domingo, 29 de diciembre de 2013

Ante la llegada del Nuevo Año 2014

I.- EL NUEVO AÑO Y LO QUE RECIBIMOS.

1.- El calendario gregoriano, al llegar el mes de diciembre avisa a las dominicanas y a los dominicanos, la fiesta de la navidad; la conclusión del año que transcurre, que se avecina uno nuevo que es esperado, por muchos, con optimismo; y con la esperanza de que será mejor que el que quedó atrás; el pasado sólo ha de servir como referencia.

2.- Aunque todavía desconocido, el nuevo año debemos esperarlo como al principiante que viene cargado de confianza y muchas cosas venturosas.

3.- A la espera del nuevo año no debemos hacer cálculos de pesares, pesimismo y lamentos, ni reeditar penurias y catástrofes; tenemos que pensar en forma positiva, aislando todo lo dañino que pueda contaminar lo bonito que han de venir los próximos doce meses.

4.- Debemos hacer un ejercicio mental minucioso de lo que, hasta ahora, hemos hecho o dejado de hacer para disfrutar, material y espiritualmente, de un mejor país; de una convivencia llevadera, sin agravios, ultrajes y vejaciones de todo tipo.

5.- Al recibir el nuevo año tenemos que hacer un alto en el camino, y razonar en el sentido de que no hemos cumplido con el rol de hombres y mujeres de bien para la comunidad; pero en lo adelante reflexionaremos positivamente, contribuyendo con nuestras actuaciones para dar ejemplo de que hemos cambiado, de ser personas que tratamos a los demás con acritud y acerbidad, y en el nuevo año seremos diferentes, porque nuestro comportamiento va a ser de dulzura y amabilidad.

6.- El nuevo año que se aproxima debe servirnos de motivación para reflexionar en el sentido de que no podemos comportarnos como testigos indiferentes ante hechos aberrantes que ponen en entredicho a la especie humana, y su deseo de vivir en un ambiente propio de seres humanos civilizados.

7.- Lamentablemente, el nuevo año lo vamos a recibir con un ambiente convulsionado por guerras regionales; con almacenes de ojivas nucleares; amenaza permanente del terrorismo; notoria presencia del narcotráfico y su secuela de criminalidad; incidencia de prejuicios por cuestiones de raza, color, ideología y preferencia sexual; millones de seres humanos con hambre y analfabetos; el fenómeno de la corrupción desnaturalizando el accionar político decente y democrático; un centro de torturas dirigido por el país más poderoso del mundo actual, en fin, el estatuto colonial de Puerto Rico, que son hechos que deben repugnar y preocupar a todos los hombres y mujeres sensibles.

II.- EN EL NUEVO AÑO DEBEMOS DE SER MEJORES ANTE NUESTROS SEMEJANTES

8.- En un mundo cada día más dominado por pequeñeces que afectan al ser humano, se debe sentir bien aquel que dispensa un trato agradable a los demás. Resulta afortunado quien recibe expresiones oportunas que motivan felicidad, cuando otros son víctimas de gestos desagradables.

9.- La naturaleza sensitiva de las personas contribuye a que el trato bondadoso sea recibido con alegría; mientras que, por el contrario, produce disgusto, enfado, el ultraje; sentirse ofendido hace al ser humano infeliz, y lo lleva a reaccionar mal.

10.- Al oído de los seres humanos llegan bien las palabras delicadas, dirigidas con dulzura, y más en los momentos difíciles.

11.- Escuchar expresiones de aliento y dulces, hacen desaparecer cualquier signo de pesar que pueda afligir o mortificar. Una persona lastimada requiere escuchar bellas expresiones para elevar su estado de ánimo y cualquier desazón.

12.- Debemos mandar a los demás señales de aliento cargadas de exhortación al regocijo; hacer divertida el alma de quien precisa llenar el espíritu de lo bonito, que sólo puede aportar quien tiene sensibilidad, y se preocupa por la felicidad de otro.

