- Este escrito me sale de lo más hondo de mi corazón, dedicarlo a las abogadas y a los abogados que nos graduamos en la Promoción de la Libertad UASD 1967.
- En el mes de octubre del año 1961, cuando desde la ciudad de Santiago de los Caballeros, me trasladé a la capital a matricularme en la Universidad de Santo Domingo, en la facultad de derecho, no lo hice porque me creía con la facilidad de hablar ante un juez de modo convincente y persuasivo.
- El arte de expresarme con fluidez no me motivó a llegar a ser un profesional del derecho. En mi niñez y juventud, nadie me alabó como gran orador del futuro.
- En ningún momento escuché a persona alguna decir que por ser habilidoso podría dedicarme a ser abogado, haciendo gala de mis conocimientos de la ley y el derecho.
- Siendo un muchachito, jamás di demostración de que como marrullero y malicioso, tenía condiciones para ser un destacado abogado. Nunca he dado muestra de ser persona inclinada a la perversidad.
- No me pasó por la mente alcanzar fama por ser defensor en estrados, ni moverme para estudiar derecho y terminar siendo un dominicano célebre.
- La viveza no motorizó, no me causó encanto para querer ser conocedor de las leyes y salir en defensa de acusados o perseguidos.
- Presumir de valiente, ser un bravucón, no fue lo que me movió a procurar ser abogado. Estar de jactancioso o privar de intrépido no tiene relación con la defensa en estrados.
- Hacer uso del discurso molesto e inoportuno, no determinó mi decisión para ser abogado. La perorata no alegra a quién aspira ser un letrado.
- Elocuencia, habilidoso, malicioso, fama, viveza, bravuconería, perorar, y llegar a querer muchos bienes y dinero, no me guiaron para hacerme abogado. La vocación fue la que dirigió mi voluntad para estudiar la profesión que me ha dado más de lo que de ella esperé.
- Siempre he resaltado el hecho de haberme graduado de doctor en derecho, porque su ejercicio me ha permitido ser un hombre libre en la práctica de mis ideas políticas y concepción ideológica. Manejarme en la abogacía, sintiéndome totalmente liberado, ha contribuido a que devuelva a mi pueblo parte de lo que aportó para lograr y concluir mis estudios universitarios.
- Con el ejercicio profesional he puesto mis conocimientos de las leyes a disposición y alcance de todos los dominicanos y las dominicanas que han acudido a mí para que les defienda ante sus derechos burlados o sus libertades conculcadas.
- Nada me ha impedido actuar como abogado, conservar mi autonomía, no depender de nadie; ser abierto, franco y proceder sin cortapisas. Solamente siendo independiente de pensamiento y no estar atado económicamente, me han permitido hacerme cargo de asuntos sumamente delicados en el orden político, lo mismo que rechazar casos que me habrían representado jugosos honorarios. He ejercido como un abogado absolutamente emancipado, sin sumisión de ninguna clase.
- Por ligar el ejercicio de la profesión de abogado con mi forma de pensar y actuar, he enfrentado situaciones embrolladas que me han llevado a estar en complicaciones y serias dificultades con el poder político, económico y social del país. En ocasiones, procesos penales peliagudos me han colocado al borde de la muerte.
- La profesión de abogado me ha permitido accionar con libertad para pensar, abrazar las ideas políticas y sociales en las cuales creo, y transmitirlas sin limitación de ninguna clase. Soy un ser humano libre por entero.
- Con pleno albedrío he ido a exponer lo que creo es la verdad al foro, a tribunales nativos y foráneos, a la plaza pública, a organismos internacionales, y a diferentes medios de comunicación nacionales y extranjeros.
- Porque me siento liberado, he podido sacar de mi garganta las palabras con las cuales he defendido el derecho de algunos pueblos del mundo a ser totalmente independientes y soberanos, dueños de su propio destino.
- Porque he sido abogado y hombre libre, no he tenido que pensarlo dos veces para decir o hacer lo que me dicta mi conciencia. No tengo atadura de ninguna clase para hacer o no hacer.
- No me creo estar amarrado por la mercancía dinero; ligado por compromisos profesionales; silenciado por trabas; frenado por halagos; estorbado por prejuicios sociales, ni mucho menos sujetado por el qué dirán.
- Creo tener mi cabeza algo amueblada para que nadie condicione mi forma de proceder. No estoy obligado a someterme a lo que otro quiera; cumplo con mis deberes, pero sin sentirme que obtempero por voluntad ajena.
- Me comporto como un dominicano común y corriente. Sin creerme inferior ni superior; subordinado ni por encima de nadie. Pura y simplemente, ejerciendo mis derechos y libertades sin arrogancia, con mucha humildad, pero sin dejarme avasallar.
- Mientras viva seré como he sido. Nada de acallar; nunca guardar silencio para complacer, ni mucho menos enmudecer para caer bien. Jamás voy a cesar en la forma como he sido. No excitado ni tranquilo. Ser auténtico y nada más.
- Hacer de los códigos, la toga y el birrete mis aliados para la batalla en los estrados, me ha permitido sentirme ser una persona útil a la sociedad, e incondicional servidor de la justicia y el derecho.
- En la práctica he probado que no fui a la universidad a aprender los principios generales del derecho para burlar o estafar utilizando la argucia. Siempre he creído que es de gente sucia utilizar la trampa para alcanzar el éxito propio o ajeno.
- En todo el curso de mi ejercicio profesional, ninguna vez le he negado mis servicios a una persona por el no pago de honorarios. Aquel que ha recurrido a mí para defender su libertad o lo que es legítimo, ha contado con mi asistencia.
- Estoy convencido de que se puede ser abogado, comportarse con honradez e incidir en la brega internacional, y en la vida pública nacional aportando a la lucha política, social, cívica y ciudadana.
- Combinar la vocación, el apego a la ética y la formación intelectual, pueden hacen a la mujer o al hombre un profesional del derecho conveniente a su país.
lunes, 27 de febrero de 2023
A los 56 años de mi graduación en la UASD
miércoles, 22 de febrero de 2023
Editoriales tocan nuestra sociedad hundida
Explicación
- Luego de poner en circulación el libro: “Mi parecer sobre la sociedad dominicana de hoy”, auténticos amigos que lo han leído me han dicho que por lo que expongo en el mismo, tengo un criterio rígido de la sociedad dominicana al analizar con severidad algunos asuntos del orden social del país.
