdad cualquier dato proveniente de ese organismo.
  3. El día sábado, 1 de abril de 2023, en su versión digital, el periódico Listín Diario, publicó un cable de la agencia EFE, procedente de Asunción, el cual recoge opiniones de Mónica Rubio, asesora regional de política social para América Latina y el Caribe de la Unicef.
  4. La señora Rubio, declaró: “Que en 2018 había una incidencia del 38,2 % de pobreza en la población entre 0 y 18 años, que se elevó a 46,5 % como consecuencia de la crisis de la covid-19. Existen aproximadamente 87 millones de niños, niñas y adolescentes pobres en América Latina y el Caribe”.
  5. La citada señora Rubio, habló de niños, niñas y adolescentes, es decir, de seres humanos que están en el primer período de la vida y si logran alcanzar el mayor grado de crecimiento están llamados a ser adultos.
  6. La asesora, ligada a la Unicef, también se refirió a la pobreza, es decir, a grupos humanos que no tienen lo necesario para vivir. Ellos son los desamparados que permanecen en la indigencia.
  7. Entonces, procede aclarar la causa generadora, lo que motiva la pobreza, la infelicidad de millones de niños, niñas y adolescentes en América Latina y el Caribe.
  8. Debemos de reconocer que no ha sido un asunto de castigo celestial, el fenómeno de la pobreza y la mendicidad de que son víctimas en América Latina y el Caribe, niñas, niños y adolescentes.
  9. Si el sufrimiento de millones de menores de edad en América Latina y el Caribe, no tiene ninguna relación con santos, ni con el cielo, entonces debemos admitir que el problema está aquí, en la tierra.
  10. Además, ocurre que los millones de niños, niñas y adolescentes, latinoamericanos y caribeños, que padecen hambre, no viven bajo un sistema socialista real, porque el socialismo es extraño a pobreza y mendicidad.
  11. El causante, el culpable, el que motoriza pobreza en América Latina y el Caribe, es el sistema social que descansa en la desigualdad de oportunidades, y trae como consecuencia opulencia para una minoría y miseria para la mayoría de la población.
  12. Sin ninguna clase de hipocresía, hay que decirlo con claridad: "87 millones de niños, niñas y adolescentes pobres en América Latina y el Caribe, y durante la pandemia de la covid-19 se han podido adicionar a la fila de la pobreza 15.5% millones más.
  13. Mujeres y hombres sensibles del mundo, por convicción, están en la obligación de levantar su voz reclamando el derecho de las niñas, niños y adolescentes, a tener acceso al pan.
  14. La desigualdad hay que erradicarla, no por necesidad personal o individual, sino por el derecho a la subsistencia de la especie humana. La disparidad de vida crea incertidumbre para una existencia digna.
  15. Porque en la República Dominicana, predomina un modelo económico agotado, que no sirve para nada humano, en el conjunto de las niñas, niños y adolescentes que suman millones en América Latina y el Caribe, hay millones de la niñez de nuestro país que pasan hambre.
  16. Hay que ser muy frío, algo apático, insensible, para no conmoverse ante el hecho de que, según la Unicef, “la pobreza se elevó a 46% como consecuencia de la covid-19”.
  17. La pobreza tiene como componentes fenómenos sociales nocivos, los cuales están vivamente presentes en la agrietada sociedad dominicana: corrupción, criminalidad, prostitución, narcotráfico y otras lacras inherentes al sistema.
  18. No es para celebrar saber que formamos parte de una región del mundo que la pandemia de la covid-19 dejó 16 millones de niños y jóvenes pobres en Latinoamérica y causó un retroceso de 20 años en los indicadores de la pobreza.
  19. Ante la dramática situación de pobreza causada por la desigualdad, no es cuestión de ser progresista, revolucionario, socialista, castrista, chavista o sandinista. Basta con poner por delante el sentido de justicia, la solidaridad y estar de acuerdo con la necesidad del desarrollo humano.
  20. Ahí están los datos estadísticos que hacen posible que hasta a cualquier persona insensible se le ablande el corazón, apiadándose de los niños, las niñas y adolescentes que padecen hambre en América Latina y el Caribe, como consecuencia del sistema capitalista y su democracia.

viernes, 7 de abril de 2023

Doctor Eduardo Núñez Vásquez, triunfador por sus principios

Mi estimado Eduardo: porque sé lo que significa en nuestro país salir adelante por el esfuerzo propio, y lo que mortifica a los resentidos, descalificadores y envidiosos el triunfo alcanzado con los estudios y el trabajo, es mi deseo leas detenidamente el contenido de este escrito, que creo cuadra perfectamente con lo que ocurre hoy con un exitoso como tú, y los que por ahí andan rumiando penas porque no te llegan ni a la altura de los tobillos en talento y éxitos.

I.- Los adversarios de los que luchan y progresan

  1. En el medio social dominicano de hoy, a los hombres y a las mujeres que se interesan, sin importar su estirpe, por alcanzar la felicidad suya y de su familia, no les basta con valorar y creer en el trabajo, y así llegar al progreso. Para su tranquilidad espiritual, disfrutar el resultado de su dedicación a los estudios o laboriosidad, también han de enfrentar a los deslenguados, que, aunque se formaron juntos y simulan ser amigos, se sienten molestos por los logros de los demás.
  2. Si observamos con detenimiento lo que es en estos momentos la vida dominicana, nos damos cuenta de que nos estamos moviendo en un ambiente sumamente difícil, porque a diario compartimos con entes sociales que no sabemos cómo es que se van a sentir bien. No hay forma de que acepten y reconozcan la realidad, lo que ha sido su vida y cómo han desarrollado la suya los triunfadores.
  3. El resentido social se amarga por su atraso, y hace culpable del mismo al amigo que ha progresado; maldice a quien le ha orientado para que estudie o trabaje; promueve el odio contra los victoriosos, y motiva a los demás a que lo desprecien. Atribuye su retroceso a todos aquellos que alcanzan el desarrollo personal, intelectual o económico.
  4. Aquí resulta casi imposible vivir en estado de felicidad celebrando el triunfo del esfuerzo, porque con el mayor descaro aparece un pusilánime, y le amarga la vida a quien busca disfrutar su existencia con lo que ha hecho posible por su dedicación al trabajo. El opacado se resiente si es testigo de aquel que por su progreso ríe.
  5. El amargado por el progreso de otro resuelve su situación de pesar soltando pena a cada momento; haciendo de su aflicción una conducta de mortificación, aunque nadie sea culpable de su tribulación. Difunde su angustia buscando mortificar al merecedor de alegría ganada con dedicación y esfuerzo.
  6. El adversario gratuito del triunfador, se interesa por lograr que el exitoso no disfrute sus logros: goza con dañarlo, lastimarlo de cualquier forma; procura no halagarlo ni complacerlo con nada; ríe si siente desconsolado al victorioso. Mortificar es de la esencia misma de quien se apena por el bien de los otros.
  7. El enemigo de los que se levantan por su talento y esfuerzo, no pierde la más mínima oportunidad para crear una leyenda diabólica en torno al patrimonio del triunfador. Se encarga de contaminar el origen lícito de lo adquirido por el que ha ganado la batalla con el trabajo material o intelectual.
  8. Algunos que por su propia decisión se quedaron atrás y no progresaron, sacan de su cerebro todas clases de maquinaciones, para presentar al exitoso como un nada, una porquería, una basura; como un ser humano inútil, que debe su progreso al narcotráfico, al contrabando, al lavado de dinero, y a las cuantas formas sucias de enriquecerse que surgen en su torcida conciencia.
  9. El objetivo de quien anda por ahí rumiando penas, deseándole todo lo peor a los triunfadores, es hacer creer que solamente mediante las diabluras se puede progresar y que, por tanto, hay que descalificar como persona de bien a quien decidió elevarse por encima de las adversidades que se le presentaron.