13.- Una frase fea lleva a quien se le dirige a cambiar su estado de alegría a tristeza; de ahí que el lenguaje debe ser utilizado con suma prudencia para no estropear los sentimientos de quien sólo merece gestos exquisitos transmitidos con dulzura.
14.- No sólo físicamente se agrede a otro; una actitud de indiferencia, de desprecio, entraña una lesión; un desaire pesa en la conciencia de un hombre o mujer digna; el menosprecio es inaceptable para una persona de vergüenza.

15.- Demuestra indolencia aquel que en forma consciente trata con desdén a sus relacionados, amistades y amigos; un desaire hacia una persona sana y de buen proceder, es un golpe en su corazón.

16.- Una desatención, una dejadez ante el requerimiento de una amiga o amigo, es una señal de falta de distinción que daña la relación entre personas que, se supone, se tienen afecto y respeto mutuo, porque en lo adelante los vínculos afectivos ya no serán los mismos.

17.- El trato tosco hacia una persona acreedora de respeto por su comportamiento de bien, constituye una ofensa, un oprobio que sólo es dirigido por quien busca reducir a los demás por medio del ultraje.

18.- Todo aquel que se respeta, y no acepta ofensas gratuitas, debe proceder en todo momento con mucho tacto para no permitir una agresión por muy leve que sea; una torpeza, una inobservancia, puede llevar a un abusador a reincidir en sus ofensivas actuaciones. No se puede caer en debilidad ante el bellaco y rudo

III.- UN TRATO AGRADABLE HACIA LOS DEMÀS DEBE SER UN SIGNO DE QUE EN NUESTRA CONCIENCIA TAMBIEN HA LLEGADO UN NUEVO AÑO

19.- Tiene mucha significación en una persona el trato que le dispensa a otra con motivo de una relación cualquiera; la forma de comportarse ante los demás puede servir para definir a un ser humano. Es de inteligentes entender la forma como deben mantenerse las relaciones sin lesionar; ahí reside la capacidad para entender lo que puede hacer sentir bien o mal a otro.

20.- Aquel que tiene fino trato hacia los amigos, conocidos y amistades, conservará relaciones armoniosas en todo momento, y difícilmente se encontrará en conflictos por malos gestos y actos hacia los demás.
21.- Cada persona ha de tener en su cabeza una especie de código del trato para aplicarlo tomando en consideración a cada ente social; porque en el seno de la sociedad los miembros que las integran tienen diferentes criterios de lo que es moral o inmoral, y lo que acepta como normal o inhabitual.

22.- A aquel que proviene de un hogar en el cual se formó en la decencia, honradez y decoro, en el curso de su vida le será imposible aceptar proposiciones indecentes, deshonestas e indecorosas; como tampoco tolerará las posiciones caprichosas de quienes no valoran sus virtudes. Es indigno quien permite desconsideración a su persona sin importar de quien proviene.

23.- Se reduce como persona quien se comporta tranquilamente ante el maltrato que se le da, disminuyendo así su reputación o la estimación de que goza en el medio social donde habita. Aceptar el descrédito con sumisión es propio de mequetrefes.

24.- Es sinónimo de poca cosa como persona aquel que, en nombre de obtener algún beneficio para sí o los suyos, acepta ofensas, llegando con su actitud a la humillación; en lo adelante va a ser visto como un réptil, arrastrándose ante quien le hiere para degradarlo.

25.-  No hay razón valedera para no actuar inmediatamente se advierta un gesto o actitud que entrañe desconsideración hacia su persona y honra; abstenerse de darle una respuesta merecida al ofensor es inhibirse ante los insultos; es intolerancia el agravio que evidencia irrespeto con males morales o insinuaciones hirientes.

26.- Aquel que bien te conoce y te ofende, merece de tu parte una respuesta digna, para que no le quede la menor duda de la indignación que ha motivado su gesto o actuación; se le responde al abusador sin pérdida de tiempo y en el mismo escenario donde ha pretendido herir.