- A mis leales camaradas les he respondido que en lugar de rígido, fui muy blando en las opiniones que constan en la obra, porque el medio dominicano está peor que el que ahí describo.
- No tardó mucho tiempo para comprobar lo que sostengo en el referido texto, de lo estropeada que está la sociedad dominicana, evidenciada por los hechos horripilantes que a diario ocurren, como los que motivaron a diferentes medios de comunicación a manifestar su preocupación y pesar. Veamos.
Esmeralda
"La muerte de la menor de 16 años, Esmeralda Richiez ha conmovido a la sociedad dominicana, no solo por la atrocidad del suceso, sino porque revela debilidades sociales estructurales más propias de una sociedad que se desmorona en sus cimientos, que de una que se encamina hacia la igualdad y el desarrollo". [1]
Descomposición, violencia y sociedad
"Las desgarradoras muertes de dos adolescentes, aunque en circunstancias diferentes, son claras expresiones de la descomposición de la sociedad dominicana expresadas en violencia, violaciones sexuales brutales, desintegración de muchas familias y la deficiencia de la educación". [2]
Una sociedad a la deriva
"Vivimos en una sociedad enferma de los pies a la cabeza. Se ha debilitado el sentido de la convivencia, lo que es un reflejo del descalabro de muchos principios y valores. El irrespeto o irreverencia a la ley y al prójimo tienen buena parte de la culpa. La escala para medir la preeminencia de esos valores se quebró hace tiempo. El líder del barrio no es el cura, ni el respetado maestro, ni el consagrado gestor social de las organizaciones comunitarias de antes o los exponentes de las buenas costumbres".
"Ahora es el dueño del punto de drogas. Y, tras él, los que exhiben modelos de bienestar basados en dinero del tráfico, de los atracos callejeros, o los que han “triunfado” en la vida promoviendo letras y ejemplos de desacatos a las reglas morales de antaño. Vale más, a los ojos de una generación atrapada entre carencias e incertidumbres, pobreza y desempleo, el personaje que ostenta como un trofeo el dinero mal habido en francachelas de discotecas o movilizándose en un vehículo de “alta gama” en las calles de los sectores misteriosos".
"Hasta la cultura misma ha perdido sus esencias, trastocando todos los conceptos del buen arte y la creatividad musical, folclórica y escénica, embardunados ahora por otras extrañas representaciones. El libertinaje sexual, los embarazos de niñas víctimas de abusos, la prostitución temprana, las bajas calificaciones escolares, la deserción estudiantil, la participación de adolescentes en crímenes, forman parte también de los síntomas de esta patología social". [3]
I.- Mi apreciación sobre los tres editoriales
- No tengo el gusto de conocer a las personas que escribieron los editoriales de los periódicos Diario Libre, La Información y el Listín Diario, del día lunes 20 de febrero, del año en curso 2023, como tampoco sé cuál es su ideología.
- El contenido de los párrafos que he citado de los editoriales de los periódicos, coincide con la opinión que tengo respecto a la descomposición de la sociedad humana donde vivo.
- No me creo ser cientista, sociólogo, politólogo, psicólogo, monje ni pontífice. Soy, pura y simplemente, un dominicano de carne y hueso, preñado de defectos y con escasa o ninguna virtud. Pero he vivido más de ocho décadas, compartiendo y tratando de conocer a la gente de mi país.
II.- Personas buenas, en una sociedad mala
- En el ambiente nacional hay personas sumamente buenas, cargadas de nobleza, con mucha sensibilidad, pero como colectividad humana, la sociedad dominicana colapsó. En lo ético y moral está hundida.
- No es nada buena una asociación de personas viciadas, de odiadores, chismosos, mentirosos, corruptos, engañosos, descalificadores, envidiosos, simuladores, etc.
- En mi concepción ideológica, no anido la idea de que para precipitar el proceso revolucionario hay que identificarse con el absurdo criterio de que “entre peor mejor”.
- He accionado en la política por convicción, no por resentimientos, porque de ninguna manera me creo ser un ofendido por la sociedad donde por accidente nací, me he desarrollado y permanezco.
- Mi participación en la vida política ha sido procurando que la mía sea una comunidad sana, en la cual esté presente el bienestar de todas y de todos. Pero mi país es otra cosa, diferente al que he aspirado disfrutar con todos mis comunitarios.
- No sería más que un buen charlatán, si digo que la sociedad dominicana de hoy es por la cual muchos dominicanos y dominicanas hemos luchado y merecemos.
- Lo expresado en los editoriales que encabezan este escrito es, lamentablemente, la realidad de la enferma sociedad donde estamos viviendo y que describo en el primer tomo de Mi parecer sobre la sociedad dominicana de hoy, muy en particular cuando desarrollo los temas: Algunos rasgos de la sociedad dominicana deteriorada; página 65. Nuestra sociedad al garete, sin respeto, página 78. La dominicana, una sociedad asfixiante, página 112. La degradación moral de nuestra sociedad, página 120. La sociedad dominicana, ¿sirve o no sirve?, página 371.
Ideas finales
- La sociedad dominicana, desde cualquier ángulo que se analice, se evidencia infecunda, es inoperante; de ella no hay nada que esperar, si continúa como hasta ahora; está inservible, y de insistir en mantenerla igual, el resultado será vano.
- El pueblo dominicano se está moviendo en un medio social en el cual de un momento a otro ocurre el ataque repentino, la ilegalidad imprevista, la burla súbita al derecho a la vida y a los bienes. La sociedad dominicana de hoy luce huérfana de escrúpulos; cada quien impone su forma de vida y costumbres; no vale probidad, comedimiento ni pudor.
- En nuestro medio no hay distinción entre el hampón y el honrado, el corrupto y el honesto, el haragán y el laborioso, el farsante y el sincero. La moral de esta sociedad tiene tanta y tanta elasticidad que no exige buena conducta; se puede actuar como persona de rígido buen proceder, y ser un vagabundo de pomposo actuar.
- Adecentar la vida pública en un medio social determinado entraña mandar señales desde el poder político de que se impone que cada miembro de la sociedad ha de actuar acorde con las normas de honestidad, probidad, integridad y absoluto decoro. De lo contrario se estimula la indignidad, la deshonestidad y la completa indecencia.
- Al igual que en el cuerpo de una persona física afectada de debilidad crónica se alojan con facilidad las más diversas enfermedades, en el organismo social dominicano se acomodan los vicios, las peores taras, los más despreciables oprobios que puedan cobijarse en un reprochable cerebro humano.