II.- Ante la diatriba y la envidia, los triunfadores deben defender los logros legítimos alcanzados con el esfuerzo

  1. No hay que andar por todas partes difundiendo la forma como se ha alcanzado el éxito, pero el triunfador tampoco debe guardar silencio, porque entonces el resentido derrotado se presenta como portador de la verdad, con su arsenal de expresiones difamatorias.
  2. Ante tantos y tantos débiles de espíritu, que no avanzaron porque no confiaron en su propio esfuerzo, los triunfadores deben estar preparados para darles las respuestas que merecen, firmes y contundentes; porque no basta con ser exitoso, hay que saber defender con altura la legitimidad y licitud de lo adquirido con el trabajo digno y honrado.
  3. En un país como el nuestro, donde el chisme es una industria; la mentira, una virtud, y la perversidad signo de elegancia, los triunfadores no deben hacer caso omiso a las falsedades que salen de las gargantas de los que quedaron rezagados por su sentido agradable de la vagancia.
  4. Aquellos que decidieron postergar de por vida la dedicación al trabajo, y ya hoy se les hizo tarde para la laboriosidad, hay que decirles que sigan aferrados en su prórroga a todo lo que significa esfuerzo para progresar.
  5. Un mensaje avieso, emitido para dañar y confundir, llega a ser creído o aceptado si no se le da respuesta adecuada y oportuna. El que procede con criterio maquiavélico busca sembrar la duda sobre la conducta de alguien que ha actuado con honradez y rectitud, para que en lo adelante su persona quede reducida en el respeto que ha merecido de los demás miembros de la comunidad.
  6. Aquel que ha trabajado dignamente no tiene que esconder su progreso. Cuando se ha avanzado cumpliendo con las reglas normales del actual ordenamiento social, se pueden resistir las críticas más ácidas, retorcidas y envenenadas. Ante la verdad no prospera la mentira, la diatriba ni lo pernicioso. Lo dañoso, perjudicial y letal, cae ante lo bondadoso y virtuoso.
  7. El victorioso siempre debe narrar la historia de su triunfo; bajo ninguna circunstancia debe ocultarla, porque solo explicándola puede llevar a la conciencia de otros la idea de que es posible alcanzar el triunfo con el esfuerzo, la perseverancia, la organización y la disciplina.

III.- Ante los derrotados, debemos distinguir a los triunfadores

  1. Muchas personas no se imaginan lo difícil que le resulta al triunfador, vivir en paz en un ambiente donde abundan los resentidos, siempre interesados en contrariarle la existencia a quienes confiaron en el trabajo para levantarse, y llegar a ser lo que son hoy, por sus méritos profesionales, empresariales, intelectuales y buena conducta pública.
  2. En un orden social preñado de vicios sociales, hay que distinguir como meritorios a quienes se diferencian de sus dañinos conciudadanos; de los que no logran escalar como hombres o mujeres de bien. En un ambiente como el nuestro, que no exige honradez, decencia ni ejemplar conducta, merece reconocimiento el triunfador, para no ser confundido con el vulgar y chabacano. Lo que sirve hay que ubicarlo aparte, mantenerlo alejado de lo nocivo.
  3. Destacarse por la laboriosidad o fama bien ganada, algunas veces viene a ser una pesadilla durante la vida del que triunfa por su tenacidad; porque el mediocre, el inútil, se mantiene al acecho del exitoso para ponerlo en aprietos, para por medio de la intriga entorpecerle su progreso. Estorbar, sacar de casilla al triunfador, es un objetivo del ser humano frustrado; mientras más y más fastidia y enreda la vida al que triunfa, mejor se siente el practicante de la indignidad y vileza.
  4. Cuantas veces una persona sobresale como emprendedor, de inmediato aparece quien interfiere en su camino para reducirlo en sus pretensiones. Ser activo, dinámico, diligente para llevar a la práctica sus ideas, constituye una amenaza para el pequeño de mente, el irresoluto, el pusilánime derrotado por su condición de abúlico.
  5. El niño hijo de la vecina lavandera, y que por su talento llegó a convertirse en un gran ciudadano, va a pagar su progreso ante el disociador amargado, recibiendo de este los calificativos más hirientes y denigrantes. La destreza, el dinamismo, la agilidad probada por medios lícitos, es objeto de críticas por parte del perezoso, indolente y frustrado.
  6. Los hombres y las mujeres que triunfan, llegan a ser calificados como petulantes, desagradecidos y ambiciosos, si no comparten su vida con los envidiosos, rencorosos, codiciosos y egoístas. Porque los resentidos, además de fastidiar al que se levanta con su esfuerzo y triunfa, también quiere ser recibido como un ser humano sano, digno de las mejores y finas atenciones de parte de las víctimas de sus enconos.
  7. Cuando hablamos de los hombres y las mujeres que triunfan, recordamos a aquellos que han usado su talento, sus conocimientos y aptitudes, para su desarrollo personal, pero pensando en el bienestar de su familia y del entorno en que se desenvuelven. Los que, sufriendo privaciones en aras del logro de sus objetivos, sin recurrir a las malas artes, han sido coronados con el éxito personal y el reconocimiento de la sociedad.
  8. No puede ser calificado como vencedor aquel que ha vencido su miseria económica y acumulado riquezas materiales y nombradía mediática, por su accionar público en contra de los mejores intereses de la sociedad. Esos, aunque hayan logrado sus objetivos, lejos de ser triunfadores, son trepadores y oportunistas, y jamás serían objeto de mi atención.