27.- Por lo general, se cree muy listo aquel que trata por igual a todos a quienes ofende con su forma grosera de proceder; de tanto lesionar a los demás, el que no tiene sentido de actuar con sensatez, ni distingue a las personas por lo que valen, cree que los inteligentes y los bobos son iguales.

28.- Se comporta en forma correcta en el trato con una persona aquella que la valora por las mutuas relaciones, y bajo ninguna circunstancia la hiere con acciones u omisiones.
29.- Si mimamos a un ser humano cualquiera, lo tratamos con respeto, cariño y condescendencia. La consideración y el irrespeto han de estar separados, para reservar la distinción especial para quien merece un trato fino, con esmero.

30.- Así como todos los seres humanos no tenemos idéntico carácter, tampoco merecemos igual trato; la personalidad de cada quien ha de guiarnos a un comportamiento acorde con la estatura moral, de ética y dignidad; no todos aquellos a quienes tratamos nos han de merecer la misma entrega; saber tratar a otro es conocerlo y distinguirlo como merece.

31.-El proceder y carácter de una persona define su forma de ser, lo hace diferente de los demás; saber de su temperamento, permite no caer frente a ella en errores que pueden contribuir a desavenencias que terminan en situaciones insalvables.

32.- Aquel que da demostración de desprecio hacia otro, tratándolo como un anodino e insignificante cualquiera, le ve como un ser humano insustancial.

33.- Prepararnos para hacer sentir bien a las personas que forman parte de nuestra vida, es hacernos felices a nosotros mismos; incomodar a otros no tiene nada de agradable; es algo propio de quienes no tienen sensibilidad, y procuran con gestos o palabras que sus semejantes se sientan fastidiados.

34.- No debe escapar a nuestro conocimiento que el orden social bajo el cual vivimos en la actualidad, genera comportamientos que predominan en personas sin conciencia del bien y del mal;  o sea, tienen actitudes que sólo merecen la recriminación de lo mejor de la sociedad, porque no ajustan sus actos al proceder de la mayoría de sus semejantes.

35.- No podemos actuar pensando sólo en nosotros mismos, sino también en los demás; comportarnos en forma individualista es renegar del sentido de la solidaridad que debe primar sobre todas las individualidades; es correcta una actitud de comprensión e identificación con todos aquellos que accionan en procura del bien.

CONCLUSIONES

a-) Al desarrollar las reflexiones que contiene este escrito no procuro convertirme en orientador cívico, sino que las ideas que expongo sirvan para que quienes tienen la posibilidad de leerlo conozcan mi percepción con relación a lo que creo podemos afianzar, modificar, o de cualquier forma transformar nuestro comportamiento, a los fines de hacer aportes significativos a la lucha social y política del país, así como mejorar o superar las relaciones con nuestros familiares, amigos, amigas, conocidos y amistades.

b.-) El año nuevo, como todo lo fresco, novedoso y tierno, debemos recibirlo con original sentido de la vida en comunidad; poniendo por delante lo agradable que hay en cada una de las dominicanas y los dominicanos cuando ponen su gracia en procura de la felicidad de sus semejantes.

c.-) La llegada del nuevo año ha de ser acogida por los hombres y mujeres de bien del país, con los parabienes que deben llegar, enhorabuena, para la felicidad de lo que en verdad se llama pueblo dominicano.

d.-) Porque no creo en la deshumanizada tesis de que “entre peor mejor”, siempre he confiado y actuado con el convencimiento de que nuestro pueblo, más temprano que tarde, se liberará de las cadenas de la opresión.

e.-) Porque los procesos sociales no están enmarcados dentro de fechas o períodos, y las masas populares tienen la potencialidad de condensar veinte años en un día ; por tanto, quién sabe los grandes logros políticos y sociales que el pueblo dominicano puede alcanzar en el año venidero.

f.-) Porque he vivido armado de optimismo, siempre espero lo bueno, lo fructífero; el aliento del triunfo lo he tenido presente hasta en las coyunturas más difíciles de mi vida; el pesimismo nunca vencerá mi deseo de ver a mi pueblo con el control del poder del Estado. La ilusión y la alegría fortalecen mi espíritu.

g.-) No son conceptos abstractos, sino realidades, las narraciones que hago desde el punto número 8 hasta el 35; de ellas, unas las he vivido directamente, y otras las he sentido al ser ejercidas o recibidas por otras personas.

h.-) Finalmente, aquellos que en nuestro país maltratan a los demás con actitudes, gestos, palabras o acciones, la llegada del nuevo año  les debe servir para que comiencen a distinguir  y a valorar al ser humano como tal, y a los que merecen respeto por su comportamiento en el medio social.