- Aquí la maldad se acepta con indiferencia, hasta el punto de que difamar y deshonrar se ve como algo normal, como si se confundiera el elogio con la descalificación, y la canallada con la nobleza, la perversión con la dignidad.
- Por el derrotero que vamos pinta mal; el camino que estamos trillando no nos lleva a buen destino; el comportamiento, la conducta que exhibe la generalidad de los dominicanos y las dominicanas no es nada halagüeña. El panorama es, lamentablemente, desalentador.
[1].- Diario Libre, 20 de febrero de 2023, página 19
[2].- La Información, 20 de febrero de 2023, página 12
[3].- Listín Diario, 20 de febrero de 2023, página 12
lunes, 20 de febrero de 2023
Cooperación entre cubanos y dominicanos
I.- Solidaridad de Cuba y Fidel, con nuestro pueblo
- Cuba y la República Dominicana, son dos países caribeños que en el planeta tierra han llevado a la práctica lo que históricamente es, real y efectivamente, la reciprocidad, la correspondencia mutua.
- El Manifiesto de Montecristi, firmado por José Martí y Máximo Gómez, el 25 de marzo de 1895 en Montecristi, República Dominicana, constituye la viva expresión de la voluntad de dos pueblos por materializar su hermandad, la solidaridad y lo que hoy es el internacionalismo.
- En todo el curso de la tiranía de Trujillo, el territorio cubano fue el principal escenario escogido por diferentes adversarios del trujillismo, para sus actividades políticas y de carácter militar.
- Cuba, en 1933, estaba ya convertida en el borde delantero de la lucha antitrujillista, desde el exterior…. El primer intento de expedición revolucionaria contra la dictadura de Trujillo, desde Cuba, tuvo lugar por el Puerto del Mariel, al oeste de La Habana, donde se entrenaba un destacamento de cubanos y dominicanos decididos a luchar.
- Fidel Castro, mientras se desempeñaba como estudiante de derecho en la Universidad de La Habana, fue designado por sus compañeros presidente del Comité Pro Democracia Dominicana. Posteriormente, en el año 1947, el mismo Fidel Castro, en Cuba, se integró, a la expedición de Cayo Confites, la cual se frustró por inconvenientes que surgieron antes de partir.
- La identificación de cubanas y cubanos, y en particular de Fidel Castro, con la causa por la libertad del pueblo dominicano, no terminó con la fallida preparación de Cayo Confites en 1947.
- El 1 de enero de 1959, una vez triunfó la Revolución Cubana, su máximo líder, el Comandante Fidel Castro, sin pérdida de tiempo, se ocupó del pueblo dominicano y ejecutó acciones en procura de desplazar del poder a la sangrienta tiranía de Trujillo.8.- Una demostración del gran interés de Fidel, para el total apoyo de Cuba, el suyo y de la revolución a la batalla contra Trujillo y su tiranía, fue que para agilizar el inicio de los preparativos de lo que se conoce hoy como la Gesta Gloriosa de Junio de 1959, emitió a favor del comandante Delio Gómez Ochoa, una precisa autorización indicando que: “Por la presente disposición designo como mi delegado personal al comandante Delio Gómez Ochoa y se le autoriza a poder entrar en todos los mandos militares, a fin de cumplir con la misión que se ha asignado por la Comandancia General. A tales fines, se ruega a todos los mandos militares que le presten toda su colaboración. Firmado: Fidel Castro Ruz, Comandante en Jefe”.
- La expedición de junio de 1959, desde Cuba a nuestro país, se hizo posible por el absoluto concurso de los principales dirigentes de la Revolución Cubana, muy en particular por el comandante Fidel Castro.
II.- La llegada de Caamaño a Cuba, y la partida del comandante Román hacia su país
- El coronel Francisco Alberto Caamaño, líder de la Revolución de Abril de 1965, y de todo el movimiento constitucionalista, voluntariamente decidió ir desde Europa a Cuba, donde recibió total apoyo de la Revolución para materializar su proyecto de regresar a la patria, a enfrentar por medio de las armas el despotismo de Joaquín Balaguer.
- En un momento dado, revolucionarios nacionales y extranjeros, conscientes de la valía, de las condiciones estimables de Caamaño para la liberación dominicana, trataron de persuadirlo de que ya no convenía su regreso mediante la lucha armada.
- Ante la determinación del comandante Román, de venir a su país a la batalla militar, los dirigentes cubanos le aportaron lo que logística y materialmente necesitaba para llevar a feliz término su proyecto.
- El coronel Caamaño, en Cuba convertido en el comandante Román, contó con el concurso de la Revolución Cubana, que incluyó facilidad de entrenamiento; posibilidad para salir de Cuba hacia Europa, y proporcionarle la llegada al lugar de partida hacia territorio dominicano, además de poner a su alcance y disposición recursos para adquirir el yate Black Jak, y la colocación de pertrechos de guerra en la Isla de Aves, mediante la operación conocida como Entrega Especial, diseñada por Caamaño y Lalane José, con la colaboración de asesores cubanos.
III.- Razonando políticamente
- Para comprender la posición del comandante Román y de los dirigentes cubanos, hay que tomar en cuenta la correlación de fuerzas que existía al momento del coronel Caamaño, salir de Europa y llegar a Cuba, en 1967, la cual no era la misma que cuando el comandante Román regresó desde Cuba al país en 1973.
- En el accionar político, social o militar, hay que considerar, no solamente la justa causa por la cual se lucha, sino también la coyuntura, la circunstancia que se da durante un tiempo no muy prolongado de la realidad social y política, nacional e internacional.
- En cualquier actuación hay que tener conocimiento de los rasgos característicos de lo que se define como la situación, sea política o militar, que es la base de toda conclusión. No bastan los buenos deseos de los revolucionarios, siempre se les imponen las condiciones objetivas y subjetivas.
- En el accionar bélico, al igual que en el político, cuenta lo que es la época, ese espacio del desarrollo social en el cual ocurren fenómenos sociales, acontecimientos que inciden de manera determinante en el mantenimiento o cambio de una estrategia para la victoria de una batalla o de la guerra.
Ideas finales
- El día llegará, que esperamos sea rápido, cuando el pueblo dominicano va a tener la libertad de pensar sin condicionamiento ideológico alguno, y será en esa ocasión que va a saber valorar la solidaridad de los compatriotas de José Martí, para con los connacionales de Duarte y Máximo Gómez.