IV.- Mis reflexiones en este trabajo

  1. El comportamiento del triunfador es el de un ser humano dinámico, que tiene su vista puesta en el futuro, y dirige su pensamiento hacia metas que procura alcanzar por su tenacidad; permanente consistencia en torno a lo que se dedica. La perseverancia, la constancia lo llevan al triunfo.
  2. En el lado opuesto al que por su firmeza logra el fin perseguido, está el blando, inconstante, holgazán y perezoso; el remolón que aspira a la buena vida y a ocupar el mismo espacio del laborioso triunfador.
  3. La grandeza de un victorioso que proviene de un hogar humilde está, no solo en llegar a tener una gran fortuna económica, sino también cuando por su conducta se gana la distinción y consideración de lo mejor y sano de la sociedad donde se ha formado y desarrollado. La gigantez del ser humano no se mide por sus logros comerciales y empresariales, sino por los significativos aportes que hace a su comunidad.
  4. Nuestro país cuenta con personas que su grandiosidad reside en la labor social que han realizado como educadoras, magistrados, civilistas, deportistas, artistas, periodistas, sindicalistas, poetas, en fin, como seres humanos que se han ganado el respeto; merecen la condición de ciudadanos ilustres por haber actuado como eminentes en las áreas donde han prestado sus servicios al pueblo.
  5. Aquellos que hacen descansar su futuro en el trabajo, y no creen en el vicio ni en la pereza, llegan a tener un porvenir halagüeño, así como el reconocimiento de los gloriosos; y son contrarios a los desalentadores, alicaídos y desconfiados del optimismo.
  6. El país ha de confiar en los emprendedores que triunfan, en los que hacen posible el desarrollo. No en aquellos que se pasan el tiempo rumiando penas, murmurando, apostando al atraso y al estancamiento; sembrando el sentido de atrofia para así justificar su estado personal en ruina.
  7. La persona que llega a convertirse en un vencedor de la pobreza, la desigualdad y la discriminación, va a tener como críticos gratuitos a los huérfanos de iniciativas; a los cretinos, que carecen de visión, perspectiva y agudeza para triunfar en un medio social adverso.
  8. Aquel que por sus logros llega a ser un ciudadano extraordinario, debe mantenerse en tensión porque para lesionarlo van a aparecer aquellos que, por llevar una vida sin esfuerzos y ser vagos profesionales, proceden como verdugos contra el ganador de batallas complicadas.
  9. Ante los resabios provenientes de los mediocres, por el triunfo alcanzado por los que creen en el trabajo, se debe imponer la continuación y multiplicación de los esfuerzos por obtener nuevos logros; los fatalistas, funestos y calamitosos, son silenciados con los triunfos y la prevalencia que llena de orgullo.
  10. Nada de flaqueza en los vencedores, ante los dardos que vienen de los que no han triunfado por su debilidad de espíritu de lucha; ausencia de dinamismo y diligencia; incapaces de brillar en su actividad laboral, artística, intelectual o de cualquier índole.
  11. La hidalguía alcanzada por una persona de origen humilde, no puede ser reducida por un parlanchín y mezquino; el amargado por el triunfo de los demás, vivirá irritado de por vida; mientras más progresa el que ha salido a flote desde el fondo social, más mal se siente el pusilánime.
  12. El insignificante, desagradable y bravucón; el vencido por su propia inacción, busca justificar sus pesares, recurriendo a la ruindad y vileza; por ser parásito, gorrón, y consuetudinario sablista, no tiene nada que exhibir como logro de vida.
  13. Aquel que con esfuerzo ha alcanzado el éxito, debe vivir con alegría, y transmitirla en sus relaciones con los demás; ese sentimiento de satisfacción ha de contagiar a quienes comparten con el que ha tenido la dicha de levantarse sobre todas las dificultades, y exhibe hoy alegremente su apego al optimismo. La felicidad ha de acompañar a los vencedores que con su júbilo hacen olvidar toda clase de pesares.
  14. Los triunfadores jamás pueden expresar tristeza, sentirse desanimados ni apenados; no puede el infortunio estar presente en el estado anímico de quien ha logrado ganar la felicidad. La aflicción no debe aniquilar el calor de la alegría. (Escrito extraído del libro de mi autoría: Mi parecer sobre la sociedad dominicana de hoy, desde la página 141 hasta 148)

jueves, 6 de abril de 2023

Doctor Eduardo Núñez Vásquez, cuídese de los envidiosos

Estimado Eduardo: Una vez la sociedad llega a su más alta expresión de descomposición ética y moral, la tara de la envidia se apodera de la mente de los envidiosos, descalificadores y mediocres, los cuales se ceban contra los sobresalientes. Te sugiero leer este escrito para que te cuides de los que se sienten molestos por tu talento y éxitos.

    Introducción

    1. En nuestro medio hay un sujeto que marchita la alegría: el envidioso. Es un resentido en toda la extensión de la palabra; siempre está enfadado, nada le alegra el alma; es un inconforme patológico; genera y motiva amargura e insatisfacción; practica el odio con disimulo y se siente bien haciendo gestos que producen desavenencia.