Santiago de los Caballeros,
29 de diciembre de 2013. 

viernes, 20 de diciembre de 2013

El 25, mis 75 años de edad

I.- Introducción


1.- El hecho de vivir en sociedad entraña  para el ser humano estar sometido  a una especie de control en todo lo que tiene que ver con su accionar, sin importar que se refiera a lo privado o público, laboral o familiar; y  sin distinguir que sea algo de trascendencia, relevancia, o simple banalidad.

2.- En un ordenamiento social atrasado como el nuestro, hasta bajar o subir de peso es tomado en consideración por aquellos que, haciendo el papel de fisonomistas profesionales, se interesan por saber la razón por la cual determinada persona, en un momento dado, ha cambiado sus rasgos, se ha transformado en su fisonomía.

3.- Por ejemplo, en nuestro medio, algunos tienen como motivaciones de su vida darles seguimiento a si fulano de tal ha perdido peso corporal porque está enfermo, se sometió a un régimen  alimenticio especial por  prescripción médica; o si sutano ha cambiado de rostro porque, con el transcurso de los años, al entrar en edad avanzada, su estado físico se ha transformado, o fue que se le practicó una intervención quirúrgica por placer estético.

4.-  La realidad es que la vida del ser humano es la suma de detalles, particularidades que, en su conjunto, constituyen lo típico, lo peculiar de cada quien.

II.-  Mis 75 años de edad


5.- He hecho la introducción anterior para explicar algo que por lo menos para mi tiene mucha significación, porque se relaciona con la vida mía,   mi existencia; los años que tengo desde el momento que mi madre me trajo al mundo el día 25 de diciembre de 1938.

6.- Tomando en consideración el país donde nací, me he formado y desarrollado; su estructura y base económica; la región del mundo donde está ubicado geográficamente; el papel que desempeña en la estrategia geopolítica de los Estados Unidos de Norteamérica; mi origen social, incidencia en la vida política y social pública nacional e internacional, y el hecho de haber llegado con vida a los setenta y cinco años de edad, me sirven de motivación para hacer algunas reflexiones.

III.- La salud


7.- Al llegar a tres cuartas partes de siglo de existencia, mi salud  es, en sentido general, buena; padezco de algunas afecciones agresivas las cuales sé me acompañarán para el resto de mi vida, pero las tengo bajo control y vigilancia médica; padezco otras menos ofensivas, pero no dejan de ser menos molestosas. Así, por ejemplo, la artritis psoriásica, aunque me produce dolores sumamente agudos, me molesta menos que los sistemáticos calambres, que en los últimos tiempos se han convertido, para mi, en una pesadilla.

8.- Ya con 75 años de edad encima he comprendido que mi organismo no va en ascenso, sino en declive; que,  por tal razón,  debo hacer un esfuerzo por cambiar algunos hábitos de mi vida, incluyendo alimenticios, y hasta en mi forma de asimilar hechos que anímicamente me afectan.

9.- He considerado como un logro  haberme decidido, en provecho de mi salud, integrarme a un gimnasio  con el objetivo de cambiar mi situación sedentaria, por la de ejercicios diarios diversos.

IV.- Mi Ocupación en otras actividades. Ejercicio profesional como abogado.


10.-  El oficio de abogado, el cual he ejercido en forma ininterrumpida durante cuarenta y seis (46)  años, en razón de que ya he perdido toda motivación para llevarlo a la práctica, lo he reducido de cero (0) a uno (1);  y aunque en esa misma proporción se han limitado mis ingresos económicos, no me lamento, por el contrario, me siento espiritualmente mejor, más libre,  más tranquilo y con absoluta paz.