- La docilidad ante el imperio, de los gobiernos que hemos padecido, combinada con la hipocresía y cobardía de muchos de nuestros compatriotas ilustrados, han contribuido para que el pueblo dominicano no conozca la espontánea y sincera colaboración, en distintos períodos de la vida política y social, entre cubanos y dominicanos.
- La solidaridad de la Revolución Cubana y de Fidel Castro, con la gesta gloriosa de Junio de 1959, fue el mismo respaldo que dieron al comandante Román, al coronel Caamaño, al líder de la Revolución de Abril de 1965.
- El coronel Caamaño, desde que salió de su país hacia Europa, siempre fue vigilado por servicios de inteligencia nacionales y extranjeros, hasta el punto de que la Policía Nacional dominicana, mandó un espía a Cuba, que fue apresado, juzgado y condenado, y cuya libertad logramos por razones humanitarias y políticas.
- Precisamente ahora, cuando nuestro país está celebrando el mes de la patria, lo ideal sería que a los estudiantes se les explicaran las distintas actividades de colaboración que han existido entre dominicanos y cubanos, desde el Manifiesto de Montecristi, la Gesta Gloriosa de Junio de 1959, hasta la expedición de Francisco Caamaño, para la llegada del comandante Román, por Caracoles.
viernes, 17 de febrero de 2023
Por relaciones humanas armoniosas
I.- La sociedad humana se fortalece con la buena formación de sus integrantes
- Los padres deben hacer comprender a sus descendientes, que es de singular importancia mantener un buen comportamiento en el medio donde viven, porque de sus actuaciones va a depender el lugar a ocupar en el mañana, la trascendencia de cómo será valorada su persona.
- La dignidad se logra actuando con calidad; demostrando nobleza, que es la que da al individuo certera determinación de un ser humano con crédito para servir de buen ejemplo.
- Es aleccionador infundir en los niños y en las niñas, que es de bien para el futuro de su vida, apropiarse de las ideas que van a servirles de guía en sus buenas actuaciones. En la medida que las personas se adiestran para accionar correctamente contribuyen a poseer una manera de ser que caracteriza su personalidad con condiciones de alto concepto.
- El beneplácito, la buena aceptación del ciudadano por su comunidad, solamente la puede obtener satisfactoriamente cuando ha sido fruto de su existencia meritoria.
- La sociedad se fortalece en la medida que sus miembros se preocupan por una sólida formación educativa, la que con el tiempo hace posible los conocimientos para desenvolverse correctamente en el medio social.
- El hombre o la mujer que alcanza una adecuada instrucción cumplirá fielmente con sus deberes cívicos, por el modo de comportarse con seriedad y compostura, exhibiendo así responsabilidad de civilidad ante los demás.
- La realidad está demostrando que en el ambiente dominicano no abunda la persona con la capacidad necesaria para con elegante proceder a hacer sentir complacido a aquellos con quienes comparte, porque agradar, contentar está en el alma de los que son inclinados a la ternura con delicadeza.
- La persona sensible la conocemos actuando, dejando ver lo fino de sus sentidos, algo que no está en aquel que con su accionar solo sirve para generar sentimientos de dolor.
- En la medida que la sociedad humana prepara bien a sus integrantes, hace posible contar con aquellos que van a servir de ejemplo ennoblecedor.
- La falta de dignidad en muchos de los nuestros ha contribuido a la degradación que hoy observamos, y que nos coloca en una situación humillante que nos envilece como pueblo civilizado.
- Si los grupos dominantes en el orden económico, político y social, no se han interesado por formar niñas y niños con fina y correcta educación, no podemos esperar contar en el mañana con ciudadanos y ciudadanas de agradable trato.
II.- Un orden social injusto daña al ser humano
- Un ordenamiento social injusto, con taras de toda índole, y con un sistema educativo que no reúne las más mínimas condiciones para formar adecuadamente a personas íntegras moralmente, va a contar con una comunidad de individuos de carácter no franco.
- La sencillez, el proceder espontáneo, es fruto de una instrucción orientada a desarrollar ideológicamente a grupos sociales que en el trato mutuo se comporten sin altanería, libres de fanfarronería y arrogancia.
- Las personas finas en sus actuaciones manifiestan toda una serie de conductas que en el curso de su existencia las condicionan a comportarse de buena forma.
- Pero lo que en su proceder revelan amplios segmentos de la sociedad dominicana, es el resultado de haberse formado en un ambiente propenso a condicionar al individuo, para que esté lleno de indignación, cargado de rabia y atraído por la saña.
- Allí donde predominan las injusticias, está presente el arrebato, no la calma; la vesania, no la cordura. Las rígidas estructuras conforman a seres humanos inclinados a la dureza, no al trato refinado.
- De igual manera, una persona con tendencia a la realización de acciones repugnantes solo existe donde no se ha educado. La educación general, la formación integral del individuo, hace posible contar con una colectividad libre de vicios.
- Acostumbrarse a actuar con maldad no surge de un momento a otro, y la frecuencia como ocurren aquí hechos abominables prueba que estamos viviendo en una sociedad averiada y con personas dañadas.
- El ambiente en el cual vivimos constituye un viacrucis, un padecimiento prolongado para lo que no está condicionada la especie humana.
- Si como país civilizado creíamos haber superado el atavismo histórico que nos ligaba a la barbarie, con el proceder de algunos de nuestros paisanos hemos retrocedido, volviendo a etapas superadas, reculando a lo que creíamos un nunca más.
- Constituye una necesidad de primer orden, relevar la base material que sirve de sostén al vigente orden social, que es el que genera los vicios que han hecho de muchos de los nuestros entes sociales que no ajustan sus actos a normas de buen vivir, con inconductas que revelan la degradación que está haciendo el ambiente difícil para convivir.
- Corresponde a los mejores hombres y mujeres del país, comenzar con decisión, firmeza, laboriosidad y entusiasmo, a sentar las bases sobre las cuales debemos levantar un nuevo modelo económico y social, para así contar con un material humano poseedor de una concepción de la vida, la ética y la moral que ponga por delante el correcto proceder con relaciones humanas armoniosas y libres de perversidades.
miércoles, 15 de febrero de 2023
Enfrentar la pobreza, encarar su fuente
I.- Para ver nuestra realidad, no necesitamos espejuelos
- Estar obligado a cambiar el actual orden social dominicano por otro, es comprometerse a que llegue un sistema diferente al que padecemos. Es procurar invertir la vigente situación para que en otra impere la igualdad de oportunidades.