    I.- Actitudes del envidioso

    1. Cada quien debe tener una idea clara de lo que es un envidioso, porque sólo así puede preparar la autodefensa que debe desarrollar para cuidarse de sus acciones venenosas, a las cuales está expuesta toda persona de buen proceder.
    2. Resulta sumamente difícil leer al envidioso, porque es un individuo que no deja observar con claridad su forma de actuar; la misma pose que toma para halagar, la utiliza para, con sinuosidad, despreciar. La naturalidad nunca lo acompaña.
    3. La fisonomía del envidioso no sirve para identificarlo, aunque su semblante permite a veces, en parte, conocerlo. El timbre de su voz es cambiante; calcula las palabras que ha de expresar, no las desperdicia; es preciso en el uso de términos.
    4. La personalidad del envidioso es tan enigmática que aunque se molesta con los triunfos de los demás, se mantiene interesado en conocerlos; es inexplicable su proceder, pero esa línea de conducta introvertida lo caracteriza. De ahí que hay que ser muy avistado para descubrir el cambio del envidioso de cínico a cortés.
    5. El envidioso no ejecuta su sentir accediendo directamente a su víctima; primero hace una labor de ensayo mental para no crear duda de su desazón por el triunfo ajeno; una vez hace su experimento, suelta su aparente agrado, que es como una especie de vómito para no callar su amargura.
    6. El envidioso no saca las espuelas de inmediato; por su habilidad dañina se mueve pausadamente; no actúa a lo loco, en cada ocasión se mueve con certeza, sabe lo que quiere hacer; dependiendo de su interés se muestra frío, cálido o apático; sereno o inquieto, cariñoso o rudo, accesible o intratable.
    7. Para tener conocimiento de la vida de aquel a quien envidia, el envidioso indaga las actividades que realiza y si son o no exitosas; hace sondeos para saber como difamarlo; es un fino escudriñador y pendenciero perverso.
    8. En caso de que el envidioso no forme parte del círculo de amigas o amigos de quien busca detractar, hace labor de relambido con el fin de ganarse la confianza como querendón, y aunque sus palabras son recibidas como de un relajón, el daño queda.
    9. A los fines de conocer la situación real de la persona a envidiar, el envidioso se presenta ante ella lo más atento, altamente complaciente; no muestra nada de grosería ni de desprecio; demuestra zalamería y adulación empalagosa hasta estar debidamente informado para luego iniciar su campaña infamante.
    10. Por su propia formación, el envidioso vive con los oídos tumbados para, una vez escuchar las palabras exitoso, progreso, triunfador, próspero y abrirse paso, averiguar el nombre de la persona a la cual se le atribuyen para iniciar su labor destructora.
    11. El envidioso tiene reservado un lenguaje punzante para aquel que tiene cualidades bien valoradas en el medio donde vive. Con términos lacerantes, el que envidia trata de golpear al virtuoso; es mordaz cada expresión de quien envidia al referirse al que con virulencia lástima.
    12. En su desenfreno por tener lo que tiene otro, el envidioso adopta posiciones diferentes en su proceder; se presenta contemplativo, como también muy místico; con facilidad cambia de religioso a impío, de expresivo a hermético, de sociable a huraño, y de agradable a horripilante.
    13. El envidioso es un individuo sumamente cambiante; es común verlo con actitudes uniformes, homogéneas, y de un momento a otro se convierte en un ser de proceder variado, una mezcla de uniformidad y complejidad, hasta parecer un híbrido de puro e impuro.
    14. El envidioso motiva preocupación porque saca de sus cabales al más inteligente; si no se adivina con rapidez su falsa actuación, con facilidad hace llorar de tristeza a quien está disfrutando un triunfo lleno de alegría; tiene el material suficiente para cumplir la función de encanto y rechazo.
    15. Aunque parezca un contrasentido, el que envidia a otro le olfatea su vida; le da seguimiento, a los fines de husmear hasta lo más mínimo lo que hace o deja de hacer, porque sólo así puede estar debidamente alimentado para envidiar.
    16. El envidioso es un ser humano que crea inquietud porque es un peligro social; en apariencia vive en completa paz con él y el prójimo, pero su interior es una hoguera impulsada por un tizón de cuaba con gasolina como combustión.
    17. Por permanecer ahíto de odio, el envidioso lo suelta poco a poco. Para mortificar con más saña a su víctima, gradualmente va desarrollando su inquina hasta que impone por completo su tirria.
    18. El envidioso, con el fin de no servirle a nadie, siempre se muestra resbaloso; se caracteriza por no ser solidario, es huérfano de sensibilidad; abraza el individualismo y para llevarle la contraria a los demás se identifica como rosca izquierda. Es un antichévere consumado.
    19. La buena noticia que le transmite el amigo por un logro suyo, el envidioso no la celebra, a lo sumo tímidamente sonríe; no expresa risa por el triunfo ajeno. La carcajada es extraña a la celebración en la persona que envidia, solamente la saca para celebrar la derrota de otro.
    20. Como ponzoñoso, el envidioso no distingue entre conocidos y desconocidos; envidia por igual al amigo que al enemigo, aguijonea a todo aquel a quien envidia por su talento, progreso o consideración en el medio social donde vive; siempre está listo para lanzarle dardos, puyas a quien envidia. El veneno que guarda, el que se enfada por los triunfos de los demás, está listo para ser lanzado contra todo aquel que por su progreso molesta al envidioso.

    II.- El envidioso lo quiere todo

    1. El envidioso ofende sin que se le haga nada, y para justificar su actitud se da por agraviado; procura darse por irritado, imputándole la situación a otro para mortificarlo.
    2. El envidioso no se conforma con lo que tiene, es insaciable; además de lo suyo, ambiciona lo de otro; su codicia es enfermiza; la voracidad la lleva en las pupilas de sus ojos; sus pretensiones son ilimitadas, es insaciable de cosas materiales.
    3. El envidioso ríe hasta que se le ve la muela de atrás, una vez sabe que “fulano de tal fracasó”; “está derrotado”; “ha caído en la ruina”; “no se levantará jamás”; “se le quemó la empresa y no la tiene asegurada”.
    4. En el envidioso, la ambición es ilimitada; en su afán por poseer desarrolla hasta lo infinito el sentido de tener; aunque no disfruta lo que adquiere, se deleita inmensamente con sólo saber que lo tiene por puro capricho.
    5. El comportamiento de persona rencorosa lleva al envidioso a vivir en estado de enojo permanente, lo que le convierte en una rémora; en un individuo que estimula dificultades entorpeciendo cualquier relación de cordialidad.
    6. El envidioso vive con la creencia de que lo que existe sobre el planeta tierra le pertenece; su concepción mezquina la lleva al extremo, y la exterioriza con su apego a las cosas materiales. Para el que envidia todo es insuficiente para satisfacer sus apetencias desmedidas; desconoce la nobleza porque su mundo es la avaricia.
    7. El envidioso, para disfrutar como suyo lo que es de otro, y retenerlo para siempre, hace lo indecible para agarrar y no soltar bajo ninguna circunstancia; su deseo de apoderamiento es exagerado, llegando a simular escasez de lo que tiene en abundancia; su exageración, su avidez codiciando lo de otro, lo lleva a hablar de carencia de lo que tiene en demasía.
    8. El envidioso finge no desear nada, ser un desinteresado, pero de un momento a otro lo abarca todo en avaricia incontrolable; aquel que en un principio se comportó tibio, luego se presenta apasionado, impetuoso por lo que busca exasperadamente.