11.- La de abogado,  profesión que con tanto entusiasmo decidí estudiar  al momento de matricularme en la universidad, y que con intenso calor ejercí en los distintos tribunales del país, ya hoy para mi no tiene sentido; no por la profesión de abogado en sí, sino por el medio en que se ejerce  y el comportamiento de los colegas.  Ahora selecciono los expedientes que he de trabajar tomando en consideración el caso, la persona que requiere mis servicios profesionales, y hasta el abogado contra el cual he de litigar, o pueda llegar a ser mi adversario en estrados.

30.-  En los últimos años he ocupado mi tiempo, fundamentalmente, leyendo y escribiendo; participando en charlas, conferencias y seminarios abordando diferentes temas; viajando al extranjero; excepcionalmente  he ejercido  la profesión; no práctico ningún tipo de deporte; me divierto compartiendo con mi familia,  amigos y amigas. Espero tener la oportunidad de continuar publicando algunos de mis obras inéditas,  y otras que pueda elaborar en el curso de los días o años que me restan por  vivir. Disfruto ampliamente  departiendo con los míos, platicando sobre la política nacional e internacional, literatura e historia nacional, béisbol,  y  tomándome  una copa de un excelente vino.

V.- Relación familiar


12.- En el orden familiar,  con respecto a  mis descendientes, hijos, nietas y nietos, ahora, al llegar  a los 75 años de edad, he advertido que los hubiera disfrutado más si no fuera por mi actitud de pretender que ellos sean como es mi deseo, y no con la libertad a que tienen derecho, y que yo aplaudo y apoyo. Pura y simplemente, en lo adelante debo de hacer un esfuerzo para adaptarme a las circunstancias que me impone la condición de padre y abuelo.

13.- Haber vivido durante 75 años, me ha permitido conocer, más o menos bien, a mis cinco (5) hijos; de cada uno de ellos tengo un criterio distinto en lo que se refiere a su forma de ser, y valoración hacia mi.

14- De mis nietas y nietos puedo decir que, desde su nacimiento hasta ahora, he tratado de que sean más comunicativos conmigo, algo que no he logrado, posiblemente por mi temperamento, el cual sé no agrada a muchas de las niñas y los niños de hoy, tomando en consideración que la educación que reciben en la casa no es la misma que si partiera de mi;  como es natural, sus padres y madres tienen una forma diferente de ver el mundo y los fenómenos sociales, a como yo los visualizo.

15.- Quiero morir antes que cualquiera de mis hijos, nietas y nietos;  no estoy preparado, ni resistiría, el fallecimiento de uno de mis descendientes; he vivido 75 años, mientras que ellos apenas comienzan a vivir.


VI.- Con mis amigas y amigos


16.- En las relaciones con mis amigas y amigos, en el curso de mis setenta y cinco años, la generalidad de ellos me han hecho sentir el hombre más feliz de la tierra, pero algunas y algunos  con actos de traición han lesionado mi corazón en lo más profundo.

17.- Aunque he vivido durante 75 años, la falsía sé que seguirá llegándome  por obra de alguien a quien tengo como amiga o amigo; porque la conducta que genera el ordenamiento social vigente, y los vicios sociales que lo acompañan, ejercen influencia negativa en la actitud de muchas personas en nuestro país, inclinadas a hacer pasar momentos amargos con su deslealtad a personas  de noble sentimientos.

18.- A los fines de recibir las menos decepciones por la felonía de falsos amigos y amigas, ahora, a mis 75 años voy a pesarlos  por su valor específico cualitativo, no desde el punto de vista cuantitativo. Procuraré tener una amiga o amigo fiel, y no mil farsantes.