- Cada quien, conforme a sus posibilidades, está llamado a asumir la responsabilidad que le exige el quehacer político y social. No hay que recurrir a un instrumento óptico para ver con claridad la realidad nacional dominicana.
- Lo que importa es estar ahí; encontrarse en el lugar preciso y en el momento adecuado. Permanecer al lado de los que hacen esfuerzos por el bien de su pueblo.
- No hay que especular mucho, romperse la cabeza adivinando el porvenir, ni mucho menos recurrir a los miramientos que impiden hacer lo que es de la conveniencia para la mayoría de la población. La precaución no impide la acción consciente y conveniente.
- Lo que cuenta en cada persona, es el sincero apego a sus convicciones democráticas, las cuales deben estar siempre por encima de las pamplinas que salen de las gargantas de esos que no hacen y tratan de perturbar a los hacedores.
II.- A mayor edad, más cumplimiento
- El ser humano que desde siempre se ha sentido comprometido con su país, en la medida que avanza en edad, más tiempo debe dedicarle a sus deberes como ciudadana o ciudadano ligado a la lucha social.
- La mujer o el hombre que voluntariamente abraza una causa, tiene que hacer de ella una misión a cumplir, sin esperar recompensa alguna.
- Llevar a cabo una tarea, haciendo de ella una comprometida diligencia, impone abnegación al ejecutante mientras esté formando parte del mundo de los vivos. No le está permitido la renuncia o la pausa en la realización de su cometido.
- Lo que cada quien decide llevar a cabo de manera voluntaria, tiene la obligación de dedicarle todo el tiempo, con cariño y voluntad de hierro. Nada de dobleces ni poca decisión.
- Poco importa lo que digan los adversarios ideológicos o los resentidos sociales. El objetivo de quien batalla por el bien, sirve de contrapeso a las antipatías y a la animadversión de los que permanecen como el rabo, atrás y para abajo.
- A la brega por vencer la desigualdad que margina a la mayoría del pueblo dominicano, hay que ir de buenas ganas, con alto sentido de sacrificio, y dispuesto a recibir los dardos más venenosos.
- Qué carajo, vale la pena cualquier suplicio que tenga que soportarse para ver hecho realidad los ideales que con tanto desprendimiento, convencimiento, amor y voluntariamente hemos anidado en nuestra cabeza.
III.- No importa edad o salud
- No hay que tomar en cuenta el tiempo vivido, la edad, o el estado de salud. Nada debe servir de motivo para no cumplir con lo que ayer, jovencitos y muy rozagante, juramos ver materializado.
- El cuerpo, la estructura física de la persona, puede estar ya ajado por los años, y la salud afectada, pero el ideario no cambia en quien lo lleva con certeza, creencia y sin ninguna duda.
- Aquellos jovencitos que se enamoraron de ideales renovadores, hoy, ya en la tercera edad, con más fe los han de mantener hasta que respiren.
- Los que siendo novicios en la política, han continuado ahora al igual que antes, prueban que lo suyo no fue modismo juvenil, ni nada de idiotismo, sino el resultado de ser sensibles y amor a la causa de los humildes.
- No es actuar con calentura política renovadora, ser el mismo desde siempre, enfrentando los fenómenos nocivos generados por un ordenamiento económico y social putrefacto. Eso es lo que se llama convicción de las ideas, ser coherente de pensamiento.
Ideas finales
- Las lacras que emanan del sistema están ahí, y permanecerán como si nada, lo más campante, hasta que sean enfrentadas por las víctimas del state quo y sus aliados más consecuentes.
- Pobreza generalizada, insalubridad, mendicidad, en fin, opresión material y espiritual sufren las grandes mayorías nacionales. No hay nada que inventar, porque la realidad de miseria está a la vista de quien tenga ojos y quiera ver la materialidad.
- Es cuestión de oponerse a la situación adversa que le repugna a una mujer o a un hombre humanista. Basta con tener sensibilidad para convertirse en un contrario al estado de marginado de la sociedad, como vive la mayor parte de la población dominicana.
- Lo que ocurre en nuestro país ante el dilema de los pobres, no es para estar haciendo politiquería barata. Lo que manda la realidad que vive el pueblo hambriento es accionar para cambiar el orden actual, que es infuncional, cruel y nada humano.
- Enfrentar la pobreza es encarar la fuente de donde proviene; dirigir la lucha contra todo lo que hace posible que las grandes mayorías nacionales permanezcan al margen del progreso social.
lunes, 13 de febrero de 2023
Para eliminar a resentidos y mediocres
I.- Se está haciendo común hablar mal de otro
- En el ambiente dominicano vivimos sin darnos cuenta lo difícil que es habituarse a oír las malintencionadas opiniones que se emiten con relación al estado o condición de una persona.
- Algunos connacionales no educados en la malicia, como tampoco en la blasfemia, no llegan a darse cuenta de que muchos se han acostumbrado a los comentarios que se hacen hablando mal de otro.
- La maledicencia y la habladuría, al parecer, llegaron para quedarse, por lo placentero que es el medio nacional para denigrar alegremente y sin miramientos de ninguna clase.
- En nuestro país, despotricar se ha hecho tan común y corriente, que el malvado que quiere desahogarse hiriendo a un adversario, escoge la ocasión, el espacio físico, el medio de difusión y auditorio, para sus diatribas rellenas de puro veneno.
- El ser humano amargado, procura descargar sus amarguras fastidiando, haciéndole la vida incomoda al valioso para la gente buena de la comunidad. Aquel que mucho vale para sus conciudadanos, es vituperado por el que odia a los meritorios.
- El exitoso es un objetivo a ser ultrajado con palabras que el odiador elige para menospreciar a todo el que se hace merecedor de fama por sus aportes a la sociedad donde habita. La notoriedad bien ganada, mortifica al envidioso.
- Esa mujer o ese hombre de origen humilde, que venció la pobreza, va a tener como contrincante al que hace de la mala voluntad, la inquina, una especie de aversión profesional contra todos aquellos que se elevan venciendo los obstáculos sistémicos.
- El cuerpo social dominicano dañado, está diseñado para obligarnos a tratar a grupos sociales formados para deshonrar a los que en el curso de su existencia solo se han ocupado de contribuir al bienestar de los demás.
- El ser humano que brilla y sobresale por su buen vivir y correcto comportamiento, está expuesto a recibir del maléfico, la peor descarga de términos afrentosos, procurando el pernicioso menospreciarlo.
- Los diminutos en el quehacer político y social, aquellos que no son otra cosa que renacuajos, buscan todas las formas de cómo llegar a compararse con los gigantes, aunque los pigmeos nunca alcanzan a los que se han elevado y permanecen sin dobleces.