    III.- La molestia del envidioso

    1. Constituye una ofensa, un agravio a la persona de un envidioso, hablar en su presencia de las virtudes cívicas y ciudadanas reconocidas a un hombre o mujer destacada de la comunidad; él se siente ultrajado en su forma de ser. Para el envidioso, en lugar de honrar a alguien por sus méritos, lo que procede es el descrédito, el vituperio abierto o solapado.
    2. La gallardía de aquellos que no han vacilado para enfrentar las situaciones políticas difíciles que en distintas coyunturas se han presentado en el país, y han requerido el accionar de hombres y mujeres de firmeza y convicciones democráticas, motivan recelos, envidia, en quienes se han comportado como actores o cómplices de actos despreciables.
    3. El funcionario probo motiva inquina en el envidioso deshonesto, el cual ve con ojeriza a quienes se comportan virtuosos, con probidad en el manejo de los dineros del erario. Al mezquino le suena insultante que se les reconozcan honores a las mujeres y hombres honorables.
    4. Aquellos que con su dinamismo se elevan con su propio esfuerzo, generan cólera a los envidiosos que se quedaron rezagados por haberse mantenido haraganes, abúlicos, ociosos y necios. El progreso mortifica y enloquece a los que envidian el desarrollo de los triunfadores.
    5. La persona que por su seriedad se hace merecedora del cariño, distinción y respeto de sus conciudadanos, tiene como contrario al envidioso, a ese hazmerreír que sólo sobresale como bufón descarado, que sirve para inspirar risa con sus impertinencias inoportunas.
    6. El ser humano, de comportamiento humilde, se convierte en blanco predilecto de los ataques de los envidiosos, que para ser tomados en cuenta tienen que hacerse sonar como jactanciosos y alardosos.
    7. Hablar de la conducta limpia de una persona a la cual por su grandeza le tiene tirria el envidioso, es desafiar a éste perturbándolo en su engreimiento; su soberbia le impone reaccionar desmoronando la buena imagen haciéndola polvo.
    8. El envidioso siente celos contra aquel que lo trata como amigo, y es persona distinguida; el ilustre, el sobresaliente por su sola condición, lesiona al envidioso; éste procura presentar al descollante como un farsante, chabacano e insignificante.
    9. Aquel que tiene a su lado a un envidioso está impedido de ganar fama. La notoriedad, el prestigio, la celebridad en otro hace sentir mal al envidioso; lo deprime hasta hacerlo caer en estado de desánimo y angustia absoluta.
    10. El envidioso se siente rebajado si guarda silencio cuando en su presencia se enaltece a alguien; buscará como reducirlo a la nada, desprestigiarlo o de cualquier forma humillarlo. Su misión es la de envilecer, no la de ennoblecer.
    11. El envidioso acumula en su cerebro una especie de diccionario diseñado para mermar a quien es reconocido por méritos y cualidades excepcionales; buscará la forma de desacreditarlo, quebrantarlo en forma desmesurada hasta presentarlo como un nada, ninguna cosa.
    12. Aquel que hace mención de un ser humano inteligente, talentoso y de plena lucidez, encontrará de parte del envidioso la impugnación, calificándolo de torpe, inepto y ausente de grandes luces.
    13. El envidioso indecente se amarga cuando se habla del correcto proceder de aquel que desarrolla sus actividades dentro de los marcos de la decencia, integridad y limpieza. El decoro crea contrariedad mental a quienes envidian a los recatados.
    14. La demostración de arrojo en una persona genera malquerencia en el envidioso cobarde que ve receloso semejante comportamiento; el coraje en otro genera molestia en el pusilánime huérfano de valentía; la bizarría es censurada por el falto de valor, el acoquinado.
    15. Una vez el envidioso logra infamar, y comprueba que su amargue ha surtido efecto, siente ejecutada su misión y da por concluida su operación disociadora y mezquina.