19.- Habiendo llegado a la edad de 75 años, y en honor a mi rechazo total a la mentira, tengo la idea fija de que aquella o aquel que ha dicho ser mi amiga o amigo, y ha pretendido presentarme como mentiroso, poniendo en entredicho, duda o sospecha algo  que  he dicho o escrito, dado por mi como verdadero, en lo adelante quiero no me dirija la palabra;  pura y simplemente, que nos ignoremos mutuamente.

20.- En los últimos años he establecido relaciones de amistad con algunas personas; mi deseo es que podamos sostener lazos sinceros y de comprensión, para así tener  la posibilidad de llegar a ser amigos.

VII.- La política durante mi existencia


21.- La política  ha sido y seguirá  formando  parte de mi existencia; no tiene sentido mi vida al margen del accionar político y social. A mis setenta y cinco años sigo abrazándola con más fe y calor.

22.- Mi deseo es que, por lo menos, una parte de mi pensamiento político se materialice antes de desaparecer del mundo de los vivos. Para alcanzar objetivos positivos para mi país, estoy dispuesto a poner por esa causa mis limitadas energías y tiempo.

23.- Luego de mi militancia partidaria hasta 1967, no he formado parte de ninguna organización política, lo que no quiere decir, en modo alguno, que rechace la militancia partidaria, pero la forma de hacer politiquería ahora en mi país, no cuadra con mi formación ideológica.

VIII.-  Cosas fijas en mi conciencia


24.- En mis setenta y cinco  (75) años, he sido testigo de dos hechos que se han quedado fijos en mi conciencia, uno agradable, y otro desagradable: a)el agradable, cuando en el año 1980, un niño angoleño, en Sofía, capital de Bulgaria, depositó en mis manos un clavel rojo, al momento que cantaba en coro  con otros niños del mundo, el himno de la paz mundial; y, b) el desagradable, cuando una tarde del mes de septiembre de 1965, en la calle Padre Billini, en la ciudad capital, presencié a un agente de la Policía Nacional, convertido en una pira porque  su cuerpo, luego de ser rociado con gasolina, un grupo de manifestantes le prendió fuego con un fósforo.

25- Al cumplir mis 75 años de edad, destaco como hechos significativos a nivel mundial, a) en lo científico y tecnológico:  la conquista del espacio sideral con la llegada del ser humano a la luna; b) en la política mundial liberadora:  el desmoronamiento del sistema colonial con el logro de la independencia de muchos países; c) en América Latina y el Caribe: el triunfo de la Revolución Cubana, que, con sus aciertos y desaciertos, ha servido para el despertar de las masas populares latinoamericanos y caribeñas.

26.- Me han marcado la vida  con pesar, en el curso de mis 75 años, la muerte de mi madre,  la de Carmen, y la de mi padre espiritual, Manuel. Estos tres seres humanos ejercieron mucha influencia en mi forma de proceder.

27.- El hecho que más me ha impactado en mi vida ha sido la tentativa de asesinato  contra mi hijo Jordi, ejecutada por un equipo de sicarios, el día 2 de junio de 2010; nunca pensé que  uno cualquiera de mis hijos llegaría a ser víctima de una acción   criminal, de ahí la conmoción  que recibí una vez tuve la noticia de ese hecho contra Jordi.

28.-  El estado de soledad en que he  vivido en los últimos años  en mi hogar, me ha impuesto ciertos cambios en mi vida cotidiana. No me había pasado por la mente estar sometido a un ritmo irregular en  mi habitad, contrario a lo que había sido lo habitual durante toda mi vida de estar compartiendo diariamente con Carmen y nuestros hijos.

29.- En lo que se refiere a mi ciudad natal, me he sentido bien por haber vivido durante toda mi vida en Santiago; lamento que, en los últimos años, mi querida ciudad se haya convertido en un medio insoportable, dominado por la sucieza, los ruidos, la contaminación, la agresión visual y, lo peor, la indiferencia cívica de amplios sectores de la comunidad para hacer cambiar el rumbo de desastre que llevan a cabo los que están al frente de la Alcaldía Municipal. 