- En una comunidad humana en la cual abundan los farsantes y camaleones de la política, mantenerse coherente en lo ético e ideológico, irrita, mortifica a quienes se comportan sinuosos, hipócritas e incapaces de exponer su sentir ante el drama social que padece su propio pueblo.
- Quienes disfrutan con odioser a los luchadores políticos y sociales auténticos, y sin vacaciones, se convierten en personas poseídas de furia, que solo sacan de sus gargantas expresiones para demostrar rabia ante la gallardía de sus víctimas difamadas.
- Ese joven, hijo del triciclero y de la doméstica, que luchando contra todas las adversidades se hizo un brillante médico, sin piedad, va a ser denostado por el baboso que solo se ocupa de vilipendiar a los eminentes, a esos que por su talento y perseverancia sobresalen por sus muchos méritos y gran valía.
- El individuo de pocas cualidades, el mediocre, es ese ente que ha asimilado los peores vicios de un orden social degradado, o ya en plena decadencia, como está el dominicano, que por cualquier lugar que se toca emana pus.
II.- Por una comunidad sin odio ni envidia
- Aunque el medio donde habitamos segrega purulencia, no quiere decir, en modo alguno, que siempre va a conservarse en semejante forma. El cambio estructural inexorablemente lo vamos a lograr contando con la sana decisión de las fuerzas motrices que aspiran a que disfrutemos de un mejor país.
- Para dotar de condiciones éticas y morales, el lugar que por decisión voluntaria hemos escogido para vivir, debemos comenzar desde ahora a formar el material humano que representa el porvenir, a la niñez.
- Estamos comprometidos a dejarle a las futuras generaciones de dominicanas y dominicanos, a mujeres y hombres libres de prejuicios, de resentimientos y de todas aquellas taras que dañan, y hoy han convertido a la sociedad dominicana en un sitio donde abundan quejosos antisociales de todos los pelajes.
- En los hogares y en los centros escolares, padres y maestros, deben hacer labor de purificadores, limpiando la mente de descendientes y alumnos, de los malos pensamientos que hoy están presentes en el medio dominicano, comenzando por eliminar el odio, los rencores, la envidia y otras ideas dañinas.
- En el país nuestro hay que educar en el sentido de que difamar, injuriar y envidiar, y de cualquier manera procurar dañar a otro, no es de gente buena, sino de individuos perversos, podridos de opiniones sucias, muy propias de personas de baja estofa.
Ideas finales
- Abuelas y abuelos, se sentirían sumamente realizados, si dejan a la posteridad nietas y nietos formados para querer a los seres humanos, por estar libres de las manchas mentales que llevan a las personas a comportarse como los resentidos sociales.
- El hecho de la sociedad dominicana alojar en su interior, hoy, a determinados sectores educados en el odio, nos debe motivar a difundir mensajes que pongan como relevante a la solidaridad, la más alta expresión de humanismo.
- Se impone sembrar en la conciencia de lo mejor de nuestro pueblo, el querer, la comprensión y la bondad, para que no sigan imponiéndose entre nosotros la intolerancia y la envidia.
jueves, 9 de febrero de 2023
El ser humano que ha de venir
- El más profundo analista político, no podía llegar a predecir que la sociedad dominicana llegaría a encontrarse en el estado de deterioro a que ha llegado.
- Lo que está ocurriendo aquí, con respecto a la degradación, de seguro que resultaría imposible de adivinar, algo engorroso de pronosticar.
- No hay punto de comparación entre lo que fue nuestro país ayer y lo que es hoy. Lo de ahora es totalmente opuesto a lo anterior, por lo que no hay posibilidad de establecer parangón.
- La armonía era la línea, la norma que regulaba las anteriores relaciones entre los hombres y las mujeres. Existía la voluntad, el buen deseo de armonizar para construir una sincera amistad que perdurara con cordialidad, efusividad y sencillez, rodeada de cariño y franqueza. El trato posibilita la permanencia de mutua simpatía.
- El ser humano dominicano de ayer se desarrolló y formó en un ambiente sano, libre de perversidades, ausente de maldades. En la conciencia de los nuestros no estaba la intención rencorosa, la crueldad, la inquina ni la fobia. Sobresalía el sentir afectuoso, dulce, cariñoso y bondadoso.
- Compartíamos personas no propensas al rencor ni al estado de rabia. A cada momento nos encontrábamos con compueblanos pacíficos, que no conocían la maldad para aplicarla a los demás.
- El sanguinario y vengativo no fue integrante de la sociedad nuestra del pasado. El cruel no estaba en la codificación del dominicano, por lo que el desalmado, despiadado y sádico tampoco formaba parte de la comunidad en la que nos formamos.
- Nuestra vida se desarrollaba calmada y alegre. No vivíamos en sobresaltos, espantos ni con el miedo escalofriante. Nadie se sentía intimidado por el delincuente común, el atracador, el asaltante.
- Una existencia excitada en demasía, no era posible por la alteración del estado de ánimo generado por la continuidad de la criminalidad, ni por la existencia de acciones criminales salvajes permanentes.
- Las operaciones de sicariato, secuestros, narcotráfico y el feminicidio no eran habituales en nuestro medio. El malhechor no fue un delincuente vinculado con los crímenes que ahora causan terror en la sociedad dominicana.
- Al hacer referencia del medio social dominicano de ayer, no queremos pintarlo como el ideal, que tenía todas las cualidades deseadas o requeridas. Aquel ambiente no era la excelencia, pero era viable, y con imperfecciones que no lo convertían en un infierno, insufrible e irritante.
- El entorno que compartimos hoy las dominicanas y los dominicanos no es el mismo que disfrutamos aquellos que nos formamos en épocas pasadas, el cual, con todas sus limitaciones, contaba con un mejor ser humano.
- El país que estamos viendo hoy difiere en lo absoluto del nuestro en el pasado. La persona noble y digna con la cual compartíamos anteriormente, se ha convertido en extraña, porque ese ser humano sano ahora está en desuso, y cuando hace acto de presencia le vemos como un advenedizo, pura y simplemente un ajeno al medio.
- Al recordar lo que fue la colectividad dominicana en el pasado, no estamos siendo románticos, idealistas ni soñadores. Tratamos de pintar la realidad pasada y la presente, sin querer embellecer el ambiente en el que nos formamos, ni degradar el actual.