Reflexiones finales

    1. Para que una sociedad pueda dañarse al nivel que ha llegado la dominicana, en su seno tiene que haberse producido una degradación tan precipitada que ha impedido a sectores, clases y capas sociales sensibles, percatarse de los que estaba socavando su base.
    2. Solamente en una sociedad regida por un sistema social como el que impera en nuestro país, puede engendrar un espécimen con las bajas pasiones del envidioso.
    3. Hay que ser muy poca cosa como ser humano para compartir con los demás, y anidar en el cerebro resentimientos, odio, egoísmo y rivalidad. Por tal razón es que el envidioso es un peligro social.
    4. La envidia ejerce tanto dominio sobre las personas que acompaña, que aunque quieran quitársela de encima, liberarse, no pueden, porque les domina el corazón y el cerebro, privándolas para siempre de libertad y paz.
    5. El envidioso, durante todo el curso de su existencia, permanece en una encrucijada de sufrimientos: afligido por la desgracia de la envidia y entristecido por la felicidad del envidiado.
    6. El envidioso es perseverante, no da tregua; persevera contra aquel que envidia; le da seguimiento hasta después de muerto, porque cuando fallece la víctima de la envidia, el envidioso va a la funeraria, no a darle el pésame a los deudos, sino a comprobar el deceso del envidiado.
    7. El que, a otro envidia, no le celebra la buena ni la mala acción: la primera se la aplaude con hipocresía, y por la segunda lo maldice.
    8. El envidioso no merece desprecio, solo conmiseración, porque aquel que nace con el sentimiento de rivalizar por gusto, no tiene sosiego, vive convulsionado, es un espíritu que permanece revuelto y con el cual hay que tener clemencia.
    9. Mi deseo es que la realidad dominicana fuera otra, pero ella está ahí, como testigo de piedra, algo incontrovertible. Estamos viviendo en un medio social corrompido hasta el tuétano; cada día se acelera más y más la podredumbre social; lo que se respira en el ambiente dominicano está contaminado; estamos presenciando un cuadro degradado, pervertido, y encanallado con la presencia de lacras, como lo es el envidioso.
    10. Para conservar la tranquilidad espiritual resulta más conveniente no descubrir la envidia de un ser querido hacia ti, porque hasta el momento que se advierte la envidia se conserva la devoción hacia el envidioso, pero luego en el envidiado viene, primero la duda, luego el afecto menguado y finalmente el abatimiento.
    11. Solamente aquel que ha descubierto que un amigo le envidia, sabe la frustración, el dolor que produce, es pasar por un momento sumamente difícil; uno se siente anímicamente hundido, interiormente desbaratado, totalmente estropeado.
    12. Nos sentimos contentos, rebozados de alegría, al saber de los logros alcanzados por un amigo en el área donde se desempeña, pero el envidioso se manifiesta abrumado, triste y apesadumbrado, lo que lo lleva al descontento, la infelicidad, el pesimismo y el aturdimiento.
    13. Lo menos que podemos hacer por una persona enferma, y que ha gozado de nuestro aprecio, es gestionar su curación por un médico para que recupere su salud y verla, en lo adelante, saludable. Pero resulta que el envidioso se resiste a tratarse, prefiere continuar decaído, porque se siente mejor siendo un envidioso.
    14. Personas a las cuales tratamos en sincero afecto desde la niñez, hoy observamos que se comportan evasivas, aburridas y algo retiradas; al averiguar el motivo de su actitud, nos han informado que esa forma de proceder la están adoptando frente a sus amigas y amigos de ayer que han progresado.
    15. Preocupados por el estado negativo que lesiona a los envidiosos, la envidia, hemos decidido averiguar, y confirmamos que los envidiosos no tienen cura; que la envidia es un padecimiento, con la agravante de que quien la padece la disfruta; por tiempo el paciente se mejora, pero luego la lesión se reactiva ampliada, y la misma solo puede eliminarse de dos formas: desapareciendo el paciente, o el sistema que genera la enfermedad.
    16. Lo más conveniente para la sanidad y tranquilidad de lo que en verdad se llama pueblo dominicano, la solución para eliminar la envidia, y con ella la lacra social que genera, el envidioso, es luchar para acabar con el sistema, o por lo menos, con el modelo que padecemos hoy los dominicanos y dominicanas. La tarea no es fácil, pero hay que bregar para lograr el objetivo perseguido.
    17. El envidioso nace y se desarrolla en un medio social en el cual no se educa al ser humano para que sirva de ejemplo y motive a la virtud, pero sí a que esté condicionado en la codicia, el egoísmo, el individualismo, la inquina, los récores, el vituperio y el cinismo. La sociedad dominicana de hoy anda por mal camino porque en nuestras escuelas desapareció enseñar a las niñas y niños a tener cariño, a la solidaridad y a la comprensión mutua. (Escrito tomado del libro de mi autoría, Mi parecer sobre la sociedad dominicana de hoy, desde la página 220 hasta 228).

miércoles, 5 de abril de 2023

El doctor Eduardo Núñez Vásquez, no está solo

I.- El abogado o la abogada en la materia penal

  1. La práctica de la vida es lo que permite conocer lo que es la esencia del proceder de la especie humana en una sociedad en decadencia.
  2. Trabajando durante muchos años en la profesión de abogados, y en particular en la materia penal, me permite saber que hay que reunir condiciones específicas para en ella desempeñarse.
  3. A diferencia de la actitud pasiva del abogado en los asuntos civiles y comerciales, en los relacionados con las contravenciones, crímenes y delitos, la incidencia de los abogados y las abogadas es sumamente activa, porque obran casi siempre con fuerte estado de ánimo.
  4. Además, en algunos casos penales, el abogado tiene como adversario al que hace de representante de la sociedad y, a veces, a un apoderado por la parte civil.
  5. En realidad, el escenario penal viene a ser, algo así, como un lugar escarpado por donde es difícil de andar. Es un ambiente de dificultades que motiva malestar anímico, mucha angustia.

II.- La brillantez de Eduardo como abogado, molesta

  1. El doctor Eduardo Núñez Vásquez, en el año 2020, participó en un sonado expediente penal, e hizo ante el tribunal una brillante exposición, la cual llamó la atención de amplios sectores del país que les dan seguimiento a litigios de relevancia.
  2. Muy impactado por el desempeño que había demostrado Eduardo, en fecha 14 de diciembre de 2020, publiqué un artículo con el título: Eduardo Núñez Vásquez: un gran ser humano y excelente abogado. En uno de los párrafos dije: A Eduardo le conozco desde que tenía unos 2 años de edad. Sé de su formación como ser humano excepcional, de gran sensibilidad y exquisita educación doméstica. Nuestro país tiene en el doctor Eduardo Núñez Vázquez, a un ejemplo de ciudadano, con sobradas virtudes cívicas, y un profesional del derecho que dignifica la toga y el birrete.
  3. Ahora, nuevamente, el doctor Eduardo Núñez Vázquez, está presente ante un tribunal penal, y muy activo en la opinión pública, porque asiste en sus medios de defensas a uno de los imputados en otro caso de repercusión.
  4. En un periódico de circulación nacional, leí unas declaraciones que había hecho Eduardo, las cuales textualmente dicen así: “Considero que el monopolio de la persecución del Estado lo tiene el Ministerio Público y que ahora se da la situación de que ese organismo ejerce sin límites, y quien no comulga con ese poder, incluyendo abogados, sufre el riesgo de ser aplastado”.
  5. Luego de Eduardo emitir las anteriores opiniones, compareció en la ciudad capital a un programa de televisión y formuló nuevas críticas con relación a la forma como desde el órgano público acusador se han estado manejando asuntos penales de importancia.
  6. He sido informado de que lo dicho por Eduardo a la prensa escrita y en el medio televisivo, no han caído bien en grupos de poder de decisión judicial, y por tal motivo se le pretende preparar un expediente.