IX.-  Algunas cosas que no me gustan


Con el transcurso de los años, al ser humano le acompañan toda una serie de particularidades, las cuales descubre  con el tiempo que les son habituales.
En el hipotético caso  de que el día de mi cumpleaños, uno o una cualquiera de mis nietas o nietos,   me preguntara ¿papapa,  hoy, al cumplir 75 años de edad, que te has dado cuenta que no te gusta, o te hace sentir mal.
Mi respuesta sería, pues, puedo decirte que, entre otras cosas, sentirme vigilado; que quien habla conmigo cambie su tono de voz; que me reprochen cosas ya pasadas; además, no me gusta visitar bancos comerciales, cementerios ni barberías; que mis invitados lleguen fuera de la hora convenida; que me hablen con voz autoritaria; ver a alguien discriminado,  y que se ponga en duda mi verdad.

X.-  Deseos en mis 75 años


Anido en mi cerebro ideas que quiero se materialicen en los días o años que me quedan de vida: a) aspiro a seguir cumpliendo muchos años de vida con algo de salud, como persona útil a la especie humana; b) que mis acciones resulten provechosas para contribuir positivamente a que en mi país, lo que en verdad se llama pueblo, se libere de las cadenas de la opresión, y alcance la emancipación total y definitiva. Solamente así me voy a sentir bien  en los momentos finales de mi existencia.

Santiago de los Caballeros,
19  de diciembre de 2013.

miércoles, 18 de diciembre de 2013

Las “víctimas” del Código Procesal Penal


Los delincuentes han descubierto que el Código Procesal Penal tiene muchos “bajaderos” que les permiten eludir la expiación de sus culpas.

Y esta penosa realidad la está sufriendo hoy una familia honorable que ha sido víctima de las maquinaciones legales que se motorizan al amparo de ese código, para dilatar la impartición de justicia en un caso criminal.
Nos referimos al caso del joven abogado Jordi Veras, hijo del prestante jurista de Santiago, doctor Ramón Antonio (Negro) Veras, que salió vivo de un atentado en su contra perpetrado por sicarios en el 2010 y ésta es la hora en que ni siquiera se ha iniciado el juicio de fondo contra los imputados.

El doctor Negro Veras, un reconocido defensor de los derechos humanos y sobre todo de mucha gente que ha sido acusada y sentada en el banquillo de los tribunales de la República, padece ahora en carne propia las inconsecuencias e incongruencias de un código que permite a los delincuentes retrasar los juicios con el sólo hecho de no presentar abogados defensores a las audiencias previas.

De ese truquito se han valido muchos criminales de tomo y lomo para burlarse de la justicia y de la sociedad, dejando a los jueces y al ministerio público desarmados e impedidos de actuar a contracorriente de estas “indulgencias legales” inexplicables.

El código da demasiadas garantías a los criminales, mas no a las víctimas de sus desmanes, y la mejor prueba es la experiencia que está pasando la familia del joven Jordi Veras, quien perdió un ojo y sufrió heridas en otras partes del cuerpo durante el atentado, y todavía la justicia no ha podido entrar a juicio de fondo y culminar dictando las debidas sentencias.

No sólo los Veras han sentido en carne propia esta vergonzosa flaqueza de nuestro código, sino centenares de familias dominicanas que han visto, decepcionadas, cómo los grandes sicarios, criminales, violadores o atracadores andan campantes por las calles dominicanas, pavoneándose de su “intocabilidad” y --lo peor-- reincidiendo en sus fechorías.