- No aspiramos a tener idéntica sociedad dominicana ahora, que aquella que estaba organizada hace varias décadas. Lo que hemos querido destacar es el cambio negativo que se ha efectuado en el ser humano de hoy, en comparación con el proceder positivo del de ayer.
- No resulta difícil identificar lo que fue el hombre y la mujer de antaño en nuestro país, con los entes sociales de ahora. La conducta ejemplar, instructiva y emblemática de los nuestros ayer, ni por asomo puede equipararse con la de hoy.
Ideas finales
- La dialéctica nos dice, por las leyes que rigen el desarrollo de la sociedad humana, que un hombre y una mujer nueva van a surgir con la llegada de un sistema social diferente al actual.
- El ser humano maravilloso, fascinante, será el del futuro, que necesariamente va a venir lleno de amor, comprensión, sensibilidad y total expresión de solidaridad.
- Con una persona nueva vamos a contar una vez cambie la superestructura levantada sobre el actual ordenamiento económico y social; nuevas ideas sociales, instituciones y órganos políticos estarán presentes por el cambio de régimen económico que inexorablemente ha de llegar.
- El comportamiento de la generalidad de los dominicanos y de las dominicanas de hoy, solo será evocado como triste recuerdo de lo que nunca debió ser el proceder de la especie humana. Lo dañino, perjudicial y desfavorable no debe prevalecer sobre lo beneficioso y bondadoso.
viernes, 3 de febrero de 2023
Por seres humanos productivos
I.- Un ente social beneficioso
- En una sociedad humana cualquiera, uno de sus miembros puede ser de más utilidad que un millón de los demás integrantes. Los extraordinarios, aquellos que se comportan fuera de lo normal como provechosos, son los que hacen progresar a sus comunidades.
- El hombre o la mujer excepcional, sirve de ejemplo a los que en el futuro están llamados a construir un nuevo orden social que sirva para bien de todas y de todos los comunitarios.
- En nuestro país, se impone orientar el sistema educativo para que sirva de base a la instrucción de la niñez de ahora, y así en el mañana ella preste sus conocimientos con eficacia.
- Ciudadanas y ciudadanos con la cualidad de útil los podemos formar, comenzando desde hoy a condicionar su facultad de pensar, a los fines de ser aptos para lo que convenga a sus semejantes.
- A la República Dominicana no le basta con contar con una gran cantidad de personas identificadas como formando parte de nuestra nacionalidad, lo que importa es que sean de beneficio para el país.
- El ente social productivo es aquel que con su esfuerzo material o intelectual, se hace favorable, reporta ventajas para la presente y futuras generaciones.
- La gran mayoría de las personas físicas que componen lo que es nuestro país, no han tenido espacio para desarrollar de manera apropiada potencialidades, sus energías y posibilidades.
- Lo que debemos tomar en cuenta para llegar a disfrutar la patria que merecemos y necesitamos, es que tenemos que encarrilarnos para ser útil.
II.- Lo que nos dice nuestra realidad
- La realidad dominicana lo que nos está diciendo en lo social, ético y moral, es que no hemos conseguido construir una mayoría de gente con sentido de valiosas.
- El hecho de contar con unos cuantos comunitarios de gran aporte, no quiere decir, en modo alguno, que la generalidad lo sea.
- El objetivo ha de ser levantar una República Dominicana en la cual mujeres y hombres, sean bien valorados; de muchos quilates, por convicción ser auténticos y de gran valía por méritos ganados aportando a la sociedad.
- Se impone crear conciencia colectiva, con el fin de que cada uno de nuestros compatriotas, sienta que por su colaboración al desarrollo humano, se ha hecho digno de merecimiento.
- A cada niña o niño hay que fijarle en su mente que para en el futuro ser estimable, debe desarrollarse como un ser humano con virtudes cívicas y ciudadanas.
- A aquellos que en un futuro no muy lejano están llamados a dirigir nuestro país, hay que educarles para que se levanten conscientes de que motiva satisfacción sentirse bien por cumplir como sujeto social.
III.- Que cada quien examine su conciencia
- Cada uno de los que hoy componemos lo que es la sociedad dominicana, está en el deber de hacer un examen de su conciencia y, finalmente, por sí mismo emitir su propio dictamen.
- No hay que hacer el mayor esfuerzo para cada quien formarse un juicio acabado de lo que ha hecho o ha dejado de hacer. El parecer de las actuaciones no engaña a los sensatos.
- El arrogante, lo mismo que el modesto, saben lo que ha sido su comportamiento en el medio social.
- Creerse el más inteligente, no da derecho a pensar que los demás son estúpidos. El muy bien dotado y el ignorante, cada uno por separado, tienen la posibilidad de saber si han sido convenientes o inservibles para que el país esté, como está, lleno de pobreza.
- Tomando en cuenta el tiempo transcurrido y el estado de carencia para vivir que padece nuestro pueblo, a cada quien le es posible dar la cara y pensar, detenidamente, acerca de si ha sido útil al desarrollo humano y social del pueblo dominicano.
Ideas finales
- Todavía estamos a tiempo para dejarle a la posteridad un material humano que le sea provechoso, que pueda hacer la vida llevadera y no insoportable como le ha tocado a la actual generación.
- Para el país sería un logro tener en su seno a mujeres y hombres que piensen como burgueses, dispuestos a luchar por el mercado nacional, a la vez que desarrollen clase obrera con conciencia de su misión histórica.
- Ciudadanas y ciudadanos convenientes al país son aquellos que con su aplicación al trabajo, prueban estar formados con su pensamiento dirigido a ser fructíferos, muy productivos.
miércoles, 1 de febrero de 2023
El cólera, Villa Liberación y mis experiencias
Introducción
- En los últimos días, con motivo de la presencia en el país de la enfermedad bacteriana cólera, y en particular afectando a varios habitantes del barrio Villa Liberación, Santo Domingo Este, he visto por televisión la deplorable situación cómo habitan algunos moradores de esa barriada.
- Hago mío el pesar de los citados indigentes habitantes, porque sé lo que significa no tener una adecuada casa para vivir, y mucho peor ocupar una por simple tolerancia. El caso de la especie me ha motivado a publicar el presente trabajo:
I.- Preocupación por la vivienda y dificultades en mi niñez
- Siempre he manifestado interés de que toda persona disponga para sí y los suyos de un alojamiento propio. Esta es una inquietud que definitivamente está vinculada a algunas angustiantes experiencias vividas en mi niñez y adolescencia, cuando mi familia vivía como una pelota de ping-pong, mudándose de un sitio a otro y siempre con los pocos trastos sobre la cabeza.