II.- Ante los aprestos contra Eduardo

  1. Lo principal en quien decide ejercer el derecho, es la vocación, la ética, el talento, la responsabilidad y la formación intelectual. Sin estas cualidades, el abogado o abogada nunca llegará a un ejercicio relevante y que dignifique.
  2. Sé el material humano del cual está hecho Eduardo. Él fue formado para ser un hombre digno, se hizo un profesional del derecho íntegro y con un dominio profundo, fuera de serie de las ciencias jurídicas.
  3. En un país como el dominicano de esta época, Eduardo está expuesto a ser mal visto por aquellos que no aceptan que un jovencito, moralmente intachable y sin alta prosapia, sea sobresaliente como abogado.
  4. Quiérase o no, las dominicanas y los dominicanos nos estamos moviendo en un medio social contaminado por los vicios que dañan a la gente, y hay que vivir en estado de espanto, pero listo para actuar con intrepidez.
  5. En una profesión como la de los abogados de estos tiempos, en la cual no abundan los extraordinarios, solo es valorado ese, el leguleyo de pocas cualidades, el mediocre.
  6. En el medio social dominicano procuran aplastar a los que moralmente sirven. Es la obra de resentidos, descalificadores, envidiosos y odiadores.
  7. Eduardo tiene que conservarse firme, no dejarse abatir, porque el mundo es de los triunfadores con talento y sentido de laboriosidad.
  8. El doctor Eduardo Núñez Vásquez, debe seguir con su corazón limpio; no anidar odio ni rencores. Pero estar avispado ante los que quieren abrumarlo; actuar despabilado frente a los que procuran hundirlo. Siempre con la frente en alto para con su capacidad y honradez derrotar a los liliputienses que buscan aplastarlo con insinuaciones de baja estofa.

Idea final

  1. Los vínculos que me unen al doctor Eduardo Núñez Vásquez, no son de amistad, políticos o profesionales, sino de familiaridad, surgidos de la confianza mutua, la franqueza y la llana comunicación.
  2. En el código de mis relaciones con las personas que ocupan un lugar especial en mi corazón está, en primer lugar, la solidaridad, interpretada como la más alta expresión entre los seres humanos.
  3. Si el doctor Eduardo Núñez Vásquez, por hacerle honor a la profesión que ha escogido, llega a ser víctima de maniobras odiosas de quienes no resisten las críticas responsables, entonces, de mi parte puedo decir que Eduardo cuenta con el respaldo incondicional, sin límites, de parte de el que suscribe este documento, y creo que también debe ser el sano sentir de los profesionales del derecho decididos a ejercer con plena libertad.

lunes, 3 de abril de 2023

Solidaridad con Julian Assange

  1. Porque soy humano, por las convicciones democráticas que he abrazado y por mi compromiso internacionalista con las causas justas, hago mío y publico el presente artículo tomado de Prensa Latina, digital, de fecha 2 de abril de 2023.
  2. Están asesinando cruel y lentamente a Assange ante los ojos del mundo
  3. Como hace un siglo Estados Unidos hizo con el periodista mexicano Ricardo Flores Magón, algo similar ocurre hoy con Julian Assange, quien languidece ante los ojos del mundo en una prisión británica aquejado por enfermedades físicas y psicológicas.
  4. Una pequeña, dramática, conmovedora y reveladora foto del deterioro físico de Assange por el hacinamiento y abandono en el que lo mantienen sus carceleros británicos en la prisión de Belmarsh, circula en las redes sociales, y no deja dudas de las acusaciones de sus amigos y defensores de que lo están asesinando y prestan ese miserable servicio a Estados Unidos.
  5. Washington, en contubernio con Londres, repite con Assange lo mismo que con Flores Magón, el prócer del periodismo mexicano y precursor de la Revolución de 1910, que lo dejaron morir de las varias enfermedades que padecía, las cuales no reconocieron ni atendieron.
  6. El objetivo era apagar el fuego de su pluma demasiado peligrosa por las verdades que revelaba, y murió solo -sin que se le probara delito más que decir la verdad-, sin asistencia médica, en sufrimiento atroz durante 13 largos años, ciego, en un inmundo camastro invadido de pulgas en la cárcel de Leavenworth en Kansas City, el 21 de noviembre de 1922.
  7. Assange recorre igual camino en manos de los carceleros británicos por una absurda acusación de vivac policial (de supuesto abuso sexual), pero sus verdugos, y también el mundo que no ha hecho lo suficiente por salvarlo, saben que no es por esa nimiedad que está tras las rejas en la pérfida Albión, sino porque en su sitio Wikileaks desnudó la barbarie estadounidense en Afganistán, Irak y Guantánamo.
  8. Al igual que con Flores Magón a quien los estadounidenses mataron en agonía y procuraron borrar hasta su imagen de la retina del pueblo mexicano, con Assange buscan el mismo objetivo pero en escala mayor, más indignante y cínica, porque es pública y notoria.
  9. No pueden ocultar las 400 mil verdades en los reportes sobre la guerra de Irak, las 90 mil sobre la guerra en Afganistán, las 800 desde la prisión de Guantánamo y más de 250 mil cables diplomáticos redactados en varias partes del mundo que revelan atrocidades y violaciones de los derechos humanos.
  10. Argumentan que Assange espió para el enemigo, aunque saben que es un infundio, y castigan el ejercicio ejemplar del periodismo verdadero, y del derecho a la libertad de expresión a la cual quieren hacer trizas.
  11. Kristinn Hrafnsson, editor en jefe de Wikileaks, y Joseph Farrell, embajador de esa organización, lo dijeron bien claro en México en una entrevista con el presidente Andrés Manuel López Obrador el 17 de enero de este año.
  12. “Queda claro que el caso de Assange es político y no judicial. Están eludiendo hasta el hecho de que la petición de extradición viola el tratado al respecto entre Estados Unidos y Reino Unido. Este tratado prohíbe la extradición por causas políticas, y Julian es acusado de la ofensa política en su forma más pura: espionaje”.
  13. “Así que no podemos depender del proceso judicial, tenemos que tratar esto como lo que es: una persecución política que requiere de la intervención e interés de los líderes políticos”.
  14. Todos saben que Assange padece una enfermedad crónica pulmonar y muchas más derivadas de esta y agravadas por el encierro y la falta de atención médica.
  15. Comentando su estado de salud, Baltasar Garzón, su abogado, vaticinó hace tres o cuatro años, cuando lo metieron en la prisión actual, que si no lo liberaban pues en su actuación no hay delitos, tendría problemas médicos importantes, y psicológicos. Ha sido así. No es justo que el mundo siga permitiendo tal impunidad criminal.
  16. Quienes deberían estar ante los tribunales por las múltiples violaciones de los derechos humanos y crímenes de guerra son sus torturadores, sobre quienes abundan pruebas de las atrocidades en Afganistán e Irak, la principal de ellas invadirlos.
  17. Y los siguen cometiendo en el campo de concentración en que convirtieron la base naval de Guantánamo, territorio de Cuba, el cual se niegan a devolver. jha/lma