Caso Yordi lleva 42 meses sin justicia



SU PADRE, EL JURISTA RAMÓN -NEGRO- VERAS, ATRIBUYE EL RETRASO AL EXCESO DE GARANTÍAS QUE OFRECE A LOS DELINCUENTES EL NUEVO CÓDIGO PROCESAL PENAL
  • Entrevista. El jurista Ramón -Negro- Veras participó como invitado en el Desayuno de Listín Diario, donde fue entrevistado por el director del periódico, Miguel Franjul; el coordinador del encuentro Fernando Quiroz y la periodista Wanda Méndez.
Santo Domingo
El caso del atentado contra el comunicador y abogado Jordi Veras lleva 42 meses en la justicia y todavía no ha habido una condena contra los acusados del hecho que casi provoca la muerte al hijo del reconocido jurista santiaguero, Ramón -Negro- Veras. 
La fase de juicio de fondo  empezó en enero pasado y aunque han sido fijadas varias audiencias, ninguna ha podido celebrarse. Negro Veras precisó que las audiencias han sido aplazadas, debido a la estrategia empleada por los acusados,  que cambian constantemente de abogado para retrasar el proceso, que no puede ventilarse si el imputado carece de defensa legal. 
El jurista Negro Veras habló sobre el proceso seguido contra los acusados de atentar contra la vida de su hijo en el Desayuno de Listín Diario, en el que participaron su director Miguel Franjul y el coordinador Fernando Quiroz.
Precisó que en la fase de instrucción el proceso duró 30 meses, siendo iniciada  la etapa de juicio de fondo desde hace 12.  
Este retraso que afecta el caso es atribuido por Veras a las garantías que brinda el Código Procesal Penal a los delincuentes, en perjuicio de las víctimas, por lo cual demanda una modificación de esa norma.  
Considera que se debe legislar para establecer un mecanismo que impida que los imputados abusen del Código Procesal Penal. 
“El Código Procesal Penal no puede seguir como hasta ahora, se deben respetar los derechos de los imputados, darles garantías, pero los delincuentes no pueden tomar esa garantía como un bajadero”, consideró. 
Precisó que la audiencia del lunes pasado fue reenviada porque uno de los acusados cambió su abogado privado por un defensor público. “En cada audiencia los imputados se presentan con el cambio de abogados, están jugando con eso”, manifestó. 
Veras no tiene quejas sobre el sistema judicial, jueces, fiscales ni los policías que dirigieron la investigación.  
Su crítica es contra el mecanismo que contempla el Código Procesal Penal, que dice permite que los delincuentes se burlen  del sistema judicial. Tampoco cuestiona que los imputados utilicen los medios legales que les permite el Código, pero censura que abusen de ellos. Sostuvo que ese Código resulta infuncional para un país subdesarrollado y con instituciones débiles como la República Dominicana. Pese a todos los tropiezos, Negro Veras se mantiene firme. “No voy a escatimar esfuerzos hasta tanto se dicte una sentencia condenatoria”, advierte. 
Cree que la sociedad debe estar atenta a ese proceso, porque no puede seguir a merced de la delincuencia, pues entiende podría resultar lesionada si no se hace justicia. 
Percibe que los imputados temen a las pruebas presentadas, pues está convencido de que con el expediente que se ha preparado se producirá una condena ejemplarizadora. 

UN CASO QUE IMPACTÓ A LA FAMILIA VERAS

Con casi 75 años, Negro Veras confiesa que ningún hecho le había impactado tanto en su vida como el intento de asesinato de su hijo, el 2 de junio de 2010, que le provocó la pérdida de un ojo.
Por el papel activo que ha desempeñado durante toda su vida en contra de los abusos y violaciones a los derechos humanos, Negro Veras dice que siempre esperó un atentado en contra de él, pero no en contra de alguno de sus progenitores, para lo cual dijo no está preparado.
“El atentado contra mi hijo ha sido el mayor impacto en mi vida, yo preferiría morir antes que uno de mis hijos o mis nietos”, contó.
Aunque el atentado no ha impedido que Jordi continúe su ejercicio jurídico, ha variado su rutina de vida, y al menos lo ha sacado de los medios de comunicación, pues ha dejado de participar en el programa televisivo, al cual se dirigía cuando recibió los dos impactos de bala.
Y es que toda la familia Veras ha cambiado totalmente su ritmo de vida después de ese hecho. Agradece la solidaridad brindada por distintos sectores de la vida nacional.
Considera que el peso del atentado no ha sido más pesado por el calor humano y la solidaridad que ha recibido, el cual valora. Indicó que para cualquier joven o padre de familia el atentado a su hijo debe ser su caso.