- Cuando mi madre llegó a la ciudad de Santiago de los Caballeros, desde la sección Palmarejo, en compañía de mi padre, se mudó en la habitación de una cuartería, para la época ubicada en la calle Duarte, hoy entre Pedro Francisco Bonó y Avenida 27 de Febrero. Ella pagaba tres pesos mensuales, por concepto de alquiler. En ese lugar nació mi finada hermana Monina.
- De esa cuartería de la calle Duarte, me contó mamá, ella, papá y Monina, se fueron a vivir a un bohío ubicado dentro de una finca del señor Cristóbal Bermúdez. La propiedad, en su totalidad, se extendía desde donde está hoy en Santiago el local del Partido Reformista, hasta más allá de la ahora avenida J. Armando Bermúdez, circundada por las hoy avenidas Bartolomé Colón y 27 de Febrero.
- Mis padres llegaron a ocupar esta vivienda, sin pago alguno, pero a cambio de que mamá, que había dado a luz a Monina, lactara a un nieto de Cristóbal Bermúdez, de nombre Fernando Bermúdez, luego conocido en Santiago, hasta su muerte, como “Fernandito El Catarey”. Precisamente, en esa vivienda, separada por una cañada, nací, el 25 de diciembre de 1938.
- En un momento dado, el señor Bermúdez, requirió que le desocupáramos la vivienda, y así lo hicimos. Mi padre logró que el director de Obras Públicas, en Santiago, nos dejara vivir, por condescendencia, en la segunda planta de una destartalada casa ubicada en la esquina sur de la calle España con avenida Las Carreras, donde ahora está el Ateneo Amantes de la Luz.
- A los pocos meses nos mudamos porque el espacio que ocupábamos sería utilizado como almacén de Obras Públicas. Luego de desocupar la propiedad de Obras Públicas, mi padre logró que nos dejaran vivir, de manera gratuita, en una casa-almacén propiedad del Ferrocarril Dominicano, empresa para la cual laboraba.
- La vivienda estaba localizada al lado del cementerio de la 30 de Marzo, a pocos pasos de donde ahora está la estación principal de los bomberos de Santiago.
- A los cuatro o cinco años de estar viviendo en la vivienda del ferrocarril, por fin, alquilamos por RD$25.00 pesos mensuales, la segunda planta de una casa situada en la calle 27 de Febrero 129.
- Luego, al no poder seguir pagando el alquiler, nos mudamos a la casa 86 de la calle General Valverde, y de ahí a la número 157 de la Salvador Cucurullo.
II.- El regalo de una casa para mamá y mi tío Manuel
- No tener un techo propio donde vivir, observar a mamá angustiada cada vez que teníamos que mudarnos en estado de desesperación, verla recoger los escasos ajuares de que disponíamos, casi siempre los mismos: una tinaja, cuatro catres, una pequeña cama, dos o tres sillas de guano y cinco o seis platos, algunas cucharas, mosquiteros y sábanas, todo esto fue fijándose en mi conciencia en una forma de tragedia.
- Los pesares que se reflejaban en el rostro de mamá me acompañaron en lo adelante. Se fueron fijando en mi mente; andaba con la aflicción de mi madre para todas partes, los padecimientos de mi progenitora me mortificaban.
- Llegué a sentir tanto la situación de las constantes mudanzas, los traslados de un bohío a otro, que una vez comencé a ejercer mi oficio de abogado, mis primeros ahorros los destiné para comprar una casa y regalársela a mamá y a mi tío Manuel, un hermano suyo que fue para mí, mis hermanas y hermano, un verdadero padre.
III.- Nacimiento de Jordi, pero sin casa propia. La casa de los Jardines y la de La Zurza. La casa de todos
- Pero, al parecer, la no posibilidad de disponer de un alojamiento seguía siendo para mí como una especie de maldición gitana. Al momento de nacer mi hijo José Jordi, Carmen y yo, no disponíamos de una vivienda, lo que motivó que ellos dos –Carmen y Jordi– se alojaran en la casa de la familia Evertz Henríquez, gracias a la generosidad de mis amigos, los esposos Manuel Evertz Cabral y Pura Henríquez de Evertz, con la fina diligencia y atención de uno de sus hijos, mi compadre Quique Evertz.
- Con el tiempo, Carmen y yo adquirimos una pequeña vivienda en los Jardines Metropolitanos de Santiago, donde nacieron Ho Chi, Yury y Alexei. En esta casa, por fin, terminó mi tormento de inseguridad de habitación.
- La vida nos permitió, a mi finada compañera Carmen y a mí, construir en Santiago, en la Urbanización La Zurza, una casa que sirvió como escenario de actividades cívicas, culturales y políticas. En ella se realizaron charlas y conferencias, se exhibieron películas, se elaboraron programas de organizaciones y partidos políticos, se dieron cita hombres y mujeres de todos los continentes para intercambiar ideas, elaborar proyectos revolucionarios, en fin, en nuestra casa, se llevaron a cabo cenas-recepciones para recaudar fondos para las causas liberadoras de muchos de los países oprimidos de los diferentes países.
Ideas finales
- Nada difícil me resulta interpretar el estado de pesar que acompaña a las familias afectadas por el cólera en los lugares de extrema pobreza, circundantes al barrio Villa Liberación, porque en los primeros años de mi vida sufrí lo que es la miseria y sus nefastas consecuencias.
- Las condiciones de insalubridad y en general la falta de servicios públicos, que hoy padecen muchos de los habitantes en Villa Liberación, Santo Domingo Este, es la expresión del estado de pobreza que padece una gran parte de la población dominicana. La desigualdad no debe seguir siendo el modo de vida de la mayoría del pueblo dominicano.
- Corresponde a las mujeres y hombres sensibles del país, luchar por eliminar las trabas que condenan a amplios sectores de nuestro pueblo a vivir en la marginalidad, como los que sufren en Villa liberación, hoy víctimas del cólera.
- El ejemplo de lo que es una amarga existencia del ser humano, no debemos aceptarla con indiferencia, y los atacados por el cólera en Villa Liberación, prueban ser símbolo de la más horripilante miseria.
- Comportarse tolerante ante el sufrimiento de connacionales que carecen de lo indispensable para una vida digna, para cualquier ciudadano o ciudadana, debe constituir una deshonra, algo bochornoso, una afrenta.
Suscribirse a:
Entradas (Atom)