sábado, 1 de abril de 2023

Adentro o afuera de un partido, pero en la brega política y social

I.- Con militancia o sin ella

  1. Desde el momento que nos formamos una idea clara de la necesidad de luchar por lo que más conviene al pueblo dominicano, hemos incidido en la vida pública, con militancia partidaria o al margen de una organización.
  2. En todo momento hemos estado vinculados al quehacer político. Poco nos ha importado el tiempo, espacio físico nacional o extranjero, para estar en la brega por las libertades, los derechos humanos, la autodeterminación de los pueblos y los cambios sociales.
  3. Lo nuestro ha sido actuar, sin tomar en cuenta la naturaleza de la disputa. Litigar en los tribunales o en la plaza pública; pugnando y afanando. En la pelea contra los que se comportan como trabas para el progreso.
  4. Al ponernos en movimiento para el trabajo político, social, cívico y ciudadano, sea en el plano nacional o internacional, no hemos necesitado estar integrados en un instrumento de lucha política. No tomamos en cuenta las dificultades para ejecutar los compromisos con la comunidad.
  5. De la única asociación política que formamos parte fue del Partido Socialista Popular, y nos separamos en el año 1967. En lo adelante jamás hemos estado en núcleo político alguno.
  6. Procede que expliquemos la razón por la cual estamos haciendo esta aclaración con relación a nuestro accionar en las actividades políticas y sociales, estando o no en un grupo político organizado.

II.- Motivo de este escrito

  1. Ante un artículo que escribimos y publicamos en la prensa nacional con el título: Los pobres, la democracia y los partidos, un amigo nos preguntó la razón por la cual no formamos un partido para participar en los procesos electorales en el país.
  2. Luego de salir del PSP, fue una decisión personal mantenernos ligados con todo el movimiento progresista nacional e internacional, pero como un ciudadano del mundo, comprometido con todo lo que significa libertad y desarrollo social.
  3. En fecha 26 del mes de noviembre de 1973, el profesor Juan Bosch, en su condición de presidente del Partido de la Liberación Dominicana, por medio de Amiro Cordero Saleta, nos solicitó presidir el PLD, en la ciudad de Santiago de los Caballeros. Le agradecimos su intención, pero no aceptamos la designación.
  4. Conjuntamente con la profesora Mercedes Alfonseca Caamaño, la licenciada Miriam Germán Brito y el dirigente sindical Eliezer Batista Matos, en fecha 12 de octubre de 1989, desde el local de la Asociación Médica, en la ciudad capital, pusimos al alcance de todos los integrantes de la sociedad dominicana el Manifiesto por la Redención del Pueblo, una especie de programa político, el cual en su parte introductoria dice así:
  5. Presentación
  6. “Esta plataforma titulada Manifiesto por la Redención del Pueblo, es solo una propuesta, un proyecto nacido de nuestras profundas inquietudes y reflexiones, con aportes muy diversos”.
  7. “Nuestro interés al darlo a conocer es presentar una idea diferente, no tradicional, que puede ser enmendada, enriquecida, profundizada por todos y cada uno de los sectores del país, inconformes, descontentos, perjudicados, inquietos, preocupados por el actual rumbo de la nación y la penosa situación del pueblo”.
  8. “Es generalizada la opinión de que sin cambios fundamentales el país no tiene salvación y el pueblo no tiene posibilidad de redención”.
  9. “Es generalizada la opinión de que estamos en un círculo vicioso y dentro de un cuadro que día a día se empeora”.
  10. “Lo difícil es encontrar la alternativa, y en ese sentido trabajamos en este esfuerzo, procurando recoger e integrar muchas de las cosas que se han dicho y se han creado en forma dispersa en los últimos años; procurando fundamentar la necesidad de una nueva institucionalidad, de una nueva democracia, de un nuevo camino y de un nuevo programa para transitar hacia ella”.
  11. “Hasta este punto de elaboración y de síntesis llegamos, y se lo entregamos a todo el país para que reflexione sobre su contenido, y lo debata, lo corrija y lo mejor es para que lo asuma o lo descarte”.
  12. “Es un intento además de sacar al país del debate tradicional, y de contribuir a una reflexión de más profundidad”.
  13. “Nos conformaríamos si este propósito se logra y naturalmente nos sentiríamos muy satisfechos si las fuerzas sociales necesitadas de cambios, como los planteados por nosotros y nosotras, conviertan este intento, aún sin tener en cuenta a sus propulsores iniciales, en un instrumento de unidad y de lucha, luego de enriquecerlo y perfeccionarlo”.
  14. “Nos interesa de inmediato, pues, la reacción, la opinión, las críticas, y los aportes de todos los sectores políticos y sociales, profesionales y religiosos a los cuales les presentamos esta plataforma para su estudio y consideración”.
  15. “Que el debate democrático y la vida pongan al descubierto sus fallas y sus aciertos, y contribuya a su perfeccionamiento progresivo”.

Ideas finales

  1. El citado documento contiene todo un programa que recoge conceptos acabados en lo político, económico, social e institucional, que los suscribientes creíamos, y la mayoría todavía cree, que pueden servir de guía para el inicio de las trasformaciones que requiere nuestro país.
  2. El lanzamiento del Manifiesto por la Redención del Pueblo, fue nuestro último intento de integrarnos a una organización política, pero luego de ser puesto en circulación el proyecto de programa político, comprobamos que el mismo no había tenido la acogida que esperábamos, y todo se quedó en una propuesta.
  3. Con posterioridad a la presentación del aludido manifiesto, algunas personas expusieron por los medios de comunicación su opinión al respecto, como lo hizo el licenciado Rafael Acevedo Pérez, en un escrito con el título “La utopía de Negro Veras”.
  4. Hoy, al igual que ayer, tenemos la creencia de que la gran cantidad de partidos políticos no significa fortalecimiento democrático, y el día ha de llegar, que esperamos sea lo más pronto posible, cuando desaparezcan los partidos de negocios y su lugar ocupado por organismos que interpreten el sentir y los intereses de las mujeres y los hombres de trabajo, vivo ejemplo de laboriosidad, civismo y decoro.